España necesita a Feijóo
LA verdad es que me alegro más como español que como militante del PP de la segura llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del Gobierno de España. El PP es un partido fuerte con sólidos principios y, como tal, es resistente a una situación como lo que se ha vivido recientemente.
Pero, lamentablemente, no se puede decir lo mismo del Gobierno de España, ya que no es fuerte, porque está sostenido en un heterogéneo equilibrio de votos; ni tiene sólidos principios, ya que está formado por unos ministros que discrepan en cuestiones esenciales.
Quiero decir que, en este momento, España necesita una figura como la de Feijóo. Al menos tanto como el PP .
Vivimos un momento trascendente de la historia, y es en estos momentos cuando se requiere de líderes cuya reputación trascienda los límites de unas siglas políticas. Los datos objetivos que reflejan las encuestas demuestran que Núñez Feijóo es el líder español que mejor se adapta a ese perfil. Es el más valorado por los suyos y el menos denostado por los que no son los suyos.
Creo que nuestro presidente tiene ante sí el reto de mostrarse como uno de los líderes que necesita Europa en este momento en el que se está reconfigurando el mapa geopolítico mundial. Conjuga la experiencia en la gestión pública con una visión moderna de la política, la firmeza de las convicciones con la capacidad de diálogo y la moderación.
El Partido Popular obra con inteligencia al abrir el camino de la democracia a Feijóo para lograr el primer objetivo, que es el de presidir el partido en España. El PP lo está haciendo bien al facilitar la participación en el proceso de su elección de toda la familia popular, sin poner trabas ni piedras en el camino. Todo el que se sienta del Partido Popular y haya cubierto en algún momento el trámite de afiliarse, tiene la oportunidad ahora de votar. Si no está al día en el pago de las cuotas, ha tenido tiempo para arreglar esta situación. Facilitar la participación, expandir la democracia, es el camino correcto.
Esto es lo que los ciudadanos piden y los partidos deben hacer. Y ese es uno de los principios que el PP debe poner en practica siempre para mantener su fortaleza y la solidez de sus principios. Además de sus innegables valores personales, la fortaleza de Feijóo también reside en su legitimación.
Y así debe ser con todos líderes del partido, que se deben someter al máximo refrendo que sea posible. Deben demostrar que, en un contexto abierto y democrático, sin tácticas de despacho, son capaces de ganar elecciones. Es lo que va a tener el PP de España y lo que merece también el PP de Galicia y de sus pueblos y ciudades ante los cambios que se avecinan.