Gobierno multietéreo

este gobierno DE SÁNCHEZ es un tubo de ensayos. En la teoría es solo uno, grande y libre, pero la pétrea composición que se le suponía resultó ser más efímera que la vida de una crisálida. Apenas unas horas de vuelo bajo e irregular y ya se descompuso estrepitosamente. Primero en dos, los miembros del PSOE por un lado y los de Unidas Podemos por el otro, pero pronto cada una de las partes se deshizo a su vez en cientos de talantes y talentos diferentes, pues cada ministro muestra habitualmente una cara distinta cada pocos días. En esto se parecen a su presidente. Y al presidente de todos (¿imaginan que todos los españoles también le copiáramos este proceder?).

Bajemos a ras de tierra acompañando a las dos vicepresidentas gallegas, Nadia Calviño que ejerce la jefatura del apartado económico y Yolanda Díaz que impone sus criterios comunistas en todo lo relacionado con lo laboral. En origen, la primera manda sobre la segunda, pero la segunda lleva muy mal que alguien mande en ella y por eso se revuelve y no encaja las órdenes de buen grado y en ocasiones hasta le dice que no a su supuesta jefa y la deja con dos pares de narices haciendo el mayor de los ridículos al comentar noticas que todavía desconoce. O sí conoce, pero con retraso. Como pasó con la subida del salario mínimo, de la que le preguntaron en Galicia. La pobre Calviño metió la pata hasta el fondo. “Es cosa de días”, dijo toda digna sintiéndose la poseedora de la última palabra en este tema cuando ya la ferrolana Díaz le había dado portazo a la confederación de empresarios y firmado con los sindicatos el acuerdo. Así que era cosa de días... Pobre criatura. e. m.