Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

La guerra en Ucrania

    LA guerra desatada por Rusia frente a Ucrania está adquiriendo ya una dimensión temporal que hace pensar en un epílogo de dimensiones impredecibles, en razón a la actitud adoptada por el mundo occidental en relación con la invasión rusa a un país vecino.

    Ciertamente, este conflicto bélico ha suscitado un movimiento de solidaridad y ayuda en todo Occidente el que, sin la menor duda, ha enfurecido a Rusia, la que, tampoco, alcanza a conseguir una adhesión plena por parte de sus aliados naturales, concretamente, de China.

    En otro aspecto, las últimas medidas adoptadas por el régimen soviético en orden al reclutamiento de ciudadanos para servir a su Ejército, también, han servido para generar un verdadero descontento en el pueblo ruso, que ya no aparece tan unido en torno a su líder Putin, lo que viene a generar, para este último, un cierto grado de desprestigio y un claro síntoma de la falta de adhesión ciudadana a las decisiones bélicas del Kremlin.

    A todo esto, claro es, hay que añadir la repercusión que, a nivel económico-social, está teniendo la guerra de referencia que empobrece, progresivamente, a la población mundial, hasta extremos de indigencia en algunos casos.

    Si, ante una situación como la de referencia, el único recurso invocable es el uso de armas de destrucción masiva poco tributo se rinde al progreso de la humanidad, puesto que el aniquilamiento físico del contrario, máxime en términos de generalidad, es algo que ya se viene haciendo desde el principio de los tiempos y sólo revela el instinto bruto y animal del ser humano y no, en cambio, su capacidad de raciocinio y de socialización.

    Bien está que cada pueblo o nación defienda su identidad y territorios propios, más ha de hacerlo en el marco de una relación bilateral o plurilateral en la que siempre impere el diálogo y el razonamiento sereno y no, en cambio, la fuerza y la violencia. En todo caso, no sería, esa, la situación de Ucrania respecto de Rusia.

    Que en pleno siglo XXI, tras dos desgraciadas guerras mundiales padecidas en el siglo anterior, todavía se cierna el riesgo de un nuevo conflicto bélico de dimensiones destructivas incalculables, la verdad es que denota una falta de altura y calidad en los actuales dirigentes políticos mundiales que debiera hacer pensar en la necesidad de una más afinada selección de quienes han de ser llamados a dirigir la política de los pueblos, por más que, en algunos casos, los mismos vengan impuestos por sistemas poco democráticos. Desde esta perspectiva y a nivel de cada país o nación se habrá de ser muy cuidadoso en el proceso selectivo de sus dirigentes y, esto, debiera tenerse muy en cuenta en España cuando se acercan ya diversos procesos electorales.

    11 oct 2022 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito