La organista Ana Aguado, en San Paio de Antealtares, dentro de “Espazos Sonoros”

Dos últimos concierto de “Espazos Sonoros” y ambos en San Paio de Antealtares, con un primero a cargo de la organista Ana Aguado- 20´30 h.-, quien dedicará su programa a “Os Camiños Europeos de Música”, con obras que van desde Pachelbel o Sweelinck, a Cabezón y Frei Bartolomé de Olagüe. Ana Aguado, fue alumna de Roberto Fresco, de Miguel del Barco y Aurora Dalleres, ampliando en órgano con Óscar Candanendo en la “ESMUC” realizando un proyecto dedicado a “”Widsor y la escuela organística francesa del Siglo XIX”. Recibió asesoramientos de Luca Chiantore, y de maestros como L.F. Tagliavini, L.Leighton, J. Lavkvik, R.Aldulesco y de Montserrat Torrent, maestra entrañable y querida por sus años de dedicación el instrumento durante años en los “Cursos U.I. de Música en Compostela”. Amplió masters en el Conservatorio Sweelinck, de Amsterdam, con Jacques van Oostmessen y en Francia con Michel Bouvard, Jan Willem Jansen, en el “CRR” de Toulouse.

Ana Aguado, se había iniciado en su Palencia natal, con la que no deja de tener sus vínculos afectivos y profesionales y un modelo de su dedicación al instrumento, la descubrimos en su condición de organista residente y profesora del Pôle basque de recherche, d´etudes, de practique, et de difusión de l´orgue”, de la región de Hendaya y de San Juan de Luz. Es profesora en el Conservatorio Superior de Música de Málaga y del Profesional de León, y presidenta de la Asociación Cultural “Tadeo Ortega”, dedicada precisamente a la conservación y divulgación del patrimonio organístico de la región de Tierra de Campos. Su trayectoria activa, la lleva a colaborar con certámenes de primer rango.

Johann Pachelbel con la “Toccata en Do , P. 546”, músico que ejercería como organista desde la Sebalkirche a Erfurt, en donde se relacionará con la familia Bach, mientras repartía oficios en la Predigerkirche, en la que curiosamente tendría problemas para improvisar a gusto, componiendo sin recato grandes cantidades de preludios corales, en todas sus posibilidades y técnicas de la época, probando con ricercare politematicos, fantasías modales y estilos muy diversos, entre los que aparecían chaconas, y fugas de una gran vitalidad de gran nivel artístico. Publicó una obra testimonial que se acepta como un compendio: “Musicalisches Sterbens-Gedancke” y otra serie de suites para clave con influencias cosmopolitas, en tonalidades curiosas.

J. Pieterszoom Sweelinck, acerca la pieza “Unter der Linden grüne”, holandés y muy propicio para el programa de la solista, por su condición de alumno de Willem Janszoom Lossy en Harlem y por su experiencia que le llegaría por influencia paterna, como organista en la “Oude Kerk” de Amsterdam. Problema adjuntos al margo de organista, como la influencia del luteranismo imperante, el organista se convertirá en funcionario con la consecuencia de ser apartado de los servicios religioso, dedicándose por necesidad a dar conciertos públicos. Aspecto de interés será el capítulo dedicado a obras corales como las “Cantione sacrae”, pero mayor interés es la escuela que propició, dejando alumnos como H.Scheidemann, J.Praetorius o S. Schiedt, mientras cultivaba el interés por las piezas instrumentales, como los ciclos de variaciones, las toccatas y las fantasías. Su influencia llegará a los tiempos de J.S. Bach. Nunca faltan tientos ibéricos y para confirmarlo, el que escucharemos de Antonio de Cabezón, en concreto el “Tiento de Primero Ton” y “Diferencias sobre la pavana italiana”.

Louis- Nicholas Clérambault” con piezas representativas: “Flûtes”, “Récits d´ cromorne et de cornet sépare, en Dialogue” y “Dialogue sur les Grands Jeux”, músico perteneciente a una saga de organistas y al que tildaban como “El padre”, aunque le precediese Dominique, que había sido miembro de “Les 24 Violons du Roi”. Su carrera había estado influida por J.B. Moreau y A. Raison, al que afectuosamente dedicaría el “Livre d´orgue”, antes de sustituirle en el órgano de St. Jacques, antes de que pasados unos años, vuelva a interesarse por los trabajos teóricos, confirmados en un “Premiére Livre de pièces de clv”, muy en el gusto italiano, con ciertos detalles que se observan en las cercanías francesas, aquellas de Couperin, en las opciones de gustos entremezclados. Un beneficio añadido, sería la concesión real que le facilitará editar todo tipo de piezas tanto instrumentales como vocales, entre las que destacaba la cantata alegórica “Le Soleil vainqueur des nuages”, dedicada a la salud del monarca Luís XV.

“A soa cos órganos:Conversas con Ana Aguado”, se incorpora como un ilustrativo intermedio, al que seguirá Bernardo Storace”, con una peculiar “Folia”, músico italiano del XVII, segundo maestro de capilla en Mesina y que publico en Venecia su obra testimonial “Selva di varie compositioni d´intavolatura per cembalo ed órgano”, una idea del importante paso del estilo referencial de Girolamo Frescobaldi al de Bernando Pasquini, más centrado en el clave.

Frei Bartolome de Olagüe con los “Versos de Segundo Tom que chamâo Segundlho”, aquel fraile del que tuvimos noticia en “De Lugares e Organos”, en especial por el concierto de Annelie Gahl- violín- y Michael Schöch- órgano y espineta-, precisamente en San Paio de Antealtares, al que seguiría la charla “Frei Bartolomé de Olagüe, en el Museo do Pobo Galego, impartida mano a mano por Andrés Díaz y Fernando Buide. Andrés Díaz, estudioso y casi descubridor de su figura, quien nos puso al día de este fraile del barroco, cuyas raíces nos trasladaban al Mosteiro de Sobrado dos Monxes, en el que vivió como clérigo y organista. Una historia compleja también, por su propio padre, del que tenemos noticia como m.c en la Catedral de Santiago- asunto de análisis dentro y bien tratado por Andrés Díaz como materia para una profunda tesis de investigación, y que se ratificó en el Congreso da Sociedade de Española de Musicología. Pocos detalles se conservaban de Frei Bartolome de Olagüe. La Biblioteca Municipal do Porto, conserva un manuscrito de música para tecla ibérica, entre las que aparecen una amplia selección de obras suyas.

Dos obras del barroco ibérico español que ofrecen posibilidades de recursos como el teclado partido, registros en eco y la espectacular lengüetería de batalla, en beneficio de estos dos compositores. Por un lado José de Torres- “Partido de 2ª ton”, músico de la Capilla Real, la misma que sería transformada con la llegada de los Borbones, en 1770, este organista destacaría también como impresor que una atención al género de las formas sacras. La vida profesional de José de Torres, sufrirá continuos altibajos por los avatares históricos de dinastías e en permanente disputa de de manifiesto poderío. Los Austrias declinantes o los Borbones emergentes, que afectará a los músicos de la corte. La obra de nuestro músico, muy valorada en su tiempo, irá pasando al olvido a finales del XVIII, siendo el maestro con ejemplar contrapuntista y un fiel continuador de la tradición española, abierto en una primera fase a las innovaciones que había introducido la práctica italiana.

Narcis Casanoves, con “Pastorela” y “Sonata de clarines”, músico procedente de la Escolanía de Montserrat, y que pronto se dedicará al órgano, recibiendo una absoluta admiración. Compositor prolífico, para el órgano (partidos, sonatas para clarinetes, versos), y la que podía interpretarse indistintamente en el órgano y en el clave (sonatas y pasos), son producto de aquella Escuela de Montserrat, que disponía de órganos positivos para el estudio y el acompañamiento del coro, de varios buenos clavicordios. Cultivó con esmero diferentes géneros, como sonata (de un solo tiempo), pasos, partidos, fugas y rondós, dando siempre a su música un tono elegante y agradable, presidido por la variedad de modulaciones. En otro aspecto, además de las obras vocales, fue un cualificado director de coros de escolares.