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La Roja

    “EL 29 de junio de 2008, la selección española de fútbol culminaba uno de sus grandes logros: erigirse campeona de Europa por segunda vez de su historia. Y lo conseguía tras haber superado contrariedades que hasta entonces parecían insalvables. El talento descomunal de sus jugadores, el liderazgo del entrenador, la madurez del grupo, pero por encima de todo haber conseguido tener el equipo unido, fueron los factores que llevaron al triunfo de La Roja”. Así introducen Juan Carlos Cubeiro y Leonor Gallardo la contraportada de su libro La Roja. El triunfo de un equipo para hablarnos de cómo se construyó ese sueño que no fue quimera.

    En el prólogo de ese mismo libro Ángel María Villar, por aquel entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, destacaba: “La consecución de la Euro no es fruto de la casualidad sino de un trabajo bien hecho, de un triple liderazgo, de la inteligencia emocional de todos y de un modelo de éxito bien aplicado”.

    Supongo que a estas alturas de citas muchos ya debemos hacernos una idea, poco más o menos, de lo que está pasando con España en la Eurocopa de 2021. Pero déjame citando un poco más...

    El capítulo tres de ese mismo libro se titula La Roja, cuestión de talento. En él, los autores nos hablan de dos grandes estrategias para exprimir el talento de un equipo. Por un lado, la llamada teoría del autobús, formulada por Jim Collins en su libro Empresas que sobresalen. La segunda la adecuación del talento.

    La teoría del autobús dice que “primero es el quién y luego es el qué”. Dicho de otro modo: que lo principal para un equipo es subir a la mejor gente posible al autobús y dejar abajo a los que no lo son. Y es que los líderes sobresalientes entienden tres reglas muy simples. La primera, decidir el quién antes que el qué para, de ser el caso, disponer de una rápida capacidad de adaptación. La segunda, subir a los mejores al autobús simplifica mucho los problemas de motivación y gestión del equipo. Y la tercera, si no tienes a los mejores, entonces poco importa tomar la dirección adecuada.

    La teoría de la adecuación del talento escoge primero el modelo y luego busca a los más idóneos para desarrollarlo. No se trata de escoger a los mejores. Se trata de seleccionar a los más adecuados y hacerlos trabajar conforme a unos valores y un esquema de juego definido.

    La gran pregunta es: ¿qué pasa cuando ni subimos al autobús a los mejores ni tenemos un modelo claro? Pues pasa lo que pasa, llamemos al entorno Sevilla o Cataluña. Y es que cuando el entrenador quiere brillar sin su equipo...

    24 jun 2021 / 01:00
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