Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

La suerte viene a verte

And the winner is... ¡Alfonso Rueda! Si en lo relativo a la sucesión en la Presidencia de la Xunta todo fue preparado sigilosamente para que los gallegos reaccionasen estupefactos con un “¡Oooooh, sorpresa!”, como invita a pensar el comportamiento de todos los personajes implicados, los planes fallaron estrepitosamente en la parte final
–y principal– de la ceremonia, en la elección misma del único hombre cuyo nombramiento era un secreto a voces. El desenlace, con el secretismo que se llevó el proceso, invita más a la desgana que al asombro. Tanta cautela en no soltar un nombre antes de tiempo, en abstenerse solemnemente de dar pistas sobre posibles candidatos en cualquier entrevista y, al final, resulta que la montaña parió un ratón.

No es que Rueda no se lo mereciese, esto nada tiene que ver con su valía, es que las maneras con que se manejaron los días previos a su exclusiva nominación, proclives a ir sembrando cierta incertidumbre en el ambiente, vistas a posteriori, semejan ridículas en una elección que estaba tan cantada. A no ser que Feijóo fuese el único sorprendido en todo esto, ¿de verdad se esperaba el presidente saliente que los gallegos reaccionarían con asombro? Si así es, entonces quizá no los conoce tan bien como cree. Pero los gallegos a él sí, por eso, por mucho que quiso alargar la duda, aquí nadie se inmutó por la proclamación de Rueda, que siempre fue considerado el neumático de repuesto del hasta ahora actual boss de San Caetano.

En A sangre y fuego, asegura Chaves Nogales que Madrid es un pueblo de jugadores de lotería y Feijóo –esto ya lo digo yo– se va a allí, como un capitalino más llegado de la periferia, a probar suerte. La libertad también es eso, aquí y en Madrid, poder comprar un billete de lotería y esperar que te toque. El Príncipe de Os Peares tiene en su mano varios números de los denominados misteriosamente bonitos, más incluso que los que venden en la famosa administración de Doña Manolita, y la ilusión es lo último que se debe perder. Si los números cuadran, será presidente del Gobierno de España. Rueda, sin embargo, lo será de la Xunta sin necesidad de comprar ningún boleto. Y a los gallegos, sin jugar y sin que nadie les preguntara, les tocó la pedrea en este mismo e improvisado sorteo. Creían haber tenido la suerte de ser depositarios del Gordo en los comicios autonómicos de 2020, y así lo celebraron con júbilo –hasta dos años de Xacobeo–, pero ese premio llevaba implícito una posible fecha de caducidad y ahora tendrán que contentarse con la pedrea, que aunque es uno de los premios menores, el tiempo –y los gallegos en 2024– dictarán sentencia sobre qué bola del bombo popular fue la mejor para estos tiempos de convulsiones bélicas, sanitarias, políticas y económicas como pocas veces antes se habían visto.

En un capítulo de House of Cards, el personaje que encarna Kevin Spacey, el mandamás de los Estados Unidos, afirma que la democracia está sobrevalorada porque se puede llegar a ser presidente sin que nadie te vote específicamente para ello. Yo me apunto a aquello que dijo Winston Churchill, “la democracia es el peor sistema de gobierno, con excepción de todos los demás”. Después funcionará mejor o peor dependiendo de la combinación de las cualidades humanas, talento, trabajo, bondad, altruismo, codicia, maldad, miedo, necedad... y, en gran medida, suerte. El estadista inglés también hizo esta recomendación que nunca está de más recordar: “Juega por más de lo que te puedes permitir perder, solo entonces aprenderás el juego”. Feijóo y Rueda andan experimentando el sentido práctico de esta frase, bajo lemas de la lotería navideña tipo “Compartimos la suerte con quien compartimos la vida” (y se traspasa el poder en herencia), “La suerte viene a verte” (de la mano de Casado/Ayuso a Feijóo, de la mano de Feijóo a Rueda) o “Que la suerte te acompañe” (deseo bienintencionado se supone que mutuo).

A Alfonso Rueda, ese caballero de la triste figura que hizo de Sancho Panza de Feijóo, le toca salir de las sombras, donde su jefe recluyó repetidamente a todo su Gobierno a gestionar en silencio. Según una encuesta solvente, el 54,1% de los gallegos no sabe quién es. Con la composición de su primer Gabinete, empezará a darse a conocer, a mostrar si seguirá el camino marcado o se atreverá a abrir nuevas rutas con estilo propio. La apertura de ese sobre azul despertará la misma curiosidad que los cromos de Panini en los niños: el interés siempre recae en los no repetidos.

Todo esto será muy pronto, entretanto los gallegos más escépticos entonan la Banana Republic de Ana Belén: “Mientras el mundo se queda/ transitando por la misma vía/ aquí estamos rueda que te rueda/ ahuyentando la melancolía”.

22 abr 2022 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito