Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Los bonos

    ¡Como sois los periodistas, oye: menuda tropa! Cuando Sánchez aprueba promover un llamado “bono cultural”, para dar apoyo a un sector que lo pasó ciertamente mal en los últimos años, vais y publicitáis otro que, con el mismo nombre y para atender el mismo objetivo, promovió en 2021 la Xunta de Galicia, siendo entonces su presidente, como sabéis, Alberto Núñez Feijóo, que ahora tilda nada menos que de inmoral el bono sanchista. Y vosotros vais y comparáis. ¡Es que!

    Hombre, diferencias hay. Comparado con aquel bono de la Xunta, que ofrecía a los beneficiarios sufragarles un descuento del cincuenta por ciento de lo que les facturasen por la compra de un producto cultural, el del actual Gobierno central les ofrece, a los mismos clientes potenciales, una entrega única de cuatrocientos euros para lo mismo de lo mismo. Vale, esa es la diferencia, simplemente cuantitativa, pero el objetivo y la intención, ya veis, eran los mismos.

    Hubo, eso sí, un detalle, menor, seguro, que ya se verá en qué acaba: la propuesta de la Xunta, que se decía que estaba dotada con cuatro millones de euros, solo costó la mitad de lo dicho. Puede que porque los procedimientos administrativos con que se quiso viabilizar no fueran los más eficientes. Ya digo que a ver en qué queda la de Sánchez. La de Feijóo, desde luego, puede haber sido más barata.

    Así, se puede concluir que, si el bono promovido ahora por Sánchez es inmoral, también lo fue el que antes había promovido Feijóo. ¿O no? Ya me diréis.

    Yo, sin embargo, que no soy ni merezco ser periodista, me inclino a pensar que hay una simple confusión en el manejo de las palabras. Alguien, o vosotros o Feijóo, se ha equivocado en la moralización del adjetivo. No era eso lo que se quería decir.

    Bastaría con que Feijóo dijese que cuando lo hacía él estaba bien, porque todo estaba envuelto en buenas intenciones, pero que cuando lo hace Sánchez hay trampa: no es para ayudar al sector cultural, sino para sacar ventaja electoral, que suena parecido, pero no es lo mismo. ¡Pura ansia de poder!

    La diferencia está, pues, en las intenciones no explicitadas, que no eran las de ayudar a otros sino las de aprovecharse uno. Y eso sí que puede ser inmoral. Vamos, que se juzga a la persona, no al hecho.

    También puede ser que yo me extralimite en el juicio y que todo sea consecuencia de la suciedad discursiva con que ahora se hace la política. Si fuera por eso, hasta vosotros tendríais menos culpa de la que parece. Perdonadme, pues, que ya me callo.

    De todos modos, que el nuevo año, a pesar de su carga electoral, os venga bien dado.

    05 ene 2023 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.