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Reseña Musical

Luigi Dallapiccolla , D.Shostakovich y G. Ligeti, en el “Curso de Ópera Contemporánea” del “CGAC”

    Nueva jornada del “Curso de Ópera Contemporánea” que se convoca en el “CGAC”, que dirige la profesora Rosa Fernández-18´30. 20´30 h.-, y que trata óperas de mayor frecuencia entre compositores por descubrir. Una primera cita de aproximación puso los fundamentos, para seguir ahora con Luigi Dallapiccola- “El dodecafonismo mediterráneo”-, con dos de sus obras, “Volo di note” e “Il prigioniero”, una primera que nos lleva al relato de Saint-Exupéry, obra sintética sobre un crescendo denso y una lírica reducida al mínimo, una profundización de la técnica dodecafónica tras su asimilación de lo recibido en la Escuela de Darmstadt. “Il prigioneiro”, se acerca a un relato de Villier de L´Isle Adam, con sus puntos de inflexión en trabajos como los “Cantos de prisión” y los “Cantos de liberación”. El músico pertenece a la generación de los Malipiero y Casella y en su lenguaje melódico diversificado incorpora elementos cromáticos significativos dentro de un diatonismo subyacente, que apunta a un desarrollo gradual del dodecafonismo que caracterizará la fase siguiente de su carrera. Fue el primer italiano en imponer el sistema, jugando un papel primordial a la hora de redefinir los límites de la música. Trató de forma sistemática los elementos cromáticos que ya había usado para realzar las bases modales-diatónicas de su música. Fue un compositor escrupuloso y enormemente crítico consigo mismo, por lo que su producción es relativamente escasa. Además de “Volo di note”, produjo otras dos óperas de un solo acto “Il prigioniero” y “Ulisse”, que llegó a ser la más importante, dejando un grupo de piezas instrumentales y corales.

    La primera obra absolutamente dodecafónica, había sido “Cinque frammenti di Saffo”, compuesta para voz y quince instrumentos, en la que ya hacía un uso bastante libre del método y totalmente personal. Tanto Dallapiccola como Villier de L´isle”, ubicaron la situación de “Il priginiero”, en las mazmorras de la inquisición española. El músico, al igual que sus compañeros Malipiero y Casella, padecieron las garras del fascio mussoliniano. En este caso, partiendo de “La torture par l´esperance” de Villier de L´Isle, publicado en 1888, resulta una reflexión sobre el valor del testimonio acerca de los tiempos que les tocó vivir. La violencia y la ofensa a la dignidad del hombre, en su privación de libertad. Con todo, sería visto con cierto recelo, por lo que suponía una traición a la tradición musical de su país.

    “La nariz” de Dmtri Shostakovich- “El hombre contra el miedo”-, ópera que adolece de un libreto escasamente operístico pero que muestra algunas de las características del músico, que alcanzará su mayor dimensión con “Lady Macbeth del distrito de Msensk”. Muchas serán las obras que recurran a Gogol y en esa nómina nos encontramos con Modesto Mussorgski, Piotr Tchaikovski o Rimski-Korsakov. Él mismo había solicitado el libreto a Evgueni Zamiatin, escritor popular entonces y que esbozó diversas escenas que no complacieron al músico. “La nariz”, es una creación genial propia de la fantasía de un veinteañero con cualidades de futuro. Prácticamente en cada página de la partitura hay ideas sumamente originales e innovadoras, marcadas por su personalidad. El canto tradicional y la cantinela lírica no se avienen al relato de Gogol, y un aspecto fundamental, es el recitativo que se mantiene de principio a fin Se propone subrayar la obra hacia el contenido del texto, en el que desenmascara el mal mediante la monstruosidad grotesca a través de una sátira de humor amargo e irónico. De ahí que la armonía de esta ópera se caracterice por una aspereza no común y que la acción resulte fragmentaria.

    El carácter sinfónico de la parte instrumental es muy importante. El estilo recitativo de las partes vocales y la acusada autonomía de los sucesivos episodios, determinan que la función de la orquesta en “La nariz”, sea mucho más importante que en la ópera tradicional, con sus cantinelas y su inequívoco entrelazamiento dramatúrgico de las diversas escenas. Nos referimos a la ilustración sonora, pero debe destacarse sin embargo, que a lo largo de la ópera, existen amplias secciones puramente instrumentales que unen entre sí las diferentes escenas. No obstante, en “La nariz” la orquesta ni es amplia. La transparencia en consecuencia es su característica sonora y los constantes cambios de instrumentación, favorecen el desarrollo rápido de la acción. El intermedio que precede al cuadro segundo, escrito exclusivamente para instrumentos de percusión, es una de las partes más interesantes de la ópera, Se trataba entonces de una novedad absoluta. Shostakovich fue el primero que compuso una obra únicamente para instrumentos de percusión, tres años antes de “Ionisation” de Edgar Varèse.

    En el contexto de estas considerables innovaciones se comprenden menos los sonidos aparentemente banales que aparecen ocasionalmente, los motivos y armonías simples y gastadas y las seudorreminiscencias de cualquier índole, Encontramos marchas grotescas, galops cómicos, una polca alegre y una pieza vocal con acompañamiento de balalaika. Todo ello crea una atmósfera sonora irrepetible, estas aparentes incoherencias estilísticas, no se fundan en un dominio deficiente del arte de componer, sino en el resultado de la riqueza de ideas de Shostakovich.

    Gÿorgi Ligeti-“El compositor de las mil caras”- y “El Gran Macabro”, espectáculo que no hace tantos años se presentó en el Liceu de Barcelona, con una producción escénica de “La Fura del Baus”. Una carcajada grotesca que llegará a sus manos por mediación fr Michael de Ghelderode, dejando uno de los trabajos más provocadores de los setenta. En un país imaginario, Breugheland y en una época indefinida, Nekrotzar, el ángel de la muerte, anuncia el holocausto final. Toda una panoplia de curiosos personajes, le salen al paso, como “Mescalina”, el “Príncipe Go-Go”, la pareja de enamorados “Amando” y “Amanda” o el bullicioso personaje “Piet le Bock”, que le sirve de cicerone y al que ayuda a emborracharse, con lo que no podrá llevar a cabo sus turbios planes. El espectáculo se estrenó en Estocolmo, el 12 de abril, de 1978 y las puestas posteriores le abrieron las puertas de los grandes coliseos. Interesa el registro realizado en directo en París en 1998, en una edición preparada para Salzburgo y dirigida por Esa Pekka Salonen, con cantantes de su confianza, secundando las voces de “London Sinfonietta O.”, con la “Philharmonia Orchestra”. Ligeti puede asociarse a los modernos métodos matemáticos o experimentales, que adquiere relevante importancia, Lejos de comprometerse con la estética de Webern, en su puntillimo, y con el serialismo integral,, buscó fórmulas nuevas para las músicas derivadas de la ordenación sonora. Cuando se escucha su música, a través de sus principales obras, se produce un fenómeno curioso: resulta sencilla la percepción del conjunto, del cuerpo sonoro entendido como un organismo en proceso de transformación.

    24 nov 2020 / 00:00
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