Música clásica en Santiago
HACE unos días los diversos responsables presentaron la programación de música clásica para la temporada 2022-2023 basada lógicamente en la Real Filharmonía. Los responsables no ahorraron elogios, bondades sobre la programación que habían hecho. Sin embargo, si se compara con la de la orquesta que tenemos cercana, la Sinfónica de Galicia, se observa diferencias notables.
En una hay directores de gran prestigio como Alondra da Parra, Andrew Litton, Stepháne Deneve, James Conlon, Juanjo Mena, Antonello Monacorda o Vassily Sinaisky, todos ellos con amplia experiencia dirigiendo algunas de las mejores orchestas del mundo y titulares de alguna de ellas actualmente.
También hay solistas de primerísima fila como el pianista Perianes, el violinista Franz Peter Zimmermann, el chelista Nicolas Alstaedt o la mezzosoprano Verónica Gens. La diferencia entre una y otra programación es muy evidente. También hay diferencia en la extensión, acabando una al final de junio y otra al final de mayo. La temporada oficial de la Real Filharmonia es de las más cortas de las orquestas europeas
La Sinfónica de Galicia actuará una vez en Santiago. Es curioso que actúa varias veces en Vigo, Ferrol, Pontevedra. También actúa en Ourense y Vilagarcía. Menos mal que actuará otra vez este agosto debido a las gestiones de Música en Compostela. Parece como si en Santiago los responsables no quisiesen su presencia para no hacer comparaciones odiosas.
En A Coruña también actuará la orquesta Nacional de España dirigida por un gran director, su titular David Afkham. En Santiago parece que no va a venir ninguna otra orquesta. Quizás, para los múltiples responsables, el hecho que no venga otra orquesta significa que se realza la propia. Si fuese así, sería una muestra de paletismo, alejado del espíritu abierto y universal de Santiago de Compostela.
Una de las preguntas que deben hacerse los programadores es por qué los abonados en Santiago permanecen constantes o decreciendo, mientras que la Sinfónica de Galicia llena prácticamente todos los viernes y sábados.
El buen director Paul Daniel deja la orquesta esta temporada. Esperemos que se encuentre otro buen director, que siga la senda de los excelentes que ha tenido anteriormente, Helmut Rilling y Ros Marbá. Aprovechando este cambio se podría pensar en una renovación y simplificación de los responsables, empezando por la concejala de Cultura y Urbanismo, que quizás no pueda dedicar el tiempo necesario a la supervisión de la programación.