¿Nos toman por tontos?

polémica. La picaresca no solo es un subgénero de la literatura española nacido en el Siglo de Oro, sino una actitud que se cuela en muchas facetas de la vida de este país. También en la política, plagada de personajes astutos que tratan de obtener beneficios con prácticas de dudosa moral sin importarle las consecuencias.

Por ejemplo, engordando currículos con títulos nunca cursados. Uno de estos figuras fue el exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán, que pese a no pasar del Bachillerato incluyó en su hoja de servicio una licenciatura en Ciencias Empresariales. También quien fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, acreditó un máster en Derecho Autonómico sin pisar las aulas. Incluso el actual titular del Gobierno se vio envuelto en la polémica a cuenta de una tesis fake. Pillerías de las que se desprende que todos ellos no son tan inteligentes como dicen, pero tampoco estúpidos.

Por que está claro que para ser secretario general del PSOE y jefe del Ejecutivo puede que no haya que ser brillante, pero sí hay que ser espabilado. Y Pedro Sánchez lo es, como demuestra su última táctica, ya recurrente, de usar el avión Falcon para desplazarase por motivos particulares o de partido inventándose como justificación un acto oficial tan endeble que no resiste un soplido.

Lo hizo en noviembre en Bilbao, el pasado fin de semana en Murcia y ayer en Santiago, donde aterrizó en el famoso aeroplano para clausurar el congreso de los socialistas gallegos sacándose de la manga como excusa una visita a Finsa cerrada a los medios y sin contenido aparente. Una estrategia propia de tipo listo... ¿que piensa que los demás somos tontos? Sabela ARIAs