Por la Liébana
ESTE escondido rincón del occidente cántabro evoca al historiador el éxito de los célebres Comentarios al Apocalipsis de San Beato. En torno al año mil se creyó en Occidente en el regreso del Anticristo y Beato –un monje de ese viejo lugar monacal de las montañas del entorno al actual centro de peregrinación de Santo Toribio–, debió suponer que lo anunciaba la conquista musulmana de la que fue testigo. Lo seductor de sus espeluznantes predicciones son las bellas ilustraciones de los libros llamados “beatos” (iluminados en scriptoria monásticos de los ss. X-XII) y en particular las mozárabes del s. X, intensamente expresivas y coloristas. Beato fue el primero en escribir a mediados del siglo VIII, que Santiago había sido enterrado en Galicia, algo muy positivo para los cristianos, despojados por el invasor de tan preciados talismanes como eran las reliquias en la Edad media y sin las que se sentían vulnerables.
Pero la Liébana es hermosa con o sin Beato y peregrinar aquí con su obligada continuación a Santiago sería un grato paseo. Si dirigen sus pasos hacia Panes y el alargado desfiladero de la Hermida, tras haber pasado antes por la iglesia mozárabe de Lebeña podrán subir desde los pueblos del Alto Peñarrubia: Linares y Torre del Pontón, al muy elevado mirador de Sta. Catalina. Lebeña, con un interior muy bien conservado, recuperó en Alicante su Virgen medieval de la Buena Leche del retablo mayor tras haber sido robada en 1993. En dirección contraria, pueden comprar buen queso, hallar casas tradicionales y comer cocido lebaniego en Potes, la capital comarcal, en Cosgaya o Espinama tras haber visto Mogrovejo y antes de acercarse al teleférico de Fuente Dé.
En pocos minutos salva 800 metros y aún a mi edad se andan los escasos kilómetros de los Picos de Europa que le separan del refugio de Áliva dejando al paso el caprichoso edificio que Alfonso XIII se hizo trasladar desde Inglaterra. Si desde La Liébana se dirigen hacia Palencia hallarán bellos monasterios medievales: Santa Mª de Piasca, San Andrés y Santa Eufemia de Cozollos.