Qué pasa con el Celta
EL Celta está entre los últimos y cambió de entrenador. Perdió a un buen jugador por una condena judicial, a otro por un conflicto con el presidente, a un tercero por traspaso, y comenzó la liga sin tres de los mejores del plantel con la promesa de llegada de similares. Pero los llegados a sustituirles no han estado a la altura de esas expectativas. Otros apenas jugaron o tampoco lo hicieron al nivel que se esperaba. Si se añade además que jugadores como Galán, Cervi o Beltrán no están en su mejor momento, el equipo va necesariamente mal.
La demolición de la columna vertebral de un equipo que solía clasificarse cerca de los puestos europeos supuso un peligroso cambio de caballo en medio de la corriente pese a la emergencia del brillante canterano Veiga. A todo ello se vino a añadir un problema de entrenador, pues Coudet, que había tenido buen rendimiento, quedó descolocado con un equipo que le dieron tarde y ya hecho, y apenas es suya la responsabilidad por la marcha del mismo pues los resultados no parecen deberse tanto a que no haya sabido sacar partido a jugadores que desconocía y recibió con la liga empezada, cuanto a que los que se fueron o eran mejores o rendían más tras una larga experiencia de club. En todo caso daban más efectividad al equipo en sus posiciones.
El nuevo entrenador es un técnico prestigioso del otro lado de la raya portuguesa, como el director deportivo, y deberían confirmar que se puede sacar más partido a este equipo, aunque con seguridad se va a confirmar la sospecha de que ni Denis Suárez ni Brais Méndez tienen fáciles sustitutos. Lástima el conflicto del presidente con Denis, porque tiene un precio y la afición apunta por ello hacia Mouriño. Si el portugués Paciencia y el noruego Larsen afinan su puntería acabarán supliendo bien al judicializado Mina. Los que no juegan y los canteranos podrían ahora demostrar su calidad.
La conjunción de factores negativos no creo que baste para el descenso, aunque eso no depende solo de la calidad individual de un equipo, también de una inadecuada vertebración y de la moral. En todo caso el entrenador saliente hizo un papel digno y merece consideración. Suerte a Carvalhal.