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Reprobación ciudadana

    MARLASKA ha conseguido que el Parlamento rechazara su reprobación, pero más que la parlamentaria

    –ministros reprobados ha habido en varios gobiernos y ninguno sufrió consecuencias– la importante es la reprobación ciudadana, la decepción de los ciudadanos, su rechazo a la figura en cuestión.

    Y hoy, Fernando Grande-Marlasca, una referencia profesional y sobre todo ética, un juez valiente que no solo se enfrentó a los terroristas sino a las presiones políticas, es un hombre al que un sector importante de los españoles que le admiraban lo han bajado de su pedestal.

    Un juez, un parlamentario, un ministro, que ni siquiera se quedó en su escaño para asistir hasta el final al debate parlamentario, todo un plante absolutamente injustificado. Por razones menos importantes que acudir a un debate en el que se decidía su propia reprobación, miembros del Gobierno, del actual y de los anteriores, han aplazado citas o se han disculpado por llegar tarde.

    Este último gesto demuestra el cambio sufrido por Grande-Marlaska, cuya forma de actuar desde que fue ratificado como ministro tras las elecciones últimas no reconocen muchos de los que son compañeros y amigos desde hace muchos años. Y que provoca estupor en quienes lo tenían como un hombre con todas las virtudes que debe tener un hombre y un juez con todas las virtudes que debe tener un juez.

    Un juez ejemplar, se dijo siempre de Marlaska mientras se recordaban la multitud de casos en los que actuó con una independencia del poder, y un sentido del deber, que no siempre se veía en todos los jueces.

    Que Sánchez lo llamara para formar parte de su Gobierno se consideró una jugada maestra; con Marlaska en el Ejecutivo se desdibujaba la imagen ya asentada del presidente mentiroso y engañador. Por eso es tan grande la decepción, por eso Marlaska no puede sentirse plenamente satisfecho por haber salvado el trámite parlamentario.

    Este viernes se ha anunciado el ascenso del general José Manuel Santiago a jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil. Según la mayoría de sus compañeros se trata de un profesional con méritos más que suficientes para el ascenso, pero... no se puede olvidar que es el que declaró que existía un grupo que hacía un seguimiento de los bulos y críticas al Gobierno que se hacían a través de las redes sociales.

    El nombramiento, que quizá sea justo dado el currículum del general Santiago, abunda aún más en la nueva imagen de Marlaska como un hombre incondicionalmente de Sánchez aunque en el pasado parecía cercano al Partido Popular.

    Toma decisiones con las que parece decir que le importa un bledo lo que puedan pensar de él los partidos políticos de la oposición ... y los españoles. Porque es seguro que él, más que nadie, ha vivido ya situaciones que demuestran el creciente desafecto, la reprobación que más importa: la de la gente.

    26 jun 2020 / 23:15
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