Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Salir de esta loca carrera

    ESE movimiento mundial que consiste simplemente en correr me atrae como filosofía del viejo espíritu nómada del ser humano. Se ha extendido a la literatura, ya saben, pues al parecer da una dimensión nueva de la existencia, y sirve, también, para poner en orden las ideas. Vivimos una época un tanto caótica, y, paradójicamente, nos cesamos de ponernos límites y fronteras a todas horas (somos expertos en obstáculos). Correr, dicen los que saben, ofrece un objetivo (la meta, la llegada), algo que al parecer nos inspira, pero en realidad lo que importa es el viaje. No la meta que debemos alcanzar. Creo que así debería ser en la vida diaria. A menudo me encuentro gente que sueña con las metas, pero no son muchos los que sueñan con los placeres y las complejidades del viaje. Esta sociedad, ya se sabe, quiere triunfadores que rompan las marcas y puedan decir: fui el mejor. Pero el espíritu del camino sólo busca la felicidad del viajero, aunque sea el último en alcanzar los objetivos. Muchos no ganan la carrera, pero disfrutan más.

    En estas cosas pensaba viendo el último capítulo de la quinta temporada de ‘Maraton Man’, que pasaba de nuevo por Movistar #0. Alguna vez he hablado aquí de lo inspirador que me resultaba este programa de Raúl Gómez. ¿Va a volver? Ese placer de alejarse, de un lado para otro, sin mucha organización, con las reglas justas, me parece que debería ser la norma más importante de nuestras vidas. Los tiempos van justo en la dirección contraria, pero nuestra obligación es luchar y cambiar los dictados del tiempo. Mientras contemplo la crudeza de la gente que ha tenido que abandonar Moria en Lesbos, tras la destrucción del campamento, mientras contemplo lo duro que resulta construirse una vida, por modesta que sea, para muchas personas en este planeta, sin que ellos puedan decidir realmente sobre la mayoría de las cosas que gobiernan la fragilidad de sus días, pienso en la maravillosa libertad de atravesar lugares, de abrazar a gente desconocida, de experimentar la grandeza de las culturas, las lenguas y las ideas diferentes. Somos muy afortunados en esta parte del mundo. Y eso nos debería ayudar a comprender más a los que no lo son. ¿Pensamos en ello?

    Correr, en efecto, encierra un pensamiento pacifista, tiene que ver con la defensa de la naturaleza y, paradójicamente, con las virtudes de la lentitud. Correr sin ánimo de victoria, sino intentando descubrir el interior de las cosas, los caminos poco hollados, la enorme hospitalidad de tanta gente. Raúl Gómez podría resultar demasiado intenso a veces defendiendo estas ideas, pero es tan convincente como un ser alejado de toda solemnidad.

    Él, en este programa, ejemplifica el disfrute de lo sencillo, de lo cercano, aunque sea en la otra punta del mundo. Este capítulo final, en el que recorrió la distancia entre Maratón y Atenas, emulando a Filípides y su carrera para anunciar la victoria sobre los persas, tuvo la emoción por el origen de la prueba, por el pensamiento griego (al que en muchas cosas cabría volver). La conversación con el corredor de maratones más viejo del país, ese calor sincero, ese apartarse del ruido, nos enseña mucho de qué viaje deberíamos iniciar ahora mismo. Para salirnos cuanto antes de esta otra loca carrera en la que estamos.

    14 sep 2020 / 00:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.