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SARS-CoV-2 y virus de la gripe estacional. ¿Cuándo dos águilas vuelan juntas?

    “Gonzalo, cuando ha visto usted que dos águilas vuelen juntas”, le decía D. Valentín Matilla, catedrático de Microbiología a D. Gonzalo Piedrola, catedrático de Higiene y Sanidad, escandalizándose por el cambio que permitía que hubiera más de un catedrático en cada departamento universitario.

    Llevamos ya dos temporadas de gripe en el hemisferio sur y una en le hemisferio norte coincidiendo con la pandemia de COVID-19, en las que no han circulado los virus de la gripe estacional. Se ha dicho que se debe al uso de la mascarilla, la distancia social, la higiene de manos y una mayor cobertura de la población por la vacuna de la gripe.

    ¿Cómo es posible que mascarilla, distancia social e higiene de manos sean capaces de impedir que circulen los virus de la gripe y permitan que lo haga el SARS-CoV-2? Por otra parte, el aumento de población vacunada frente a la gripe no ha sido de tanta importancia como para justificar que los virus gripales dejasen de circular. Aunque, sin duda, el incremento de la vacunación y la adopción de medidas de prevención e higiene contribuyen, no parecen suficientes para explicar esta no circulación de los virus gripales. También durante la pandemia de COVID-19 los cuadros catarrales infantiles producidos por otros virus respiratorios, tan frecuentes en otoño e invierno, no se produjeron.

    Pero esto no es nada nuevo. En la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010, durante la onda pandémica solo circuló el virus pandémico no haciéndolo los virus estacionales, e incluso el virus sincitial respiratorio, que suele preceder a los de la gripe estacional, anunciando su llegada, circuló más tarde, una vez que ya había dejado de hacerlo el virus pandémico.

    De alguna manera, por alguna razón que aún no conocemos los virus pandémicos no comparten su espacio con otros virus cuya presencia y difusión impiden. Una explicación más razonable podría ser una consecuencia de la ley o principio de exclusión competitiva del ecólogo ruso Georgii Frantsevich Gause, también conocida como ley de Gause que declara que “dos especies en competencia biológica por los mismos recursos no pueden coexistir en forma estable si los demás factores ecológicos permanecen constantes. Uno de los competidores siempre dominará al otro, llevándolo a la extinción o a una modificación evolutiva o de comportamiento hacia otro nicho ecológico”. Dicho de otra manera, dos especies no pueden ocupar un mismo nicho ecológico en el mismo hábitat al mismo tiempo. Quizás sean como las águilas que tampoco vuelan juntas.

    01 sep 2021 / 00:30
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