Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Shakira, Piqué... y una sociedad enferma

    QUIERO empezar diciendo que no conozco a ninguno de los dos, que jamás los he visto y que no tengo por tanto elementos de prejuicio personales a la hora de escribir este artículo. Ella me parece una artista espectacular, más allá de que me guste o no su música y le reconozco el mérito increíble de haberse labrado una carrera profesional internacional y una trayectoria, incuestionables. Él, a decir de los entendidos, a mí no me gusta el fútbol y por lo tanto tampoco puedo opinar más que desde la óptica de lo que los expertos han dicho desde hace muchos años, ha sido uno de los mejores centrales del mundo. Y por supuesto es también incuestionable su carrera deportiva, que avala todos los títulos conseguidos con el Barça y con la Selección española, aunque haya sangrado por la herida de su ramalazo indepe y referendial en algunas ocasiones.

    Es evidente que cuando se tiene una proyección pública internacional tan grande es difícil mantener una privacidad total de la vida privada y redundo con intención, que todos queremos y deberíamos tener derecho a tener, y vuelvo a redundar, porque me parece que raya lo patológico, una exposición pública de lo que debería ser privado. Pero es patológico también que nos importe y nos interese la vida privada de los demás. Me pregunto muchas veces si no nos damos cuenta de lo miserables que somos, cuando fomentamos airear los trapos sucios de otras personas, mientras nos dolería mucho que lo hicieran con nosotros.

    Para mi, es signo y síntoma, sin duda, de falta de inteligencia, de falta de empatía, de falta de principios, de mediocridad, de envidia, de intolerancia, de maldad. Yo no tengo ni idea, ni me interesa lo más mínimo como ha sido la relación de Shakira y Piqué, ni cuándo o por qué rompieron, ni cómo se reparten el dinero, ni dónde van a vivir, ni ná de ná. Del mismo modo que estoy seguro que a ellos no les interesa tampoco mi vida personal para nada.

    ¿Cómo podemos ser tan estúpidos de estar pendientes de las vidas de otras personas que ni representan nada en nuestra vida, ni hay ningún tipo de vínculo personal?. Y tan difícil es darnos cuenta de que deberíamos otorgarles a los demás los mismos derechos que pedimos para nosotros?. Es un claro síntoma de carencias afectivas, intelectuales, de ilusiones propias, de sueños, de proyecto vital... no solo estar pendientes de las vidas de otros, sino de disfrutar y de burlarse de las desgracias ajenas. A mi me parece muy mal lo que ha hecho Shakira, que es llevar al ámbito de lo profesional y aprovecharse de ese escaparate, para saldar cuentas con Piqué de algo que es muy evidente, y no seamos hipócritas, que pertenecía a su esfera privada y familiar. Y además habiendo menores por medio. Estamos todo el día viendo cómo los niños son utilizados como moneda de cambio y arma arrojadiza en muchos casos de divorcios, donde padres o madres sin conciencia no tienen el mas mínimo pudor de hacer daño a sus hijos con tal de dañar o vengarse de sus parejas. Me pregunto si todos los que se ríen y celebran la canción de Shakira se han puesto a pensar en esos niños, ya que en su casa no lo han hecho, que no se merecen vivir este escarnio público, esta burla y este ajuste de cuentas entre sus progenitores.

    Estoy oyendo y leyendo cosas atroces del tipo de “se lo merece”. ¿Y que coño sabes tú, que coño sabemos nadie si se lo merece o no? ¿Acaso hemos vivido y dormido con ellos durante su relación?. Pero además, ¿quienes somos nosotros para juzgar lo que se merece o no cualquier persona sin tener la más mínima idea lo que íntimamente hayan vivido y a los que no conocemos? Deberíamos preguntarnos si nos gustaría que nuestra fuera nuestra vida privada, nuestros fallos, errores, desgracias, la que estuviera expuesta ante el mundo. ¿No, verdad? Pues no deberíamos participar, ni celebrar, ni reírnos de la situación. Y no vale aquí la excusa de que es Shakira la que debería actuar de otra forma por sus hijos al menos. Yo puedo componer y publicar una canción como la que ella ha hecho pero si nadie la escucha... Pensemos en lo injusto que nos parecería a todos, que cualquier persona con la que nos relacionásemos, utilizara su profesión para “saldar cuentas” de temas personales, y además de manera pública. ¿Se imagina alguien que yo utilizara mis artículos de opinión para hacer daño escribiendo cosas íntimas que solo nos incumben a mi y a la persona objeto de tal daño?. ¿O que escribiera un guión y rodara un documental o una película que ridiculizara a una ex pareja?

    No es divertido. Es miserable. Pero más miserable y más penoso es todavía que haya una sociedad ávida de este tipo de acciones. Acciones que no dejan de enviar mensajes a niños y adolescentes de una forma de actuar socialmente aceptada y en la que muchos dirán para justificarlo que ganan dinero haciéndolo. Estoy completamente seguro de que Shakira acabará pidiendo perdón al padre de sus hijos, y a sus hijos por haberse reído de su padre. Nosotros deberíamos pedir perdón por ser tan inconscientes y ponernos a reflexionar y a leer un poco más a los clásicos, a los filósofos y a los místicos. Y comprenderemos que cuando para divertirnos necesitamos burlarnos de otro, humillar a otro, reírnos de las desgracias ajenas, y estar pendientes de las vidas privadas de otros... es porque estamos enfermos y nuestra vida es una mierda.

    15 ene 2023 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito