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Sol y sombra

    Ayer fue la fiesta nacional. Imagino que, para unos, más que para otros, pues mientras algunos siguen empeñados en disfrazar las hazañas de colonialismo, otros siguen obsesionados con reivindicar sus nacionalismos históricos para enrocarse en sus ausencias. No sé qué me alegra y qué me preocupa más. Porque, ¿sería España digna heredera de su historia si enterrase por un día sus rencores para celebrar sus conquistas? Piénselo ustedes. Y es que, al sur de los Pirineos, la distancia y la justicia son términos de semántica variable cuyo significado acostumbra a hacerse depender muy mucho de los anteojos con los que se miren.

    Hablando de justicia. ¿Qué mejor día para recuperar la cordura judicial que un 12 de octubre? Magistral la jugada de Lesmes. ¡De Tribunal Supremo! Aunque, vayamos más allá. ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuatro años después? Pero, sobre todo, ¿para qué? ¿Para volver a repartir entre el Ejecutivo los naipes del poder legislativo y vendernos luego, una vez más, que lo de la separación de poderes es una realidad? ¡Será en la casa de Lesmes! Porque, si bien es verdad que en la mayoría de los países vecinos la composición del órgano rector de los jueces se articula de manera similar, no es menos cierto que, mientras la baraja se siga repartiendo como ahora, la independencia de los jueces seguirá siendo una entelequia; algo que dista años luz de lo que debería ser o lo que se le presume.

    Y hablando ahora, como toca, de distancias. No sé medir bien qué trayecto fue mayor ayer, si los kilómetros que alejaron a la Princesa Leonor del epicentro de las celebraciones o el alcance de los abucheos al presidente que, previendo una ruptura en la barrera del sonido, plantó al jefe de Estado durante varios minutos. La distancia con el decoro y las formas de otras épocas y otros dirigentes, evidente desde hace tiempo, parece que se agranda por momentos. Y es que, en el país de la justicia y la distancia variables, parece que las formas cada vez también lo son más. ¿Está todo perdido?

    Les digo yo que no. Y es que en este país lleno de sombras también brillan muchos soles. Valgan como ejemplos todas las investigadoras, científicas y emprendedoras que, de la mano de la Universidad de Santiago y en el marco del proyecto Innovatia 8.3, el pasado martes presentaron en el salón noble de Fonseca sus spin off e iniciativas de base tecnológica. Y es que no todo es anís en este país del sol y sombra.

    13 oct 2022 / 01:00
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