Un mundo más cerrado
¿QUÉ mundo podemos esperar tras el regreso de la fuerza en las relaciones internacionales con el imperialismo ruso? Los humanistas burgueses querían cambios democráticos, reforma agraria y transformaciones sociales en Hungría en favor de los obreros. “Pero un día se presentó el Ejército Rojo y colonizó el país.” La presencia del ejército ruso en la Ucrania de nuestros días con ánimo de colonizar el país, masacrando a la población, destruyéndolo todo: fábricas, casas, hospitales... y dejando un reguero de cadáveres es asombrosa. Regresa el intento de someter la soberanía nacional de países limítrofes a la potencia militar rusa, a zonas de influencia y protectorado que aspiran a ser internacionalmente reconocidas y en las que Rusia tuviese las manos libres con total impunidad. El mundo se hace más peligroso mientras gobierne Putin.
Cabe esperar una crisis del mundo abierto de estas décadas tal y como lo conocemos que influirá también sobre nuestra vida cotidiana. Las libres exportaciones tecnológicas, los intercambios de estudiantes, la relajación de la seguridad, la fluidez en las relaciones internacionales, parecen haberse acabado... por un tiempo al menos. La dicotomía amigo-enemigo resucita contra el progreso mancomunado que requieren las naciones en un único mundo global. Lo que surge enlaza con lo anterior a 1989 y los países que habían quedado rezagados, aparecen ahora como adelantados de esta Guerra Fría y en la misma trinchera, por asociación natural entre sovietismo y despotismo autoritario no comunista, prosiguiendo sus vueltas en el círculo vicioso del desarrollo socialmente coartado. Nos espera un mundo de espacios más cerrados, donde el liberalismo tenderá a consolidarse y cohesionarse en los países más avanzados, es decir los que incentiven libertades y cohesionan la social. No sabemos qué papel puede tener China en tal mundo pues su prosperidad se basó en una globalización comercial y tecnológicamente abierta. Su progreso, trabado en último término por el autoritarismo, sería ahora el modelo de antiliberal como lo fue el socialismo soviético.