Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Vivero yihadista

    EL reciente asesinato de los periodistas David Beriain y Roberto Fraile en Burkina Faso es una de las consecuencias de la expansión de una multitud de grupos yihadistas que actúan en el Sahel, donde las autoridades de los países en los que campan tienen cada vez mayores dificultades para hacerse con el control total de sus territorios. Con el ISIS y Al Qaeda más o menos controlados en el Próximo y el Medio Oriente, los yihadistas han encontrado en los países subsaharianos el caldo de cultivo que permite su expansión, la pobreza, la existencia de estados fallidos, la falta de recursos y ejércitos mal preparados y peor dotados.

    El Sahel es para el conjunto de la Unión Europea, pero sobre todo Francia, que fue potencia colonial en la zona, y para España, que ha orientado el esfuerzo de sus misiones en el exterior hacia ese lugar por considerarlo prioritario en la estrategia de seguridad nacional, causa de la mayor preocupación dado que está formado por una franja de once países, en muchos casos sin que las autoridades locales tengan el control del territorio que los convierte en terreno abonado para todo tipo de tráficos ilegales, de armas, dogas, personas y también para la caza de especies protegidas, que es lo que trataban de documentar los periodistas españoles asesinados y el ecologista irlandés Rory Young, fundador de la ONG Chengeta Wildlife.

    Aunque los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra el yihadismo se centran en Chad –donde fue muerto en combate el presidente recién reelegido Idriss Déby–, en Mali se encuentra desplegada la misión comunitaria EUTM-Mali a la que nuestro país aportará uno de los principales contingentes de tropas de tierra y de transporte para la instrucción del ejército maliense y de apoyo logístico a la operación Barkhane que dirige Francia. El presidente francés, Emmanuel Macron considera que es imprescindible que Joe Biden se implique en la lucha contra el yihadismo en esta zona que quedó completamente olvidada por su predecesor Donald Trump.

    Estas intervenciones militares suelen ir acompañadas de otras acciones diplomáticas y del incremento de fondos para ayuda humanitaria, estabilización y desarrollo económico y social, “centrándose particularmente en la educación, la salud y el acceso a servicios básicos para toda la población en la integridad del territorio”, como recoge la declaración conjunta sobre la lucha contra el terrorismo, los tráficos ilícitos y la violencia firmada hace poco más de un mes por España, Alemania, Francia e Italia.

    Pero el esfuerzo es siempre menor de las necesidades y no llegan con la potencia necesaria a los territorios que sirven de base a los yihadistas que en un principio eran grupos dispersos pero que han ido forjando alianzas para aumentar su fuerza, aunque también son frecuentes los enfrentamientos entre sus distintas facciones. El asesinato de los periodistas españoles fue reivindicado por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM), que junto al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en Mali y Níger, son los principales grupos terroristas en la zona.

    09 jun 2021 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito