Ya en febrero

ESTAMOS ya en el mes de febrero y la pandemia sigue. La que ha sido reconocida como tercera ola coincide con un invierno lluvioso en el que los días pasan con la falta de luz habitual en estas fechas. Siguen siendo muy altos los contagios, los hospitales trabajan esforzadamente en paliar este mal y, en muchas casas, el confinamiento, obligado en tantos casos por la posibilidad de una infección, supone un triste panorama al que añadir la necesidad, colectiva, de cuidarnos, de aislarnos, de no desplazarnos a otros lugares...

El que las vacunas empiecen a ser dispensadas atenúa algo esa sensación de malestar colectivo en la que ya llevamos inmersos meses. Resulta, en todo caso, esperanzador el saber que Galicia está preparada, cuando se pueda, para vacunar a cien mil personas diarias, según ha informado el presidente de la Xunta. Ahora solo hace falta contar con las dosis suficientes, algo que está siendo la incógnita que nos preocupa a todos.

Nos alienta, en tanto, que Europa haya reconocido la validez de varias, ya en uso, y la posibilidad de que las alternativas que se aportan, tanto desde Rusia como desde China, puedan llegar a ser, también para nosotros, una efectiva solución, quizás a recibir muy pronto. En un mercado, con diferentes opciones, compitiendo, sería muy deseable que, muy pronto, el problema deje de ser la existencia de dosis suficientes y tan solo quede distribuirlas, en abierta competición entre todas ellas.

Y, llegados a ese punto, Galicia parece ser que puede hacer este trabajo en ocho
o diez semanas. Ojalá que sea muy pronto. Lo que
ahora nos corresponde es esperar, ser prudentes, vivir cada día esperando mejores noticias que las que tenemos cada día. Y, poco a poco, volveremos, por qué no, a la normalidad.