La Meca

Apenas un puñado de fieles musulmanes acudieron este miércoles al recinto religioso de su ciudad santa tras regresar de los rituales del Tashriq, que se celebran durante la festividad de Aíd al Adha, lanzando piedras contra unas columnas que representan al diablo en el valle de Mina, un rito que debe completarse antes de terminar el retiro religioso. Las restricciones provocadas por la pandemia dejaron esta imagen tan paco habitual aunque en 2021, a diferencia de lo que ocurrió el pasado año, las autoridades saudíes sí que dejaron peregrinar. Fueron más de 60.000, según fuentes oficiales, los que acudieron a apedrear al diablo. A cada uno de ellos se les entregó piedras desinfectadas para la supuesta lapidación.