Antía Jácome, aspirante a pionera en los Juegos Olímpicos de Tokio

PERSEVERANCIA La gloria está reservada para quienes la persiguen sin dudar. No hay un secreto, sino una receta que pasa por la cultura del sacrificio y el esfuerzo, la cual ha de ser aliñada con gotas de fortuna. La primera parte depende de uno mismo, no así la segunda, pero la suerte siempre rondará más cerca de aquellos que se afanan en buscarla. En esas se mueve Antía Jácome, promesa pontevedresa del piragüismo español. Formando pareja con la vallisoletana Patricia Coco en el C2 500 se quedó a las puertas de la plaza olímpica en el Mundial. Antía no se rindió y siguió trabajando. Por delante le esperaba el Preolímpico, pero el covid-19 se cruzó en su camino para posponerlo un año. Ella, mientras, sigue a lo suyo. El miércoles regresa a Sevilla para seguir entrenándose. Tokio la espera en el debut olímpico de la canoa femenina.