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El alcalde de Mariúpol denuncia una gran fosa común con hasta 9.000 cadáveres

Sería el mayor crimen de guerra del siglo XXI, con veinte veces mayor tamaño que la de Bucha // Los dos mil resistentes en la acería conviven con muertos y heridos, sin agua ni suministros

Si llevamos días acostumbrados a ver la destrucción material que ha sufrido la industrializada ciudad de Mariúpol, donde todo ha quedado reducido a cenizas, en los próximos días el impacto psicológico podría ser mucho peor, pues, ahora que las tropas rusas ya han tomado el control de la ciudad por completo (a excepción de la acería de Azovstal), la masacre de civiles está al orden del día. Este mismo viernes el alcalde de Mariúpol informaba del hallazgo de una gran fosa común.

Según sus estimaciones, realizadas gracias a imágenes de satélite de la zona proporcionadas por la empresa estadounidense Maxar Technologies, esta fosa sería la más grande de las que se encontraron hasta ahora en toda Ucrania, pues en ella podrían haber sido enterradas entre 3.000 y 9.000 cadáveres. Y es que el tamaño de la misma multiplicaría por veinte el de la fosa encontrada en Bucha, cerca de Kiev, en la que aparecieron cientos de cadáveres enterrados tras la retirada de las tropas rusas y que conmocionó al mundo.

“En las fotos (tomadas) por Maxar el pasado 9 de abril, el sector de la fosa común en Mangush (en el área de Mariúpol) es 20 veces más grande” que la de Bucha, explicó Boychenko en su cuenta de Telegram. Los rusos “cavaron nuevas trincheras y las llenaron de cadáveres a diario durante todo el mes de abril. Nuestras fuentes informan que, en tales tumbas, los cuerpos se colocan en varias capas”, aseguró el primer edil.

Para Boychenko, de confirmarse, este sería “el mayor crimen de guerra del siglo XXI”. “Este es el nuevo Babyn Yar. Hitler luego mató a judíos, gitanos romaníes y eslavos. Y ahora (el presidente de Rusia) Putin está destruyendo a los ucranianos”, aseguró, añadiendo que “ya ha matado a decenas de miles de civiles en Mariúpol y esto reclama una fuerte reacción de todo el mundo civilizado”. “Algo tiene que detener el genocidio”, clamó el alcalde.

En este punto, cabe recordar que ya a mediados del mes de marzo, pocas semanas después del inicio de la invasión (el 24 de febrero), los servicios públicos de la ciudad de Mariúpol habían enterrado a unas 5.000 personas en varias zonas de la misma y en barrios periféricos. Según algunas estimaciones, el número total de muertos por parte del ejército ruso en Mariúpol podría sobrepasar en estos momentos las 22.000 personas.

Además, la dirección general de Inteligencia del Ministerio del Interior ucraniano aseguró que las tropas rusas instalaron trece crematorios en la ciudad para eliminar cuerpos de civiles muertos, liquidando así a todos los testigos de las atrocidades.

Así, de lo que en su día fue una gran ciudad de casi 500.000 habitantes (la décima más grande de Ucrania), no queda hoy nada. Su población no supera ahora ni tan siquiera los 120.000 residentes (cifras aportadas por Zelenski), que viven en unas condiciones infrahumanas en medio de la destrucción provocada por los bombardeos, que han terminado con más de un 80 % de su superficie.

Pero, ¿por qué tanto interés por parte de Rusia por controlar esta ciudad? Pues porque les sirve de pasillo para sus tropas entre la península de Crimea, tomada en el año 2014, y el Donbás, la región prorrusa en el este del país en la que Rusia está ahora centrando los bombardeos para hacerse con el control.

KIEV DEFIENDE QUE LA CIUDAD AÚN NO ES RUSA. Con todo, y pese a que la superioridad rusa sobre la zona es evidente, Kiev asegura que Mariúpol todavía no es rusa, ni lo será hasta que caiga el último reducto de resistencia: la planta metalúrgica de Azovstal, donde hay acinados unos 2.000 soldados junto a varios cientos de civiles. Todos ellos permanecen atrincherados en el vasto complejo siderúrgico de 11 kilómetros cuadrados de extensión.

Sea como fuere, lo cierto es que la situación de los ucranianos en la acería no es nada halagüeña. Un defensor que está atrincherado allí, Svyatoslav Palamar (perteneciente al controvertido regimiento de Azov, originalmente grupo neonazi de extrema derecha), declaró ante la televisión británica este viernes que gran parte de la instalación ya está destruida y que hay muertos y heridos. Con todo, afirma que lograron repeler ya más oleadas de ataques rusos.

“Siempre digo que mientras estemos aquí, Mariúpol permanecerá bajo el control de Ucrania”, afirmó. Los ataques, según Palamar, habrían sido perpetrados contra la planta siderúrgica desde buques de guerra, arrojando bombas “destructoras de búnkeres”. “Todos los edificios en el territorio de Azovstal están prácticamente destruidos” y “tenemos heridos y muertos conviviendo en los búnkeres y a algunos civiles atrapados bajo los edificios derrumbados”, dijo.

La cadena británica puntualizó que, aunque no ha podido verificar los relatos del ucraniano, estos coinciden con el testimonio a principios de semana de un comandante de la marina ucraniana, que dijo que los combatientes eran superados en número y se estaban quedando sin suministros.

Según la inteligencia británica
La idea de Putin: no tener más bajas y derivar tropas al Este

··· Tras anunciarse la toma de la ciudad de Mariúpol el jueves, el presidente ruso, Vladimir Putin, paralizó el asalto a la planta de Azovstal, únicamente sometiéndola a bloqueo, según él mismo anunció. ¿Por qué? La decisión de Putin indicaría, probablemente, un deseo de contener allí a la resistencia ucraniana de Mariúpol y de poder liberar a las fuerzas de Rusia para que sean desplegadas en otras partes del este de Ucrania. Así lo apunta al menos el último parte británico de inteligencia.

··· Un asalto terrestre completo por parte de Rusia en la planta podría incurrir en bajas rusas significativas, lo que disminuiría aún más su efectividad general de combate, de acuerdo con el parte divulgado este viernes por el Ministerio británico de Defensa. Y es que en el Donbás, donde continúan los intensos bombardeos en busca de más avances, todos los refuerzos son bienvenidos. De hecho, para reponer fuerzas, el Kremlin está regresando a Rusia el equipamiento dañado e inútil, para tener tiempo a repararlo y poder devolverlo cuanto antes al campo de batalla.

23 abr 2022 / 00:00
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