La redada mortal israelí en Cisjordania desata una nueva espiral de violencia
Al menos ocho judíos fallecieron en un tiroteo contra una sinagoga de Jerusalén en una acción en respuesta a la muerte de diez palestinos
La violencia alcanza a Israel. Un atentado a las puertas de una sinagoga de Jerusalén dejó anoche al menos ocho muertos israelís y varios heridos. El atacante, que fue neutralizado, es originario del campo de refugiados de Shuafat en Jerusalén Este y llegó en automóvil a las inmediaciones del edificio y disparó contra los fieles.
El planeta observa compungido hacia los territorios ocupados palestinos. Después de que este jueves su ciudadanía sufriera una de las jornadas más letales de los últimos años, con 10 muertos por fuego israelí, la tensión crece en la frontera con Gaza. Durante la madrugada de ayer, varios cohetes fueron lanzados desde la Franja de Gaza siendo respondidos por los aviones de combate israelís sobre «una base militar utilizada por la organización terrorista Hamás». Días antes de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, los palestinos se suman en su duelo con una huelga general.
Por ahora, ninguna milicia se ha atribuido los ataques. Tampoco en la Franja de Gaza se han registrado heridos por los más de 14 proyectiles caídos desde los aviones israelís. «La resistencia en Gaza tiene la mano en el gatillo y no está aislada de lo que está sucediendo en Cisjordania», advirtió Sheikh Saleh al Arouri, jefe adjunto del buró político del movimiento islamista Hamás, antes del lanzamiento de los cohetes.
Una «masacre». Al Arouri se refería a la «masacre» que se vivió el jueves en la ciudad de Yenín, tal y como la ha descrito la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Las fuerzas israelís mataron a nueve palestinos durante una redada en esta ciudad al norte de la Cisjordania ocupada. La resistencia palestina respondió a la violencia de los soldados que posteriormente se cobró otra vida en una protesta contra sus acciones en Ramala y dejó una veintena de heridos, cuatro de ellos en estado grave. A modo de respuesta, la ANP dio por terminada la coordinación en Seguridad con Israel y llamó a todas las facciones palestinas a actuar juntas.
«La coordinación en seguridad ya no existe a partir de ahora», anunció Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino Mahmud Abás. Este acuerdo de seguridad permite a la ANP mantener el orden en Cisjordania y
prevenir ataques contra Israel. Este tipo de respuesta ha sido usada en numerosas ocasiones como protesta. La congelación de la cooperación entre ambas autoridades suele durar poco, ya que beneficia a la palestina y la israelí presiona para mantenerla, de la mano de EEUU. La ANP tiene un control limitado sobre algunos enclaves de la Cisjordania ocupada y sus fuerzas cuentan con muy poca autoridad en bastiones militantes como el campamento de refugiados de Yenín, donde tuvo lugar la matanza.
REUNIÓN URGENTE DE LA ONU. Desde Ramala, las autoridades palestinas solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Emiratos Árabes Unidos, China y Francia insistieron en la urgencia de este encuentro. Estados Unidos, a su vez, pidió «una desescalada y calma». Anthony Blinken, secretario de Estado de la administración Biden, tenía prevista una visita este lunes para reunirse con el nuevo gobierno de extrema derecha de Israel y con funcionarios palestinos.
El mandatario israelí, Binyamín Netanyahu, pidió el jueves a su Ejército estar preparado para «cualquier escenario». «Después de evaluar la situación de seguridad, el primer ministro expresó su agradecimiento por el coraje y el ingenio de los combatientes que frustraron ataques que podrían haber costado muchas vidas», indicó en un comunicado.
Ya hay más palestinos muertos por fuego israelí que días en este 2023. Al menos 30 palestinos han sido asesinados por las fuerzas hebreas. 2022 marcó el triste récord de muertes en tres lustros, con 165 palestinos asesinados.