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Made in England

Desconozco si la monarca con el reinado más largo de Inglaterra tenía alguna referencia de primera mano de Galicia. Que se sepa aquí no estuvo, ni a título privado.

Sí mantuvo relación con el Vaticano pese a que su país rompió con Roma en el s. XVI por los rifirrafes de Enrique VIII con el papa. Con todo, Isabel II fue recibida por Pío XII (1951), Juan XXIII (1961), Juan Pablo II (1980 y 1998) y Francisco (2014). Además, tuvo a bien saludar en Gran Bretaña a Juan Pablo II (1982) y a Benedicto XIV (2010).

Su lejana predecesora, gran soberana luterana, Isabel I (1533-1603), tampoco estuvo en Galicia, pero sí sus huestes y generales. Es sonado el corsario Francis Drake, quien arribó en Baiona, asaltó poblados, derribó edificios e hizo otros estropicios.

Frente a estos ataques y también en respuesta a la expansión del anglicanismo y otros movimientos reformistas, Felipe II intentó parar el avance creando la Armada Invencible, apoyado, entre otros, por el arzobispo de Santiago, Juan de Sanclemente, y el cabildo compostelano.

El resultado fue un desastre para España y de alcance para Galicia. Parte de las reliquias del templo apostólico, según documentos de la catedral de Ourense, fueron trasladadas a dicha iglesia. Por contra, las del patrón de España y sus dos discípulos, se ocultaron con sigilo y por la noche detrás del altar principal, bien selladas y enterradas, no siendo redescubiertas hasta 1878-1879. Para no dar pistas ni crear suspicacias, López Ferreiro, actor principal de ese hallazgo, cuenta que el prelado vio sobre ellas un inusitado resplandor y exclamó: Dejemos el Santo Apóstol, que él se defendió, y nos defienda.

Galicia era fácil territorio de saqueo. Apenas estaba poblada dada la muerte de sus hombres en guerras o enfermedades como la peste. En Compostela, considerada como principal emporio de la superstición papal, vivían «irlandeses católicos» enviados a la universidad y alojados en el antiguo Colegio de los Irlandeses (Rúa Nueva).

Se cree que, por entonces, otros «católicos exiliados» por Enrique VIII, padre de Isabel I, trajeron una talla mariana, conocida como «Virgen Inglesa», que se encuentra en S. Martín Pinario. No hay documento que desdiga esa tradicional versión. El Made in England no figura, pero se le supone y, sea historia o leyenda, así forma parte de nuestra historia.

Está en un retablo que gira en torno al dogma de su virginidad y, por tanto, a la Inmaculada Concepción y Asunción al cielo. En tan poco espacio figura su familia de sangre y sus firmes valedores, siguiendo un ideario no escrito pero potenciado desde el Concilio de Trento (1545-1563), otro de cuyos fines era contrarrestar la Reforma luterana y la de movimientos religiosos similares.

En el retablo no faltan Joaquín y Ana promocionados desde entonces como padres de María. También está su sobrino y precursor del Mesías, Juan Bautista. Su esposo y protector, José, lleva el Niño en brazos, cubierto con un paño, sin tocarlo. Y hay dos santos marianos: Domingo de Guzmán, propulsor del Rosario e Ildefonso de Toledo, que recibe la casulla de manos de la Virgen como premio a su defensa virginal.

Encima, la Coronación y, en lo más alto, S. Gabriel, con la filacteria Ave María Plena, aludiendo a su concepción divina. En el centro, la luna, distintivo de la Virgen: Quasi luna plena in diebus suis lucis (Como la luna llena en los días de plenilunio).

Hay dudas sobre la autoría del conjunto, aunque asume las responsabilidades Fernando de Casas (ca. 1742), y fue realizado como espejo del dedicado a S. Benito -fundador de la orden del monasterio- y a los creadores de las órdenes monacales de Santiago.

La talla mariana, repintada en el barroco, por su expresión y otras similitudes bien pudo ser realizada hacia el año 1400.

En el Museo de la Catedral hay otra tabla de S. Ildefonso con la casulla regalada por la Virgen, que pertenecía a la sillería del coro de 1604 de Davila y Gregorio Español, retirada en 1945, llevada a Sobrado, restaurada en 2004 y en parte reubicada en la tribuna de S. Martín Pinario.

Igualmente hay retazos de la Armada Invencible, como el Gallardete de Lepanto, ofrenda de Juan de Austria en 1571. Se exhibía antes de 2009 en la nave central del templo, en fechas muy señaladas.

¡Vueltas que da la vida y con ella tantas reliquias y obras de arte! Peor sería perderlas o que acabaran tan desubicadas y maltratadas que no fuera posible reconocerlas ni recomponer su historia. Tarea tienen las instituciones y todos a la par para que eso no ocurra. Es un patrimonio no solo bello sino testigo de nuestra historia y ancla del futuro.

¡Vaya si da juego en Santiago este funeral de la soberana! Prensa y tertulias de cotilleo a lo más se centran en la moda gallega de los actuales retoños royals ingleses y sus madres.

¡Que Dios tenga en su seno a la Queen! and «God save the King!» con música de Händel, claro, seguida del Sicut cervus de Palestrina que es texto apropiado y trae a la cabeza escenas de The Crown.

14 sep 2022 / 01:00
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