Cartografía de riesgo del COVID en Galicia que analiza incidencia y evolución
Santiago. La Universidade de Santiago (USC) desarrolla con el apoyo de la Xunta una cartografía de riesgo de la COVID en los espacios rurales y urbanos de Galicia que permite analizar la incidencia territorial de la pandemia y su evolución con la llegada de la vacuna.
Esta iniciativa, explica la Xunta, que contó con una ayuda de casi 71.000 euros, representa uno de los ocho proyectos innovadores seleccionados en la convocatoria del Gobierno gallego en mayo del pasado año para buscar soluciones y herramientas que contribuyesen a hacer frente a la situación generada por la pandemia. El equipo investigador, encabezado por el profesor Ángel Miramontes Carballada”, del departamento de Geografía de la USC, junto con el ingeniero José Balsa Barreiro, investigador del Massachusetts Institute of Technology, y la economista Inés Guzmán, “lideraron esta iniciativa y coordinador al amplio equipo multidisciplinar que a lo largo de todos estos meses ha participado en el proyecto”.
Los responsables del proyecto explicaron que su objetivo es analizar cual es el comportamiento espacial de propagación en Galicia, con el fin de conocer dónde se localizan los principales focos de contagios, con qué factores territoriales se relaciona y cuales son los espacios clave de actuación para frenar la propagación, además de identificar los patrones observados. De este modo,se se puede elaborar una cartografía de riesgo con “información relevante”, concreta la Xunta, que se le envía al Sergas para la toma de decisiones “orientadas a poner freno a la transmisión del virus y adelantarse, en la medida de lo posible, a los rebrotes. Al respecto, señaló que se trata de un “proyecto vivo”, que se “fue enriqueciendo con el tiempo”, y en el que se han introducido nuevas variables, como los datos de vacunación, que “permiten analizar la incidencia territorial en la llegada de la vacuna y el cierre de la situación de la pandemia”.
La Xunta subrayó que, en total, destinó unos 14 millones en actuaciones para hacer frente desde la investigación y la innovación a la pandemia, como la extensión en seis meses de los contratos a investigadores predoctorales y posdoctorales o ayudas destinadas a proyectos de investigación sanitaria. REDACCIÓN