¿Cómo ha sido la reapertura de los locales este lunes?

“En nuestro caso la fecha de apertura de la peluquería se retrasó hasta este lunes 25 porque nuestros 3 establecimientos en Galicia se encuentran en centros comerciales”, explica Ingrid Velasco, responsable de operaciones de Fashion Kids. Cuenta que, entre las medidas excepcionales de protección, implementaron el uso de “pantallas faciales para todos nuestros empleados”, ya que “atendemos principalmente a niños e, independientemente de que las mascarillas sean obligatorias o no, muchas veces es díficil ponerle la mascarilla a un niño pequeño”, por eso, “aunque en una peluquería convencional no sería tan imprescindible el uso de esta medida de protección, en las nuestras sí”. “Pese a mantener la distancia de seguridad de 2 metros, las reacciones de los niños son impredecibles”, apunta Ingrid.

Esta peluquería permanecía cerrada desde que comenzó el confinamiento, el pasado 13 de marzo y, aunque reconocen que “fue difícil, al igual que para casi todas las empresas pequeñas y autónomos”, ellos tuvieron la suerte de “tener muy buena respuesta por parte de los clientes”. “Llevamos abiertos muchos años (4 en Santiago, 6 en Vigo y 13 en Coruña) y tenemos unos lazos muy fuertes con nuestra clientela, tenemos su confianza y nosotros también confiamos en ellos, por lo que pensamos que esto va a quedar como un paréntesis que nos ha afectado a todos en general, pero que siendo fuertes vamos a resistir”, dice Ingrid.

Por lo que respecta a otrasmedidas de prevención, la responsable de operaciones de Fashion Kids indica que “vamos a mantener muy a rajatabla el tema de la limpieza y el aforo, evitando las aglomeraciones”. Además, “ponemos mascarillas a disposición de los clientes que no la traigan”. “Ya teníamos un protocolo de desinfección bastante exhaustivo, pero lo hemos intensificado para evitar el contacto físico en la medida de lo posible”, indica. “También optamos por aumentar la higiene de manos, con la utilización de geles hidroalcohólicos”, afirma. Á.P.

La reputada pastelería El Parque de Monforte, que también funciona como cafetería, tras dos meses de inactividad, reabrió ayer sus puertas al público. Lo hace, de manera provisional, solo en horario de mañana, de 8 a 14 horas. Rubén Moure, gerente del establecimiento, señaló que la sensación de la jornada, pese al aforo reducido, “ha sido buena, dentro de las expectativas que teníamos y con solo dos empleados activos, de los cinco de plantilla”. Agrega, “no me quejaría, para empezar, si todos los días fuesen como el de hoy. La gente ha respondido muy bien”.

En lo que atañe a la actividad de la sección de pastelería, Rubén comentó: “veo que a la gente le apetece endulzar un poco su vida y hay hambre de dulces y de celebraciones de fiestas familiares como cumpleaños, santos o aniversarios que se quedaron en el tintero por causa del confinamiento. Hemos tenido varios encargos en este sentido”.

Por lo que se refiere a las perspectivas de cara al verano, este confitero monfortino explica: “nos gustaría volver a coger el ritmo que teníamos antes del estado de alarma y poder incorporar al resto de personal que está en un ERTE. Eso sería una muy buena señal e indicativo de que las cosas vuelven a funcionar”. Al respecto de la normativa sanitaria que debe aplicar en su local, comenta que, aunque en principio los recortes de aforo parezcan algo excesivos, “soy una persona a la que le gusta cumplir las normas y hemos rebajado el aforo del local hasta el 40% de su capacidad”. “Por prudencia es mejor prevenir que curar para recobrar la normalidad y cumpliremos las normativa con rigurosidad”, añade. A sus clientes les aconseja hacer los encargos de repostería por teléfono o en persona para un mejor servicio. A.ARNÁIZ

Con cierto temor al riesgo levantó de nuevo la persiana el autónomo Adolfo López Cabrera, quien regenta Tierra de Fuego, un tienda de artesanía y decoración ubicada en la Cidade Vella herculina, de poco más de 100 metros cuadrados. En la semana pasada hizo la desinfección. “Tenemos espacio suficiente para que tres personas mantengan una distancia prudente por encima de los dos metros”, comenta.

Ahora le toca recuperar clientes. “Nuestra época buena va de mayo a noviembre, cuando se producen las escalas de cruceros y las llegadas de excursiones en autobús a la ciudad”, señala. Entonces, a veces, había hasta 9 ó 10 personas a la vez, pero “normalmente no es una tienda de entrada masiva”, dice

También espera “la devolución de la cuota de autónomos de marzo y abril, y tuve que acceder a un microcrédito del ICO porque el colchón no me llega”, asegura.

En cuanto al futuro, expresa sus dudas: “Iremos despacio, pero el pronóstico para este año es bastante duro; será en octubre o noviembre cuando sepamos como nos van”, valora. “Por ahora toca reducir todo lo posible los gastos, y hablar del alquiler con la inmobiliaria”, aunque espera que el Concello, como lo hicieron otros del área metropolitana, “nos ayuden en esas cuotas del alquiler”.

“Nada será igual ni se va a parecer a otros tiempos pasados”, opina, y recuerda la crisis anterior: “en la de 2008 que la notamos hasta bien pasado 2012 nunca se logró una recuperación total”.

Además “años atrás, las ventas iban fluyendo en todas las estaciones, pero ahora, de mayo a septiembre tenemos entre el 60% y 70% de todas, y después un pico alto en la navidades”. “Mantener el negocio vivo me provoca incertidumbre, y el invierno va a ser duro, muy duro”, sentencia Adolfo. A. MARTÍNEZ

“Teníamos muchas llamadas y al reabrir fuimos devolviéndolas por orden, ya que durante el confinamiento seguí atendiendo aquellas consultas más urgentes que tenían gran dolor”, relata el doctor Manuel Sánchez-Andrade, de la Clínica Provindental de Pontevedra. “No reabrimos antes porque no ha sido hasta ahora que la gente parece más preparada para afrontar la situación, mucho más concienciada y sin el miedo del principio”, indica.

Asimismo, tras 2 meses cerrados, denuncia que “nos hemos visto totalmente desamparados por parte del Colegio de Dentistas de Pontevedra, que ni a mí ni a mis compañeros de profesión nos proporcionó el material necesario para desempeñar nuestra actividad, como sí hicieron otros colegios”. “No tuvimos su ayuda, así que nos hemos arreglado como hemos podido, consiguiendo medios necesarios para reabrir por nuestra cuenta, como cualquier otra persona de la calle”, asegura, y añade que “en mi clínica yo mismo doné los guantes estériles, las mascarillas y las batas deshechables para atender con toda seguridad”.

En el sector de la odontología, el doctor Sánchez-Andrade explica que, “por mucho que digan que la distancia de seguridad es de 2 metros, tú tienes que permanecer prácticamente encima del paciente un tiempo prolongado, o sea, que si este tiene algo, tú eres muy propenso a poder contagiarte”.

Por eso, sobre medidas de protección, apunta que están siguiendo las recomendaciones del Consejo General de Dentistas. Principalmente consisten en cambiar cada 2 horas las mascarillas quirúrgicas, usar guantes, bata y protección ocular ajustada, proceder a un minucioso lavado de manos antes y después de atender al paciente y desinfectar superficies. Á.P.

La deseada vuelta al trabajo no resultó sencilla para nadie, aunque sí dejó un buen sabor de boca para aquellos hosteleros o comerciantes que volvieron a saludar a sus clientes. Es el caso de Pilar Fernández Gago, que dirige el mesón O Polígono en O Milladoiro. Y aunque es cierto que se reencontró con usuarios asiduos, también echó de menos a mucho otros.

Esta cesureña, que dirige el establecimiento con su marido, Lucho Cordo, reconoce que no fue una vuelta al trabajo normal. “En el polígono hay empresas que todavía no abrieron, otras tienen a gran parte de su plantilla practicando teletrabajo y en otros casos impusieron la jornada única lo que significa un bajón en el número de clientes ya que unos no vienen y otros comen en casa. El cambio de modalidad en el trabajo provocado por el coronavirus reduce clientes en los bares de los polígonos”.

Los menús del mesón O Polígono cuentan con una merecida fama tanto por su sabor como por su cantidad y por una destacada relación calidad–precio. Sin embargo, en esta nueva apertura sus responsables detectan la ausencia de clientes potenciales al estar el polígono a medio gas. Para paliar ese inconveniente, elaborarán menús para llevar los fines de semana de mayo y junio.

Y la falta de gente no se detecta solo en el momento de la comida. “A la hora del café no se nota tampoco el ambiente de antes”.

La ausencia de sus clientes habituales fue fundamental para que “el 40 por ciento del local fuera más que suficiente en esta primera jornada, aunque esperamos poco a poco recuperar la normalidad ya que estamos deseando trabajar con la totalidad de la plantilla porque de momento solo rescatamos del ERTE a una cocinera”, indica Pilar Fernández. m.b.

Después de más de dos meses sin actividad, ayer reabrió sus puertas Cosméticos Mónica, al igual que otras tiendas y comercios ubicados en el Centro Comercial Finisterrae, de Cee.

El reencuentro con los clientes fue “muy positivo”, según Mónica Lamela, gerente del espacio especializado en productos de cosmética, ya que además “de que vino bastante gente, todos se comportaron muy bien, respetando las normas para garantizar la seguridad sanitaria”, afirmó.

Muchas eran clientas habituales del establecimiento, “aunque también vino gente que no lo era”, señaló Lamela. Uno de los productos más demandados en la jornada de ayer fueron los tintes de pelo, “pues tras más de más dos meses sin teñirse ya tocaba y, de hecho, la pasada semana ya había recibido varias llamadas para que se los reservase”.

No obstante, también se notó la demanda de otros productos como secadores y perfumes. Además, entre las numerosas personas que ayer pasaron por su establecimiento había muchos profesionales de peluquería que esperaban como agua de mayo poder recoger los encargos para sus salones.

Un buen comienzo que, Mónica Lamela confía en que pueda consolidarse de cara al futuro, pues es optimista y cree que “si se consolida la mejoría y superamos esta situación la expectativas son buenas”.

Con el fin de garantizar la máxima seguridad a sus clientes, dotó a su establecimiento con los sistemas de protección más avanzados para prevenir contagios: agua ionizada, plasma iónico, limpieza de manos con desinfectante, mascarillas y mamparas y señalización de las distancias de seguridad.

Unas medidas que, unidas a la concienciación y responsabilidad de los clientes, contribuirán a recuperar, poco a poco, la normalidad que se vivía antes de la llegada de la pandemia del Covid-19. De momento, las tiendas y comercios del centro comercial de Cee se sumaron ayer a esa esperada y ansiada “nueva normalidad”. J. M. R.