El operativo antiincendios de Galicia se amoldará al nuevo escenario post-covid

Santiago. La alerta sanitaria no acaba con el riesgo de los fuegos forestales en la estación estival, que está llamando a la puerta y el panorama que se presenta no es nada alentador. En esta tesitura, a los terrenos agrícolas abandonados se une este año una vegetación especialmente frondosa y abundante maleza. Las campañas de prevención de incendios forestales con una alarma sanitaria activada implican sin duda alguna un nivel de exigencia muy superior. La pandemia ha obligado a modificar estrategias para combatir el fuego.

En Galicia temen lo que pueda ocurrir con la llegada del verano y las altas temperaturas. La labores de prevención, principalmente la limpieza de vegetación en las denominadas zonas sensibles, no comenzó cuando debería. Hubo que esperar a bien entrado mayo, al día 18, para el inicio de estas tareas de desbroce y tales labores se prolongarán hasta el 13 de julio siempre y cuando las condiciones climatológicas lo permitan.

La Xunta reservó una partida de 30,5 millones de euros para actuaciones preventivas de silvicultura, creación de infraestructuras de defensa, e intervenciones de mejora de la gestión forestal y de sus producciones con la finalidad de incrementar el valor del monte y defender las viviendas.

Montes, terrenos y franjas secundarias, que son los 50 metros que rodean las casas y los núcleos de población y que deben estar libres de especies árboreas y arbustivas, son el objetivo de esas actuaciones.

El plan de prevención y defensa, el Pladiga, que ha incluido esta novedad y que se aprobará este mes, contempla asimismo la adquisición de dos nuevos aviones que subirán a 28 la dotación aérea para la extinción; recoge que los efectivos fijos discontinuos, más de mil, permanecerán seis meses sobre el terreno, y no cinco como en la campaña anterior; y detalla los protocolos necesarios para garantizar el trabajo en condiciones óptimas de seguridad y de higiene.

La asociación profesional de bomberos forestales, Apropiga, lamenta que la tendencia a “convertir todo”, -superficies agrícolas y forestales-, en monocultivo de eucalipto, “una especie claramente pirófita”, no se haya frenado ni con la pandemia de covid-19.

Su portavoz, Sebastián Hernández, ha señalado a Efe que se debe poner fin a esa tendencia y que hay que incidir en una prevención real, como norma. De su colectivo, opina además que deberían ser considerado un servicio de emergencias “integral”. “Esto es, si somos los que mejor conocemos el monte, pues que por defecto se nos avise para todo, no que se pidan voluntarios”. Este profesional incluye en su reclamación todo tipo de emergencias, como nevadas, temporales y búsqueda de personas.

La razón que argumenta su demanda es que creen haber demostrado su buen hacer con las desinfecciones, en la actual crisis sanitaria, y con la misma profesionalidad que muestran cuando frenan el paso avasallador de las llamas en los montes.

7.000 EFECTIVOS. El Pladiga para este verano de 2020, que contará de nuevo con 7.000 efectivos se adaptará al escenario post-covid. Pese a contar con el mismo número de efectivos, se refuerza la presencia de los mismos al ampliar “por primera vez” sus contratos a seis meses ya que en 2018 y 2019 eran únicamente de cinco.

Galicia engrosará los medios aéreos con los que contaba en la actualidad incorporando dos nuevos aviones. De este modo, esta temporada estival estarán operativos 28 medios aéreos entre aviones y helicópteros, 17 del Gobierno central y 11 del autonómico.

También se han adquirido once nuevas motobombas y se cederán cinco a los ayuntamientos.

Todas las novedades se adaptarán a las condiciones establecidas por la emergencia sanitaria, con la incorporación de los protocolos necesarios para garantizar el trabajo del personal en condiciones óptimas de seguridad e higiene.

En lo referente a las mejoras tecnológicas, se mejora la visualización actualizada de imágenes vía satélite; la compartición de pantalla entre varios usuarios; o la implementación de formas o siluetas provisionales de evolución del fuego allá donde se desata. ECG