Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Hay vigilancia policial las 24 horas para las vacunas en Santiago

Patrullas de la Autonómica custodian de forma constante los viales que llegan a Biorepos: quiere evitar robos o destrozos

“Vamos a presenciar robos, allanamientos de almacenes y ataques durante el transporte y en los lugares donde se almacenen las vacunas”. La alerta la lanzó el alemán Jürgen Stock, secretario general de Europol en la revista Wirtschaftswoche, a finales de diciembre cuando se iniciaba el reparto de los inmunizadores en Europa.

Ante esa posible amenaza y la advertencia policial, que se completó con otra alerta amarilla desde la sede central de Interpol, todos los países de la UE establecieron planes preventivos para impedir los asaltos de grupos negacionistas y, sobre todo, luna hipotética actuación de mafias criminales procedentes de los países del Este, dispuestas a todo para hacerse con uno de los materiales más preciados que hay hoy en el mundo: los servicios de Inteligencia habían detectado movimientos en un floreciente mercado ilegal en la denominada Deep Web, la internet profunda.

España no se quedó atrás y activó un plan para evitar el robo de vacunas o sabotajes durante su reparto inicial. Todo funcionó a la perfección pero la amenaza sigue latente no en vano durante estos meses se están moviendo millones de dosis y eso provoca que ladrones profesionales y grupos criminales de distintos países se estén movilizando con el objetivo de robarlas para venderlas en ese mercado negro en la internet profunda, según consta en un documento de Europol.

¿Puede pasar? Ya está ocurriendo y existe el precedente: al inicio de la pandemia se robaron millones de mascarillas, respiradores, equipos sanitarios de protección que después se revendían en otros lugares ante su escasez.

Santiago no fue ajena a este problema. El empresario Javier Conde Fiestras fue detenido en el mes de abril de 2020 por agentes de la Policía Autonómica acusado de robar dos millones de mascarillas almacenadas en una nave del polígono del Tambre y vendidas posteriormente en Portugal. Sigue imputado a la espera de que se concluya la investigación abierta en un juzgado de la capital gallega

Ahora el objetivo son las vacunas y por eso una patrulla de la misma autonómica gallega permanece las 24 horas al día en las instalaciones de la empresa Biorepos donde se almacenan los viales de Pfizer que se distribuyen en nuestra comunidad. Periódicamente otras patrullan se acercan por las instalaciones de esta firma compostelana que, paralelamente, incrementó sus medidas de seguridad. Hay, además, controles exhaustivos en las inmediaciones para detectar cualquier movimiento sospechoso.

“La alta demanda combinada con un suministro limitado va a hacer que las vacunas COVID-19 sean el equivalente al oro líquido para las redes del crimen organizado tan pronto como las primeras partidas estén disponibles”, se puede leer en el documento de Interpol en el que se pide establecer mecanismos y dispositivos de control en los centros de producción y distribución de las vacunas. “Es probable que las redes delictivas se dirijan a las instalaciones de almacenamiento y a las redes de distribución”, aparece subrayado en rojo en el citado informe, convertido en una alerta mundial. En él se insiste en que las vacunas son “objetivo prioritario de la delincuencia organizada”.

Ventas masivas de inmunizadores, legales o ilegales, en la ‘Deep Web’
Proliferan las estafas de ‘empresas’ que ofertan dosis contra la COVID fraudulentas

En los últimos documentos sobre delincuencia en el mundo que emite Interpol se hace especial hincapié en la posibilidad de que las vacunas que se roban están vendiéndose en el mercado ilegal que prolifera en la internet profunda (Deep Wev) donde han desbancado a las estrellas entre los medicamentos: aquellos que se venden como soluciones contra el cáncer o la artritis que hasta ahora eran los más rentables.

Dosis unitarias de vacunas originales se están vendiendo a entre 250 y 400 dólares, moneda en la que se comercializa la mayoría de ellas. la empresa de seguridad cibernética Check Point Software, para un reportaje elaborado por el Financial Times, localizó una oferta singular: “ofrecía la dosis a 200 euros y el vendedor prometía una entrega sigilosa en un paquete de doble envoltura. El envío desde EEUU por correo postal o mensajería costaría otros 15 euros”. Nada se explica sobre el sistema de conservación en frío que necesitan la mayor parte de los inmunizadores autorizados por lo que es fácil imaginarse que se trataría de una venta fraudulenta o una vacuna de las que aún no se autorizaron en Europa.

De acuerdo con los análisis de Europol se detectaron también viales vacíos de vacunas robadas para rellenarlos ilegalmente y ponerlos a la venta en este espacio sin control.

ESTAFAS A DOMICILIO. Pero no solo en la internet profunda navegan a sus anchas los estafadores, recientemente la Guardia Civil emitió una alerta asegurando que se habían recibido llamadas en comunidades como Andalucía, Aragón y Baleares denunciando un timo que consistía en “que terceras personas se ponían en contacto con ciudadanos para ofrecerles la posibilidad de vacunación contra la COVID-19 en su propio domicilio para, una vez dentro, perpetrar actos delictivos”. En el caso de Baleares, tuvo que intervenir la propia Consejería de Salud para informar de que “no se llama a la población para darle cita para vacunarse en su domicilio” y que todo el proceso se realiza en recintos hospitalarios habilitados para el efecto.

Policía y Guardia Civil recomiendan comunicar al 091 o 062 las ofertas de vacunación que reciban los ciudadanos y, sobre todo, no atender esas indicaciones que son fraudulentas y que acaban con engañando a personas de buena fe.

La propia farmacéutica Pfizer, ante la proliferación de mensajes fraudulentos en los que se ofrecía sus vacunas a particulares, se vio obligada a emitir un comunicado en el que advertía que las vacunas solo se venden a los gobiernos en los correspondientes planes de vacunación.

Interpol desveló que, el pasado 3 de marzo, “se decomisaron 400 frascos, el equivalente a 2.400 dosis, en un almacén en las afueras de Johannesburgo” en el que detuvieron a tres ciudadanos chinos y uno de Zambia que tenían todo preparado para enviar los viales a particulares en Europa. Este organismo policial también colaboró en la investigación que esta semana permitió desarticular en China una red de venta de vacunas falsas contra la COVID por Internet.

14 mar 2021 / 00:28
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.