Las PCR “alcoholímetro” nacen de un proyecto que también salpica a gallegos

Cualquier clase de duda, angustia o presiones con relación al COVID y el miedo de poder estar padeciéndolo se esfumarán próximamente con la nueva prueba PCR que diseña el Instituto Ibérico de Nanotecnología, bajo el proyecto Nanoeaters, donde también trabaja el laboratorio pontevedrés Aimen en otra línea de actuación. Este test, que actualmente se encuentra en fase de desarrollo, permitirá a todas las personas efectuarse su propio diagnóstico. Únicamente deberán exhalar en este revolucionario dispositivo, simulando la misma acción que podríamos observarse en los controles de tráfico.

“Es una PCR como si fuera el alcoholímetro, en el que sólo tienes que soplar”, asegura Jordi Llobet, investigador del Instituto Ibérico de Nanotecnología (INL) al ser cuestionado por el innovador detector de coronavirus que están desenvolviendo para que en breve pueda ser usado.

La futura prueba “se la puede hacer uno mismo en su casa” sin la necesidad de utilizar los ya tradicionales bastoncillos, mantiene el científico del INL con sede en Braga (Portugal), quien se muestra optimista al indicar que esta quizás pueda empezar a emplearse en 2021.

Esta iniciativa se engloba dentro de las múltiples aplicaciones que tiene el plan Dispositivos Nanofluídicos (enmarcado en el programa de cooperación hispano-luso Poctep), como parte de su proyecto Nanoeaters, donde también trabaja el laboratorio tecnológico Aimen, localizado en O Porriño (Pontevedra).

Concretamente Dispositivos Nanofluídicos está financiado con 4,2 millones de euros, unos fondos con los que buscan trasladar el conocimiento que desarrollan los investigadores del INL al tejido empresarial ibérico, con el objetivo de generar un beneficio a la población.

TRANSPORTABLE Y MÓVIL. “La gracia de este nuevo dispositivo es que es portátil y el resultado te sale directamente en el móvil”, manifiesta Jordi Llobet. Y es que, en la premura por adelantarse y contrarrestar la pandemia del COVID, los científicos construyeron el artefacto que ahora está siendo probado “en una carrera contrarreloj” que comenzó este año al tratarse de una “urgencia sanitaria” a nivel mundial.

Mediante Nanofluídicos llevan tres años fabricando distintos artilugios que posibilitan mejorar la eficiencia en diferentes terrenos, tales como la alimentación, la sanidad o la industria 4.0, entre otros.

“La idea es simple”, según explica Llobet: “Creamos dispositivos de dos por dos centímetros mediante tecnología microelectrónica con unos canales muy pequeños por donde van a pasar los fluidos”.

LA COLABORACIÓN. Precisamente una de estas aplicaciones fue realizada por ambos centros (luso y gallego) dentro de Nanoeaters. “En el seno de este proyecto, se ha llevado a cabo una colaboración entre Aimen y el INL para el desarrollo de sistemas pasivos y personalizados de microfluídica, orientados a aplicaciones biomédicas”, mantiene Nerea Otero, investigadora de microprocesamiento láser del laboratorio tecnológico de O Porriño.

La tecnología empleada es un método mix-and-match donde se combina la experiencia de ambas instalaciones en sus respectivos campos. Por un lado, la capacidad de funcionalización superficial con láseres ultrarrápidos (Aimen). Y por otro, la experiencia en fabricación y replicación de pequeñas estructuras (INL).

Según Otero, “la capacidad de dotar a los dispositivos microfluídicos con una funcionalización a medida, así como el rápido proceso de replicación para la producción en masa de los dispositivos” hace que el susodicho método de fabricación “sea especialmente interesante para la medicina del futuro”.

AiSLAR EL PLASMA. Actualmente, Aimen trabaja en el desarrollo de artefactos que sirvan como detectores de diferentes sustancias en sangre. Un uso muy habitual de ellos es la evaluación del contenido de glucosa en este compuesto que ocupa las venas y arterias del organismo.

En este sentido, el estrecho apoyo mantenido entre ambos centros ha desarrollado la creación de un prototipo que “permitirá, a partir de pequeñas muestras, aislar parte de los componentes del plasma” para efectuar diagnósticos. Dicho dispositivo será ensayado y validado en los próximos meses gracias a la colaboración de una empresa gallega especializada en biotecnología.

nuevo procedimiento. La clave del proceso es la tecnología láser, que les permite realizar la funcionalización de los canales de microfluídica para dividir de forma “más eficaz las sustancias a analizar”.

Asimismo, este avance les posibilita efectuar su fabricación de forma completamente flexible: “Podemos modificar el diseño del dispositivo y adaptarlo al análisis a realizar de forma rápida y sencilla”.