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Durante la desescalada decenas de centros no siguieron los pasos para abrirse al exterior // Ahora, las familias y usuarios temen dificultades para ir a verlos// La Xunta preparó un nuevo protocolo para que se pueda hacer incluso si están en ayuntamientos de alta incidencia de contagios TEXTO Clara Espiño

¿Pueden las residencias de mayores prohibir las visitas de las familias?

Los mayores han sido el colectivo que más ha sufrido la pandemia. Al ser grupo de riesgo, la enfermedad se cebó en su salud, teniendo más posibilidades de que la infección les afecte de forma grave debido a que la mayoría de ellos tienen patologías previa. Por otro lado, en el caso de ser usuarios de residencias, desde el comienzo del estado de alarma, los contagios se multiplicaron, y se comenzó a prohibir las visitas de familiares. Así, unido al miedo al contagio, se añadió la soledad. Muchos de ellos pasaron meses sin poder ver a sus seres queridos.

Con el proceso de desescalada en marcha, comenzaron las aperturas a las visitas, en un principio una a la semana y, después, todos los días. Las medidas de seguridad y preventivas no facilitaban el contacto. Distancia de dos metros entre familiar y usuarios, mascarilla siempre puesta, nulo contacto físico... Cuando comenzaron los rebrotes, cada vez afectando a más zonas, y solo en el caso de que el centro tuviera un alto porcentaje de casos o estuviera en una localidad o comarca con incidencia alta de contagios de covid-19, la Xunta los cerraba al exterior.

Colectivos de familiares, como es el caso de REDE (Federación Galega de Asociacións de Familiares e Usuarias de Residencias e da Dependencia), denunció en su momento la vulneración de derechos ya que muchos de estos centros decidían prohibir las visitas sin estar en zonas con restricciones. Además, otros no siguieron las etapas marcadas por la Administración gallega en la desescalada y nunca llegaron a permitir una visita diaria.

Por poner un ejemplo, a mediados de agosto solo la comarca de A Coruña era zona restringida por la alta incidencia de casos. Allí el ocio nocturno estaba prohibido, las hostelería debía cerrar a la una de la madrugada, los aforos eran reducidos en todos los establecimientos, los centros de día volvían a estar cerrados y las residencias, sin visitas. Pero REDE denunciaba que al menos una docena de estas instituciones comunicaran a usuarios y familias la prohibición de ir a verlos.

Ahora, en octubre, los concellos con restricciones impuestas son muchos más, pero la propia Xunta, consciente de que el cierre hacía más mal que bien a los mayores institucionalizados, afectando a su bienestar físico, psíquico y emocional, elaboró un protocolo de actuación para que estas visitas se puedan seguir haciendo, incluso en municipios con medidas especiales. Por lo tanto, las residencias NO pueden prohibir las visitas. Para ello necesitarían un permiso especial de Sanidade o de Política Social.

¿Qué dice el protocolo presentado por la Xunta a mediados de septiembre? Estipula que se podrán hacer visitas a estos centros aunque estén en una localidad o zona de alta incidencia de covid, es decir, con restricciones. De hecho, fue elaborado para este miso motivo, para garantizarlas. Entre las medidas recogidas en el están las siguientes.

PCR masivas. En primer lugar, la Xunta decidió hacer un cribado mediante PCR de todo el personal de las residencias de mayores y de atención a la discapacidad, tanto públicos como privados, cada 15 días. Son alrededor de 15.000. Además, también cada dos semanas se harán a una muestra aleatoria de los usuarios de todas las residencias que no presenten síntomas.

¿Cuántas visitas se permiten? En el mejor de los casos, una al día por residente, extremando las medidas de prevención, y limitada a una hora de duración. En el peor, una a la semana.

¿Y las personas en el proceso final de la vida? En este caso se flexibiliza. Se garantizará la presencia familiar y el confort.

¿Cómo son las visitas? Siempre con cita previa para evitar aglomeraciones. Cada residente tendrá una lista de las personas de referencia que podrán ir a verle. Estas no pueden tener síntomas compatibles.

Acceso al centro. El visitante debe estar 15 minutos antes de la hora de su visita. En este tiempo se le realizará una evaluación de síntomas compatibles con la infección por SARS-CoV-2 y la encuesta clínico-epidemiológica. Este documento deberán hacerlo las personas en la lista de contactos de los residentes todos los días, y es como la que se hacen los alumnos gallegos todos los días antes de ir a su colegio. Al entrear, desinfección de manos y mascarilla todo el tiempo, además de guardar la distancia de seguridad.

Preferiblemente en el jardín. El protocolo indica que el lugar de la visita siempre que sea posible será ajardinado al aire libre, y habrá circuitos de entrada y salida diferenciados. SI no es posible, se harán en una sala especial, ventilada pero sin correintes de aire con solución hidroalcohólica disponible.

¿Visitas en la habitación? Por norma general, no. Solo en los casos en que el residente esté encamado o en los momentos finales de su vida.

¿Cómo son las actividades en el centro? Se promueven los grupos de convivencia estable de 10 residentes con personal auxiliar de geriatría asignado para el grupo. Se limitan, de este modo, los contactos con el resto de usuarios.

Medidas diferentes en función del nivel de riesgo. Se establecen tres niveles de riesgo (bajo, medio y alto). Si es bajo cada usuario puede tener una lista de 3 personas de referencia que podrán visitarlo una vez al día durante una hora, así como hacer una salida al exterior. Si es riesgo medio, dos personas de referencia y visitas dos veces por semana. Si es alto, una sola personas para visitarlo una vez al día una hora.

12 oct 2020 / 00:00
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