Puesta a punto para un San Juan con hogueras privadas y distancia

“Mouchos, coruxas, sapos e bruxas, demos, trasgos e diaños, espritos das neboadas veigas, corvos, píntegas e meigas...”. El popular ‘conxuro’ gallego que cada noche del 23 de junio se escucha alrededor de cientos de ‘cacharelas’ prendidas en todas y cada una de las aldeas que conforman el territorio gallego, volverá a quedar silenciado un año más. Si se pensaba que no había nada que pudiese combatir a la Santa Compaña, llegó el COVID, y con él, se acallaron los rituales de San Juan.

En este contexto de pandemia, la celebración del 23 de junio quedará de nuevo a merced de los ayuntamientos. Algunos de ellos ultiman el plazo dado para aquellos que deseen hacer hogueras, mayoritariamente relegadas a espacios privados, y siempre en función de lo que determinen las autoridades sanitarias, que tendrán la última palabra. Sin embargo, son otros muchos los que quedarán sin fiesta, por decreto municipal, como es el caso de Sisán (Ribadumia, Pontevedra) o Beade.

En algunos casos, los regidores han avanzado ya que permitirán también ‘sardiñadas’ y ‘churrascadas’ en los locales de hostelería, previa comunicación, y en otros estarán prohibidos, limitándose a zonas también privadas. Mientras, en Vigo, a diferencia de otros lugares, se permitirán hogueras también en espacios públicos.

Esta misma semana, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avanzó que Galicia se prepara para una remodelación “integral” de toda la normativa sanitaria. En este contexto, los ayuntamientos se remiten a las informaciones difundidas hasta el momento, sea en bandos, en las webs municipales o por los propios regidores en sus comparecencias. Pero todo está todavía en el aire hasta nuevo aviso.

OTRO AÑO SIN FIESTA. En el caso de A Coruña, donde San Juan antes del contexto COVID reunía cada año a miles de personas en sus arenales, este año, de acuerdo con el bando publicado por el consistorio, estará prohibido de nuevo el acceso a las playas, a partir de las 21.00 horas. En cuanto a la seguridad en la ciudad y los arenales, afirman desde el consistorio que habrá “un dispositivo especial enfocado a que la gente no acceda”.

El bando explica también que “no se podrán hacer hogueras en ningún espacio público de la ciudad” mientras que las “sardiñadas, churrascadas o similares” se permitirán en espacios de titularidad pública, previa declaración responsable por escrito. El año pasado se siguió el mismo criterio, con 303 solicitudes presentadas.

En el área coruñesa, otros ayuntamientos informaron en los últimos días también de que no habrá hogueras en espacios públicos como playas o sobre el asfalto, aunque sí en fincas privadas, como es el caso de Oleiros, Arteixo, Sada o Cambre, o de otros municipios de la provincia, como Ponteceso o Ribeira.

En Carballo, fuentes municipales indican que las normas “serán las mismas del año pasado”, cuando se produjeron 800 solicitudes. Desde Lugo apelan por espera a las decisiones de la Xunta “por si dicta un protocolo”. En esta provincia, desde Viveiro confirman que este año la comisión que las organiza ya no se formó. Y en otras ciudades como Santiago, el Gobierno local aprobó una normativa para que la celebración quede restringida a recintos privados, al igual que en el caso de Pontevedra, donde seguirán el mismo requisito municipios como Valga o Ponte Caldelas.

Solo Vigo, por tanto, será la excepción, ya que sí autorizará las hogueras en lugares públicos, aunque solo hasta medianoche y sin comida ni bebida, con “la aplicación estricta” de las medidas sanitarias.