Samil y O Vao se cuadriculan
Se acabaron las interminables jornadas de playa en los arenales de Samil o O Vao, donde tampoco se podrá comer en las zonas verdes donde, desde primeras horas de la mañana, casi de madrugada, cientos de personas se agolpaban para reservar una de las mesas de piedra que serán retiradas para que nadie caiga en la tentación de saltarse las instrucciones municipales.
Ni apps de reserva, ni sofisticados sistemas de acceso. El alcalde de Vigo ha optado por implantar un sencillo sistema de cintas de plástico con códigos de colores, que se desplegarán cada día en la arena para delimitar tanto las áreas de solarium, como las de circulación y paso, así como las de acceso a la orilla del mar y al área de juegos.
Las dos principales playas de la ciudad serán parceladas en cuadrículas de 8 metros por otros 8, un total de 64 metros cuadrados, para dar cabida a 6 personas, con lo que este verano verán reducida su capacidad a la mitad. Así lo anunció ayer sobre la arena de Samil el alcalde Abel Caballero al indicar que la capacidad límite será de 10.000 en este arenal y otros 5.000 en O Vao, y que se propiciará la rotación de los bañistas. Se trata de garantizar que se mantiene una distancia de seguridad de dos metros entre cada persona porque “queremos que las playas sean completamente seguras sanitariamente”, recalcó el regidor socialista.
Caballero adelantó que tanto los socorristas que se desplegarán a partir del 15 de junio, en que arranca el servicio de playas de la ciudad olívica, como la Policía Local, se encargarán de comprobar que se respetan las nuevas normas de uso de los arenales. “La vigilancia será con control visual”, explicó el primer edil. “Esto permite una seguridad al cien por cien”, recalcó el regidor olívico, al poner en valor en sistema de “control social”.
Las cintas de plástico enrollables, que se adhieren a la arena con unos ganchos, y que evitan instalar otro tipo de obstáculos disuasorios, serán desplegadas cada mañana por personal contratado tanto para esta tarea como para su recogida al final de la jornada.
Abel Caballero, que se proclamó autor de la idea de cuadricular las playas, aseguró que el coste del método que se implantará en Vigo es “irrelevante”.
Entre las singularidades de la propuesta del concello de Vigo destacan las seguridad de los usuarios de la playa para transitar por los distintos espacios sin toparse de frente a otra persona, ya que se han creado circuitos exclusivos de salida como de acceso a la orilla.
Se mantendrá el dispostivo de campaña precedentes para facilitar el acceso a la playa de aquellas personas que padezcan discapacidad, que contarán con zonas especialmente delimitadas.
El plan presentado ayer también contempla ordenar el tránsito por el paseo de Samil. Será obligatorio deambular en el sentido de la señales que serán instaladas en el suelo, con la finalidad de evitar las aglomeraciones de usuarios.
FIN A LAS COMIDAS El alcalde anunció que se procederá a retirar todas las mesas de piedra de las zonas verdes de Samil, y no se permitirá comer. Se trata de facilitar la rotación de los usuarios.
Las áreas de recreo exteriores a los arenales serán delimitadas también con cuadrículas, para las que se utilizarán pintura biodegradable como la que se emplean en los campos de fútbol, también con una extensión de 8 por 8 metros, para acoger a seis personas.
Caballero explicó que el resto de los arenales de Vigo, un total de 46, que también serán vigilados por los agentes de la Policía Local, deberán contar con el control que realicen los propios bañistas para garantizar que se mantenga en todo momento la distancia sanitaria de seguridad de dos metros.