Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h
Beatriz Zimmermann

Esa tremenda opresión que deja el alma de una mujer hecha un ovillo

Madre de Anna y Olivia Zimmermann

“Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era algo asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo”. Mario Benedetti. Para Beatriz Zimmermann no hay tregua cuando el dolor es tan profundo y no hay martirio peor que el de la pérdida de dos hijas de la forma en la que se produjo el crimen de Anna y Olivia Zimmermann. Pero seguro que hay algo peor: la horrible sensación de que este doble y cruel asesinato pudo ser evitado. Y el alma hecha un ovillo de esta madre lo estará sufriendo ahora en su interior, como esa tremenda opresión de la que hablaba Benedetti. Las señales que fue emitiendo Tomás Gimeno, antes de la separación y tras la ruptura de la pareja, eran tan evidentes como para que se hubieran tomado algunas medidas, que se estableciera un cordón sanitario, para proteger a la madre y lo que ella más quería. Un padre narcisista, violento y con complejo de superioridad con recursos económicos, no iba a aceptar lo que estaba ocurriendo. Es de manual. Lo de “un buen padre, que se preocupaba de sus hijas” forma parte del teatrillo que este tipo de personas acostumbran a montar para, en primer lugar, ganarse el afecto de las pequeñas y, a continuación, golpear donde más duele. Las amenazas de un exmarido, acostumbrado a conseguir todo lo que se proponía, debieron haber activado todas las alarmas pero, desde la distancia, da la impresión de que prevalecieron ¡¡¡¡cómo ocurre tantas veces!!!! ciertos perjuicios de tinte machista que impidieron ver que algo se estaba cocinando en el cerebro de un desalmado.

La sociedad en conjunto debemos preguntarnos hasta cuándo vamos a permitir que víctimas inocentes, madres y sus hijas o hijos, sean cruelmente masacradas. ¿De verdad no tenemos mecanismos para poner coto a semejante barbarie? ¿Solo podemos lamentarnos o, de una vez por todas, tendremos en cuenta lo que dice Beatriz: en su última carta: que la muerte de sus hijas no haya sido en vano y no vuelve a producirse un crimen tan abyecto? J.A.P.

14 jun 2021 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito