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El estío seco por la ausencia de lluvias ha propiciado la maduración de la fruta y que se adelante la recogida en los viñedos de la subzona del Ulla // Los viticultores esperan lograr una cosecha similar a la del año pasado TEXTO Manuel Boo

Adelantan una vendimia marcada por los protocolos contra el virus

non vai ser unha vendimia coma a de outros anos. Toda medida que se tome para garantir a saúde é pouca. Nunca está de máis. É mellor pecar de moito que de pouco. Pero tamén tenos que ser conscientes de que os que traballan na recollida da uva na Ulla ou noutras zonas galegas son xente de aquí. Veciños. Non hai temporeiros que veñan de lonxe e poidan traer o mal ese chamado coronavirus. O caso é que a colleita deste ano presenta moi boas perspectivas. Hai moita calidade na uva. Pero parte dos bodegueiros terán que loitar cos precios de saldo de quenes teñen os almacéns cheos de viño. Vai ser un ano diferente tanto na vedimia como na venta posterior do viño. Porque como en case todos os sectores, o coronavirus fixo, fai e fará daño.

La recogida de la uva en la subzona del Ulla de Rías Baixas este año se presenta con características diferentes a la de las ediciones pasadas. El verano seco y la ausencia de lluvias que ha sufrido la comunidad gallega ha propiciado la maduración de la fruta, por lo que la vendimia comenzará más pronto. Pero lo que diferencia indudablemente la recogida de este año es la actual crisis sanitaria, que ha influido en la manera habitual de ejecutar la recolección en los viñedos.

Y es por ello, que la Consellería de Sanidade ha establecido un protocolo de normas preventivas contra la covid-19 a la hora de vendimiar. Estas medidas deberán ser cumplidas por todo aquel que participe en la actividad, tanto para los veedores como para el equipo de personal técnico. “Estas precauciones se han adoptado en coordinación con las consellerías de Sanidade y Medio Rural con el fin de garantizar las actuaciones higiénico-sanitarias y de prevención contra la covid-19 en el desarrollo de las distintas auditorías”, declaraba Ramón Huidobro, secretario del Consejo Regulador.

De esta manera, los trabajadores dispondrán de mascarillas, geles hidroalcohólicos y guantes. Además, todos ellos deberán haber realizado el test serológico para descartar un posible contagio. Todo ello sumado a un reconocimiento de salud al que serán sometidos cada día, antes de comenzar la jornada laboral, y que deberán registrar en el documento Verificación síntomas compatibles con covid-19 y posteriormente reportar al Consejo Regulador. En caso de detectar cualquier síntoma sospechoso, –tales como tos seca, fiebre, dificultades respiratorias o pérdida del gusto y/o olfato–, en alguno de los operarios, se deberá contactar inmediatamente con las autoridades sanitarias.

Las instalaciones y asociaciones serán conocedoras de la información remitida por la Xunta de Galicia y los intercambios entre los auditores y las bodegas se realizarán conforme a un grupo de personas lo más reducido posible. También la recogida de evidencias se hará, siempre y cuando sea necesario, por vía telemática, evitando así el contacto físico entre trabajadores.

Aparte de respetar las normas básicas de prevención como la limpieza de las manos habitual o el respeto de la distancia mínima con respecto a los demás individuos, se decidió que tanto las bodegas como las auditorías conocieran las medidas y la normativa del contrario, para poder llegar a un consenso en el que todas las partes se respeten mutuamente. Las reuniones entre los veedores y el personal responsable de las instalaciones se concertarán previamente y de manera recíproca, facilitando la flexibilidad horaria. En cuanto a la supervisión y redacción de los informes de los auditores, estos lo harán en solitario.

En definitiva, el objetivo principal del consejo regulador y de la Consellería de Sanidade es la de mantener la seguridad tanto de los bodegueros como de los veedores, además de establecer las medidas preventivas necesarias para los trabajadores del campo, con el fin de conseguir que todos trabajen en consonancia y armonía, evitando el riesgo de contagiarse y siguiendo con la tradicional recogida de la uva.

el protagonista
Paul García, dueño del Pazo de Galegos, en Vedra, declara que este año se adelantará la vendimia. A pesar de que la primavera de 2020 ha sido incierta, Paul asegura que las cantidades de uva recogidas serán similares a las cifras de los años anteriores, y que el hecho de que los frutos hayan madurado antes implica que la calidad será muy buena. “Este año ha supuesto más horas de trabajo, más cuidado y mimo por llegar a obtener una buena cosecha”, señalaba. Explica también que, como cada año, algunas vides han tenido que enfrentarse a la mildiu, una peligrosa enfermedad que ataca a las viñas a través del hongo Plasmopara Viticola, en las hojas, los tallos y los racimos de la uva, desde el interior. “Sí hay alguna zona o parcela que está afectada por la mildiu pero no hay que declarar el estado de alarma. Como este año ha sido muy bueno, se equilibra la balanza”, dice el responsable de Pazo de Galegos.

Así, Paul confirma que a pesar de las pequeñas complicaciones que se han podido dar durante el año, como los cambios climáticos durante la estación de primavera o la insistente aparición de la mildiu, este año la cosecha es favorable, y el constante trabajo de los vendimiadores, ha funcionado como un factor clave a la hora de conseguir buenos resultados en cuanto a cantidad y calidad de las uvas recolectadas en la vendimia de este año.

{Cousas do demo}
A colleita e o de despois
VÍCTOR FURELOS

non vai ser unha vendimia coma a de outros anos. Toda medida que se tome para garantir a saúde é pouca. Nunca está de máis. É mellor pecar de moito que de pouco. Pero tamén tenos que ser conscientes de que os que traballan na recollida da uva na Ulla ou noutras zonas galegas son xente de aquí. Veciños. Non hai temporeiros que veñan de lonxe e poidan traer o mal ese chamado coronavirus. O caso é que a colleita deste ano presenta moi boas perspectivas. Hai moita calidade na uva. Pero parte dos bodegueiros terán que loitar cos precios de saldo de quenes teñen os almacéns cheos de viño. Vai ser un ano diferente tanto na vedimia como na venta posterior do viño. Porque como en case todos os sectores, o coronavirus fixo, fai e fará daño.

06 sep 2020 / 01:00
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