Cientos de noieses homenajean a los dos desaparecidos

Noia vivió ayer una emotiva concentración en la que se guardó un minuto de silencio por los dos jóvenes desaparecidos el pasado lunes cuando navegaban en kayak por la costa de Porto do Son. Cientos de noises arroparon a los familiares y amigos de Javier Hurtado y Miguel Quan, en un sentido y respetuoso homenaje en el que, incluso, se llegó a improvisar un altar.

Los actos se desarrollaron desde las 12.30 del mediodía en la alameda de Noia, e incluyeron una ofrenda floral delante del ayuntamiento, acto tras el que se guardó el minuto de silencio.

De momento se sigue sin localizar a los jóvenes y el dispositivo de búsqueda que se ha mantenido desde el lunes en la zona donde volcó el kayak, fue suspendido ayer de forma provisional a la espera de que se cumplan los ocho o nueve días desde que se produjo el suceso.

Ayer no salieron ni barcos ni helicópteros de Salvamento Marítimo, que al parecer ha establecido el nivel dos, ni Guardacostas de Galicia, a buscar a Javier y Miguel.

Guardia Civil y Protección Civil de Porto do Son sí patrullaron la costa por tierra desde punta Caveiro hasta la desembocadura del río Sieira, zona en la que se cree que podrían estar hundidos los cuerpos de los jóvenes.

También salieron algunos pesqueros y barcos de recreo, pero el fuerte viento que soplaba en la zona restó operatividad a las salidas.

Con el nivel dos, las autoridades mandan ahora aviso a las embarcaciones que faenan por la zona para que se mantengan alerta por si observan algo que les llame la atención, momento en el que se reactivaría la búsqueda.

Los familiares de los jóvenes de Noia insisten en que se busquen los cuerpos en la zona en la que se produjo el naufragio, aunque también agradecen el apoyo que están recibiendo tanto de los vecinos como de las autoridades.

Hay que recordar que el suceso se produjo el pasado lunes, 6 de julio, cuando Javier y Miguel salieron a navegar desde Portosín en un kayak con una amiga, que pudo ser rescatada con vida y evoluciona favorablemente en el Clínico de Santiago.

Los tres jóvenes salieron de la playa de Coira, en Portosín, a media tarde en el kayak para navegar por la ría de Muros-Noia. En un momento dado debieron encontrarse en dificultades, ya que el fuerte viento que reinaba en la zona les empujó hacia las corrientes.