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La protonterapia trae a Galicia tratamientos contra el cáncer hasta ahora sólo para ricos

El centro santiagués abrirá en 2025 con una tecnología con la que se ha tratado a 180.000 pacientes en el mundo// Es especialmente indicado en niños y en tumores de ojo o cerebro

Infografía sobre el proyecto del edificio del Centro de Protonterapia de Galicia que estará ubicado en las inmediaciones de los hospitales compostelanos Gil Casares y Clínico.

Infografía sobre el proyecto del edificio del Centro de Protonterapia de Galicia que estará ubicado en las inmediaciones de los hospitales compostelanos Gil Casares y Clínico. / Koro Martínez

La puesta en marcha del Centro de Protonterapia de Galicia, cuyo funcionamiento está previsto comience en junio de 2025, supondrá “un privilegio absoluto para los gallegos” en el abordaje de diferentes tipos de cánceres, puesto que “significará que mientras el magnate con más poderío económico del mundo se puede pagar un tratamiento con acelerador de protones en Estados Unidos si lo necesita, en Galicia van a poder acceder a él todos los ciudadanos que lo necesiten a través del sistema público de salud”, subraya el director xeral de Asistencia Sanitaria del Servizo Galego de Saúde Pública, Jorge Aboal.

Con la incorporación de esta tecnología de última generación especialmente indicada para tumores complejos, “tendremos todas las opciones terapéuticas contra una enfermedad que va a más y de la que se calcula que en cinco o seis años se diagnosticarán treinta millones al año en todo el mundo”, explica en una entrevista con este periódico.

El Sergas será el primer sistema de salud público de España en implantar este tratamiento, el más novedoso a nivel mundial y sobre el que señala que en la actualidad hay en torno a 80 aceleradores en funcionamiento en todo el planeta, de los cuales una treintena están en Estados Unidos, una veintena en Europa y el resto en Japón y otros lugares. En total, y según los cálculos de finales del pasado año, se habrá tratado a más de 180.000 pacientes con esta terapia hasta la fecha.

Su enorme ventaja respecto a otras técnicas reside fundamentalmente en la precisión con la que actúa sobre el tumor y la seguridad que proporciona. Dos aspectos sobre los que incide Jorge Aboal, recalcando que “ofrece una gran precisión porque libera energía en el lugar exacto donde está el tumor sin dañar los tejidos de alrededor y sin casi efectos tóxicos y, como además permite diseñar dónde debe explotar en concreto, se puede aumentar la dosis sin dañar los tejidos circundantes”.

De forma gráfica, señala que la principal diferencia con respecto a los aceleradores lineales de fotones -de los que el Sergas tiene nueve en la actualidad- reside en el hecho de que en este caso “el haz de energía entra en el cuerpo, ataca el tumor y sigue liberando energía, es como una bala que entra por un orificio y sale por otro, y en su recorrido daña partes que no son el tumor. En cambio, con el acelerador de protones sólo se atacan las células cancerígenas que se pretende destruir porque la explosión tiene lugar en el punto concreto en el que se quiere actuar, sin que sufran el resto de tejidos”. Una radiación residual mínima que reduce de manera significativa los posibles efectos secundarios.

Pensada sobre todo para aquellos cánceres que exigen una profundidad específica y con tejidos circundantes especialmente sensibles, el director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas habla de los tumores de ojo, “donde es muy importante llegar a las células cancerígenas para matarlas sin dañar por ejemplo la retina”. Lo mismo sucede con el cáncer de médula porque es una zona muy sensible, o el de cerebro, y asegura que “está especialmente indicado para los niños, puesto que sus células están en continuo crecimiento, por lo que hay que preservar las no tumorales, algo fundamental para su futuro desarrollo”. Y es que, a diferencia de lo que sucede con la radioterapia convencional, la protonterapia reduce al mínimo las secuelas en el menor con cáncer.

Futuras aplicaciones.

Aboal añade que se está investigando su aplicación en los tratamientos de los de pulmón y páncreas, “para el que existen por ahora muy poquitas opciones”, y de próstata. Un tipo éste sobre el que señala que “con esta medicación de última generación se consigue que en un proceso efectivo de entre uno y tres minutos, y en una única sesión, se logre atacar el tumor”. Y recuerda que antes de que funcionaran los dos privados en Madrid se había enviado a Suiza a algún paciente con cáncer ocular en el que esta técnica se consideraba la más recomendable.

Equipo multidisciplinar.

El Centro de Protonterapia de Galicia estará ubicado en Compostela y, aunque de momento no está fijada la plantilla concreta con la que contará, se calcula que serán una veintena de profesionales entre oncólogos radioterapeúticos, radiofísicos, ingenieros, personal de enfermería y técnicos de radioterapia, trabajará en red con todos los servicios de radioterapia de Galicia, y de manera multidisciplinar con las especialidades implicadas en las indicaciones específicas, que son las de oncología médica, cirugía, traumatología, pediatría, neurocirugía, oftalmología y anestesia.

Contará con un acelerador destinado a asistencia, para el tratamiento de los cánceres, y otro a la investigación, ámbito en el que Jorge Aboal destaca que “el nivel investigador es potentísimo”, y subraya que “se trata de un proyecto gallego, que estará en Santiago, pero en el que podrá trabajar todo aquel investigador gallego que así lo desee”.

De hecho, la Consellería de Sanidade y el Sistema Universitario de Galicia analizaron las mejores soluciones técnicas y operativas para la implantación del Centro de Prontoterapia de Galicia, una vez conocida la donación de los aceleradores por parte de la Fundación Amancio Ortega, y concluyeron en un informe la idoneidad de la capital gallega para su instalación.

Su ubicación en Compostela obedece a su equidistancia con respecto al resto del territorio, así como a que se situará muy cerca de un hospital de referencia en múltiples patologías neoplásicas, como es el caso del CHUS, en el que funcionan todas las especialidades implicadas en las principales indicaciones de esta tecnología de nueva generación, tal y como explicó en su momento el Gobierno autonómico.

Además, cuenta con un entorno académico y de investigación y desarrollo muy potente, tanto en el ámbito de la investigación básica como a nivel traslacional.

En el aspecto asistencial, el Centro de Protonterapia gallego será también el de referencia para aquellos usuarios de los servicios públicos de salud de Asturias y Castilla y León que así lo precisen, mediante convenios de colaboración que se establecerán con ambas comunidades.

Inversión en el proyecto.

Para su puesta en marcha, además de los 28 millones de euros donados por la Fundación Amancio Ortega para la adquisición del acelerador de protones, Jorge Aboal señala que la Xunta de Galicia aportará otros 22,28 millones de euros para la construcción del edificio, un 60 % de cuya cuantía será cofinanciada por el programa operativo Feder Galicia 2021-2027.

El proyecto contempla unas instalaciones de casi 3.800 metros cuadrados, y el tratamiento de espacios exteriores de otros 6.000.

La altura de la edificación que se va a construir no superará la de la cornisa del Gil Casares. Su posición permitirá la creación de un espacio público de calidad frente al CHUS, así como proporcionar una doble entrada desde ambos hospitales.

El Centro de Protonterapia de Galicia estará dividido en dos niveles, uno de planta baja en el que estarán situadas las zonas de recepción de pacientes, tratamiento, personal y mantenimiento, y una primera planta en la cual estará ubicada la zona de gestión e instalaciones de los equipos y del propio edificio.

Incluirá dos búnqueres, que serán capaces de albergar dos equipos de protonterapia (radioterapia de protones) modelo IBA Proteus One (ciclotrón y gantry de tratamiento), y dejará espacio para un tercero.

Un proyecto que situará a la comunidad gallega en la vanguardia en la lucha contra el cáncer y que “permitirá tratar a un paciente con todo el proceso completo que sea necesario, desde la cirugía a la quimioterapia, pasando por la radiotepia o la inmunoterapia”, según Jorge Aboal, que destaca asimismo como una de las grandes apuestas del Gobierno gallego la creación de un centro de fabricación de terapias avanzadas, “entre las que estará el desarrollo de los fármacos CAR-T, de los cuales tendremos este mismo semestre los primeros gallegos”.