Trabajadores del transporte urbano amenazan con una huelga los días de O Son do Camiño

El Concello confía en llegar a un acuerdo con los sindicatos para evitar un colapso // UXT, CCOO y CIG indican que los pliegos del nuevo contrato contemplan la opción de una UTE y no blindan la igualdad laboral

Servicio lanzadera de buses urbanos en una de las últimas ediciones de O Son do Camiño / monbus

Servicio lanzadera de buses urbanos en una de las últimas ediciones de O Son do Camiño / monbus / ARTURO REBOYRAS

Santiago se librará de la huelga de transporte urbano este fin de semana, después de que los trabajadores hayan decidido suspender la convocatoria para no interferir en los comicios municipales, pero los sindicatos ya amenazan con un parón generalizado para los próximos 15, 16, 17 y 18 de junio, coincidiendo con la celebración del festival O Son do Camiño, que concentrará en torno a 50.000 personas en la ciudad. El conflicto tiene su origen en la predisposición de los pliegos del nuevo contrato del transporte público, que según las organizaciones sindicales dejaría la puerta abierta a una posible precariedad laboral. El servicio cuenta actualmente con unos 130 trabajadores que están divididos en siete empresas: Tralusa, Aulusa que conforman una UTE y que constituyen el contrato principal; así como Rías Bajas, Hermanos Ferrín, Autos Grabanxa, Aucasa y Castromil, que tienen líneas específicas en contratos diferentes.

Los principales sindicatos que representan a los operarios (UXT, CCOO y CIG) exigen que la adjudicación del nuevo contrato acabe con esta situación, que “afecta gravemente” a las condiciones laborales, “que son diferentes en cada empresa”; además de que “empeoran el servicio al no permitir unificar el control que se hace sindicalmente sobre las condiciones técnicas y de prestación a los usuarios”, señalan las tres organizaciones en un comunicado enviado a los medios.

Sostienen que en los nuevos pliegos una parte de este problema estaría solucionado, ya que todas esas líneas que antes tenían contratos diferentes se unifican en el mismo. Pero también aseguran que “nada impide que la empresa ganadora, o las empresas que lo hagan en UTE, dividan luego al personal, con lo que tendría finalmente el mismo efecto a nivel laboral que padecemos todos estos años”. Ponen como ejemplo que una situación similar se ha dado en las líneas del transporte metropolitano y escolar, dependientes de las consellerías de Mobilidade y de Educación, y que “son un auténtico desastre desde el punto de vista laboral, precarizando las condiciones anteriores, y también en cuanto al servicio que se presta”, remarcan los sindicatos.

En una reunión celebrada este lunes con el alcalde, el concejal de Mobilidade y TUSSA, los trabajadores del transporte urbano manifestaron su “malestar y el monumental cabreo” del conjunto de la plantilla por no haber salvado este matiz en los pliegos y “no contar con la parte social en su elaboración, abriendo un periodo de consultas como se hace habitualmente en procesos de contratación pública”.

En una rueda de prensa celebrada ayer en la capital gallega, el portavoz en materia de transportes de la CIG en el área de Compostela, Nacho Pavón, justificó la decisión de aplazar la convocatoria de huelga de este fin de semana a las jornadas de celebración del festival o Son do Camiño; y también explicó que si la convocatoria se hizo inicialmente para el final de la campaña electoral fue porque los pliegos fueron publicados ahora. Así, incidió en que “de no solventarse el problema”, los 130 trabajadores divididos en siete empresas del transporte urbano de la capital gallega están llamados a la huelga durante el macrofestival.

En la misma línea se manifestó el representante de UXT, Martín Martínez, quien, según recoge Europa Press, denunció que el gobierno local les “dejó fuera” de la elaboración de los pliegos y lo ha contrapuesto con la actitud que tuvo la Xunta después del conflicto en el sector en el ámbito gallego, cuando acordó con las organizaciones sindicales incluir cláusulas sociales para impedir cuestiones como la subdivisión de la contratación a través de diferentes empresas.

Ambos sostuvieron que de la reunión con Xosé Sánchez Bugallo de este lunes no ha salido nada bueno, puesto que “los pliegos ya estaban horneados”. Después de la postura expresada por los técnicos municipales, según explicó Martínez, acordaron hacer una consulta dentro del procedimiento de contratación para comprobar que ambas partes están “en sintonía” y la contratación debe mantener “una unidad productiva única”. El objetivo, según subrayaron los representantes sindicales, es “controlar el servicio de una manera eficiente y que la parte social pueda controlar también que se cumplan las condiciones de subrogación” y no se produzca “vulneración de derechos” ni “disparidad” en las condiciones.

Sobre el hecho de que los trabajadores estén divididos en hasta siete empresas, Pavón defendió que provoca una disparidad en casos incluso salariales. “El personal no está dispuesto a seguir admitiendo esto y quiere terminar con esta situación”, advirtió, antes de apuntar que una parte del problema se va a solucionar con la aplicación de los pliegos, porque si antes había diferentes contratos, ahora todos los pequeños se van a integrar en el concurso principal. “Pero nada impide que sea una UTE la que se conforme para hacer el servicio y por tanto pueda dividir luego a los trabajadores en las líneas”, apuntó.

Para el representante de la CIG, la práctica de este caso es “dividir y por tanto precarizar las condiciones de los trabajadores y también de la prestación del servicio”. Y es lo que la parte social “quería evitar” para lo que llegó a “un compromiso” con Compostela Aberta durante el anterior mandato, “para en el caso de que gane una UTE se limitara la capacidad de subdividir las relaciones laborales”.

“Cuando se produce el cambio de gobierno, inmediatamente nos pusimos en contacto como comité de empresa de Tralusa con el nuevo responsable, Gonzalo Muíños. Y trasladamos los acuerdos que había. Inicialmente dijo que nos iba a llamar a una reunión pero no existió en estos cuatro años”, reprobó Pavón, que explicó que una vez publicados los pliegos, los trabajadores fueron llamados a una asamblea “y el personal unánimemente decide convocar una huelga porque es tal el nivel de cabreo que no hay que esperar nada más”.

En la misma comparecencia ante los periodistas, y en representación de Comisiones Obreras, Joaquín García apeló a “esperar la respuesta” de la mesa de contratación y reiteró que “si coincide con la interpretación sindical para que no haya vulneración de derechos, se desconvocarían” las fechas que coinciden con O Son do Camiño, aunque por ahora se mantienen.

Consultado por EL CORREO GALLEGO tras la nueva convocatoria de huelga, el concejal de Mobilidade de Santiago remarcó que “los pliegos de contratación se han elaborado conforme a la ley” y que la “posibilidad de que se adjudique el servicio a una UTE está contemplado en la legislación y también ratificado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia”. El edil Gonzalo Muíños se comprometió a que en el marco del nuevo contrato del transporte público urbano “todos los trabajadores queden integrados en una única unidad de explotación diferenciada”, que ofrecería “garantías laborales” y, además, “estaría supervisada por la empresa municipal de transporte, TUSSA”.

Sobre la convocatoria de huelga para los días de O Son do Camiño, apuntó que “todas las partes estamos remando en el mismo sentido”, a la vez que animó a “ser positivos para lograr un acuerdo” que evite un parón en el servicio que podría suponer un colapso en la ciudad, dada la altísima demanda del servicio los días del festival. También quiso “agradecer el gesto” de los trabajadores al desconvocar la huelga de este fin de semana