Exposición
Aquel Santiago de Nicolás Muller
‘Vento Norte’ ofrece en la Cidade da Cultura el retrato de la Galicia de los años 60 que trazó un maestro de la fotografía que se afincó en Asturias. Su hija Ana visita Compostela para visitar ese paisaje
“Hemos visitado el mercado de Santiago que fotografió mi padre en los años 60 y el edificio está igual pero he encontrado esa esquina algo más oscura a nivel de luz, quizá por el positivado de la época”, dice Ana Muller a EL CORREO sobre la imagen de la Praza de Abastos que ofrece la exposición Nicolás Muller. Vento Norte, abierta desde este viernes en la Cidade da Cultura.
Esa vista compostelana de la esquina de San Agustín que sacó Nicolás Muller (1913, Orosháza, Hungría - 2000, Llanes) integra una muestra fotográfica que requiere paciencia y lo premia porque de esa misma cualidad bebía la mirada y oficio de su autor. “Nunca se consideró artista”, aclara su hija.
Esta colección visible en el museo del Gaiás (planta tercera) contiene 131 imágenes de un reputado fotógrafo que cruzó mil veces, más por arriba que por abajo, aquella España atada por la dictadura donde él, enamorado del norte, acabó asentado en Asturias. Desde allí, Muller viajó con frecuencia a Galicia, retratando paisajes y gentes de Santiago, Vigo, Pontevedra, A Coruña, Combarro, Betanzos... con su Rolleiflex de óptica Zeiss y su encuadre cuadrado. “Una cámara que luego me regaló a mi”, relata Ana, fotógrafa y entusiasta visitante de una Compostela donde este fin de semana chequea lugares cazados por su padre, como la Praza da Quintana (ella misma aparece ahí en una instantánea de un autor “que hacía tres tomas” de cada plano), Vista Alegre (As Salvadas, según varias fuentes “ya que no siempre es fácil localizar ciertas fotos”, señala Ana sobre una estampa de 1960 que en la inauguración generó viva tertulia) o la actual Praza da Fonte Seca, donde hace décadas había una droguería y un servicio callista (M. Coto).
“Algunas de estas fotos iban a salir en un libro dedicado a Galicia que al final no se publicó, aunque si salieron los de otras zonas en una colección de doce títulos iniciales que se quedó interrumpida”, cuenta Ana sobre un proyecto de la editorial Clave en 1967 cuyo volumen dedicado al País Vasco tuvo prólogo de Julio Caro Baroja, sin que sepamos quien hubiera asumido ese rol para el libro gallego.
BIOGRAFÍA
Hijo de una familia judía no religiosa, cursó derecho
Nicolás Muller nació en Oròsháza (Hungría) en 1913, en el seno de una familia judía no religiosa y burguesa. Estudió Derecho y Ciencias Políticas siguiendo la tradición familiar pero le sedujo la fotografía. Sus primeras colaboraciones muestran la dureza que padecía la clase trabajadora húngara. Las agresiones xenófobas que sufrió desde joven, sumadas al peligro que recorría Hungría y Austria antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, le llevaron a abandonar su país natal y viajar hasta Francia, donde desarrolla y enriquece su formación defotógrafo documental. Tras una fugaz estancia en Portugal, en 1939, Muller acaba recalando en Tánger donde pone en marcha su propio estudio. En 1948 llega a España de la mano del asturiano Fernando Vela, con el que colabora en el diario ‘España de Tánger’ o el Instituto de Estudios Políticos.
Nicolás Muller. Vento Norte se hila con fotografías que pertenecen al Museo de Bellas Artes de Asturias, al fondo de Ana Muller y al Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Aparte de escenas de Galicia, abarca otras geografías cantábricas. En la inauguración estuvo presente el conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades, Román Rodríguez, arropando a Anna Muller y a José Ferrero, fotógrafo y comisario del proyecto, que fue comentando in situ detalles de Nicolas Muller (“Muchas fotos de esta muestra son inéditas y todas con el encuadre original). El acto reunió a medio centenar de personas, entre ellas Anxo M. Lorenzo, director xeral de Cultura o la edil socialista Mila Castro. ,
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