Una vieja demanda de la ciudad

Nueva fecha para la depuradora de Santiago tras dos décadas de espera: mayo de 2026

El Estado licita por 53 millones el contrato de ejecución de obras

La instalación debe terminar con los vertidos contaminantes al Sar

Las obras comenzarán el año que viene

Actual Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de A Silvouta

Actual Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de A Silvouta / ECG

Las obras deberían de haber empezado ya este verano, pero la renuncia de la empresa que había logrado el contrato motivó una nueva espera para que Santiago cuente con una depuradora capaz de gestionar las aguas residuales correctamente y evitar los vertidos contaminantes al río Sar. La construcción de la estación lleva ya 20 años sobre la mesa y ayer se conoció una nueva fecha en la que podrá, si nada se vuelve a torcer, convertirse en realidad: mayo de 2026

La sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), del Ministerio para la Transición Ecológica, ha licitado un nuevo contrato de ejecución de las obras por 53,9 millones de euros (sin IVA). La licitación ha tenido que repetirse después de que a mediados de julio se conociese que la unión temporal de empresas (UTE) Drace Infraestructuras S.A. y Vías y Construcciones S.A., renunciaba a asumir el anterior contrato. A la UTE no le salían las cuentas. La inflación hacía inviable construir la nueva EDAR de A Silvouta por el precio acordado. Durante meses se estuvo negociando con el Ministerio un incremento del presupuesto, pero al final la empresa se apartó y hay que repetir todo el proceso.

Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de A Silvouta.

Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de A Silvouta. / ECG

“Con el fin de evitar demoras en los plazos, Acuaes publicó el pasado 31 de julio un anuncio previo de licitación de las obras en la Plataforma de Contratación del Estado a fin de que los contratistas interesados pudieran conocer las características técnicas del proyecto”, indicó ayer en una nota de prensa el Ministerio de Transición. El plazo del contrato licitado es de 27,5 meses al que se suma un mes más para la elaboración del plan integrado de gestión de obras. “Se dispone de un proyecto de calidad que Acuaes ha podido licitar de inmediato”, indica el Ministerio que dirige Teresa Ribera. Ahora se espera que en diciembre se pueda ya adjudicar el contrato a una nueva empresa, “de manera que a principios de 2024 puedan iniciarse los trabajos y las obras estén finalizadas en mayo de 2026”. 

La nueva EDAR debería de poner fin a los problemas de capacidad que tiene la actual depuradora y eliminar los vertidos contaminantes recurrentes al río Sar. La nueva estación “tratará un caudal medio diario de 52.000 m3 /día, para 277.000 habitantes equivalentes”, indica el Ministerio. También se tendrá que conectar a la red de colectores existentes y ejecutar “una nueva acometida eléctrica compatible con las necesidades energéticas de la nueva instalación y dotada de un suministro eléctrico de respaldo”.

Las instalaciones de la actual estación depuradora de A Silvouta hace tiempo que se quedaron pequeñas para las necesidades de la ciudad

Las instalaciones de la actual estación depuradora de A Silvouta hace tiempo que se quedaron pequeñas para las necesidades de la ciudad / ECG

La empresa que resulte adjudicataria tendrá además que ocuparse de la explotación de la actual EDAR durante un máximo de 19,5 meses durante la construcción de la nueva instalación. Seguirá al frente otros seis meses durante la fase de puesta en marcha de la depuradora. Esta parte del contrato se licitará por un importe de 12.5 millones de euros y será sufragado por el Concello de Santiago. “Está previsto que el proyecto sea cofinanciado por los fondos Next Generation de la Unión Europea, en virtud del convenio de colaboración que Acuaes, la Xunta de Galicia y el Concello de Santiago de Compostela firmaron el 5 de febrero de 2021 para la ejecución, financiación y explotación de la instalación”, indica el Ministerio. 

Una vieja demanda de la ciudad

El proyecto se lleva discutiendo desde principios de este siglo. Una directiva europea de 1991 obligó a que todas las localidades de más de 15.000 habitantes de la Unión Europea tuvieran sistemas de depuración de aguas residuales, fijando el 31 de diciembre del año 2000 como fecha límite para cumplir este mandato. En el año 2011 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó una sentencia que condenaba a España al pago de sanciones por el incumplimiento de la directiva en 38 localidades, entre las que figuraba Santiago. Compostela esquivó la multa parcheando la actual depuradora y en 2016 la UE consideró que ya cumplía la directiva.

Aunque esta solución provisional evitó la sanción, no fue definitiva para subsanar los problemas de falta de capacidad de la depuradora. Para ello, se han barajado en las últimas décadas diferentes alternativas para un proyecto del que se lleva hablando desde los años noventa. En el anterior mandato del alcalde Xosé Sánchez Bugallo, entre 2007 y 2011, la intención era construir la nueva EDAR en A Silvouta, en las proximidades de la actual pero en el año 2011, con la llegada a la alcaldía de Gerardo Conde Roa se desechó esta opción y se apostó por O Souto. 

Ambas opciones tuvieron en su momento una importante oposición social y vecinal, con lo que en los últimos años del mandato de Martiño Noriega (2015-2019) se optó finalmente por la ampliación de la actual infraestructura en el lugar que ocupa actualmente.