Entrevista | Teresa Ferreiro y Libertad Suárez Sisters of Rave, colectivo de mujeres DJ

“Nuestro evento para Boiler Room habla de descentralización de las industrias creativas, es una llamada de atención política”

Sisters of Rave organizan el sábado 23 de septiembre una nueva sesión para recibir el otoño a muchos beats por minuto

De izquierda a derecha, Libertad, Teresa y Ana, las Sisters of Rave, en su salsa electrónica

De izquierda a derecha, Libertad, Teresa y Ana, las Sisters of Rave, en su salsa electrónica / CEDIDA / Sisters of Rave

Teresa Ferreiro y Libertad Suárez (a.k.a. Garrita) hablan con pasión, como corresponde a la gente que ama lo que hace. Si no fuera por ese reloj que no da tregua esta entrevista se hubiera prolongado hasta altas horas de la madrugada. Como las fiestas de electrónica que cada equinoccio y solsticio organizan bajo el nombre Sisters of Rave, un colectivo de mujeres DJ que salió de sus cabezas como los samples salen de sus platos. Este sábado 23 de septiembre estarán pinchando en la Sala Malatesta desde las 23.50 para recibir el otoño junto a Ana (Hipnagógika), tercera pata de esta hermandad, y las DJ Clara! y Dalila como invitadas.

Por ubicarnos. ¿Cómo, qué y quién sois las Sisters of Rave? ¿Cómo nació este colectivo de mujeres DJ?

Libertad: Pues se me ocurrió a finales de 2019. Yo estaba empezando a pinchar y me apetecía hacer algo colectivo. A Teresa la había visto pinchando, y a otra chica, Akazie, que estaba al principio. Me gustaba mucho lo que hacían y contacté. Luego Teresa propuso hablar con Ana. Entre medias llegó la pandemia y tuvimos que aplazarlo todo, pero luego nos pusimos en marcha. La primera fiesta fue en octubre de 2021. Desde entonces, hemos hecho cuatro anuales.

Teresa: Nosotras promocionamos las cuatro, pero si nos contratan para otros sitios, pues genial.

Este sábado tenéis un nuevo ‘aquelarre’, como llaman a vuestras fiestas, en la Sala Malatesta. ¿Cómo va a ser? ¿Por qué habéis elegido como temática las muñecas Bratz?

Teresa: Pues fue una combinación de ideas. Por un lado, cuando nos avisaron de que iban a salir los vídeos de la Boiler Room me empecé a agobiar por los comentarios. Pensaba cosas como “a ver qué dicen de una fiesta sólo de tías”, porque a veces nada de lo que hacemos les parece suficientemente bueno, les molesta la discriminación positiva. Es como un club de “Techno Bros”. Pues nosotras optamos por ser TechnoBratz. Por otro lado, nos flipan los visuales, pero en salas pequeñas no siempre podemos hacerlos como nos gustaría, así que buscamos opciones para que a gente lo viva, que les emocione, y optamos por invitar a seguir una estética, como un disfraz. En este caso, la moda de los 2000 vuelve, es todo muy Bratz, la ropa, el maquillaje…

Vuestro último hito ha sido traer a Galicia la primera Boiler Room, el pasado 1 de julio, que titulasteis 'Belisama'. Pinchasteis vosotras dos, Mounqup, Clara!, Violet y Cora Nóvoa. Los vídeos de la sesión suman más de 66.000 reproducciones. ¿Estáis contentas con el resultado? ¿Ya os paran por la calle?

Libertad: Ahora, con todo hecho, me causa infinita felicidad. El proceso llevó tanto trabajo que no teníamos ni el espacio mental para valorar lo loco que era todo. Fue duro, yo estuve bastante mal todo el evento, me costó pasármelo bien y sólo al final conseguí relajarme. Me da pena, pero es la verdad.

Teresa: Igual que Liber, no era consciente del todo. En la fiesta me puse nerviosa, pero me lo pasé bien porque me sentí muy arropada, con todos mis amigos, no lo sentí como algo externo a mi vida. Eso sí, cuando terminó todo volví a mi casa, me senté en una silla y casi me desmayo. Pero contenta y llena de orgullo.

Además, 'Belisama' no va sólo de promocionar a mujeres y personas no binarias en la electrónica, si no que también habla de la descentralización de las industrias, y de las creativas en concreto. Estoy harta de la fuga de cerebros, que me afecta directamente porque el 90% de mis amigos están en Madrid. Creo que nuestra propuesta para Boiler ganó porque tiene una llamada de atención política. ¿Qué es esto de que nos tengamos que ir todo el mundo a Madrid? ¿Dónde están los fondos dirigidos aquí? Cora Novoa es de Ourense, ¡pero vive en Barcelona! Cuando estaba aquí el PSOE, les presenté esta propuesta, y les dije que me gustaría hacerla desde lo público, desde el gobierno, porque si no, iba a tener que ir a una empresa privada. Y fue lo que pasó.

En vuestros eventos destaca mucho el 'buen rollo', hay muchísimas personas del colectivo LGBTIQ+, hay respeto a identidades y sentires, y también hay cuidados. ¿Qué tienen el techno y la electrónica que se dan muy bien a estos espacios seguros?

Público durante el set de Clara! en la Boiler Room del pasado 1 de julio

Público durante el set de Clara! en la Boiler Room del pasado 1 de julio / CEDIDA / Xiana Quintas

Libertad: No creo que sea cosa del techno. Por ejemplo, unos amigos montan las Tumbala Party, que son de reggaeton, y pasa lo mismo. Es cuestión de la comunidad que creas: cuando la motivación es la pasión por la música, sea el estilo que sea, no andas por ahí molestando a otra gente. Se crea un sentimiento de comunidad, ves a alguien desconocido y piensas “esta persona es un poco como yo”.

Teresa: Pues esto lo hablé con una chica joven, de 18 o así. Me decía que cuando está con sus amigas en ambientes más ‘mainstream’, acaban casi de forma inconsciente formando un círculo cerrado, como un muro, porque se les van pegando los tíos detrás. Y se dio cuenta de esto cuando fue a una fiesta de electrónica y no le pasó. En cualquier fiesta pueden pasar cosas duras, pero sí creo que hay esa cultura más progresista en aquellas donde la gente va porque AMA la música.

Libertad: Yo nunca dejo de flipar con lo majísimo que es nuestro público. ¡Nos sobrepasa!

Cada vez hay más mujeres DJ, pero el camino no ha sido fácil. Además de ser mujeres, vuestros referentes son territorios "periféricos". ¿Habéis sufrido actitudes machistas o prejuicios por venir de lugares que no son ni Madrid ni de Barcelona?

Teresa: Ambas son correctas. Yo, por ejemplo, pinchaba con gente de la universidad. Cuando vivía en Londres conocí a mucha gente que se dedicaba a la electrónica, y al contarles lo que hacía con ese grupo de la universidad, me miraban de forma muy condescendiente, pasaban de escucharlo. Quizás fuera también por ser extranjera. Pero me parece más importante que haya más mujeres, ya no en los platos, si no en las organizaciones. El porcentaje de mujeres que “cortan el bacalao” es ínfimo.

Libertad: Yo también lo he notado. Tienes que esforzarse más, hacerlo un poco mejor siempre, sobre todo en el rol de promotora. Son pequeños detalles, como una vez que organizaba una fiesta y estando con el DJ al que yo había invitado en la sala, el dueño le habló directamente a él. El apunte positivo es que en un tiempo muy corto la diferencia empieza a ser abismal, pero bueno, como en todo, prueba de ello son las noticias que ahora mismo están ahí.

Teresa: Y cuanto más arriba vas, más cuesta entrar. Hay poca confianza en el talento de las mujeres o un miedo a que hagan algo que les deje fuera. La verdad, ojalá no tuviera que existir este colectivo porque no hubiera ese desequilibrio.

Libertad: La electrónica es una industria muy competitiva, pero poco a poco lo pulimos desde dentro. Hay que ser majas, colaborar, porque somos cuatro gatos y tenemos que llevarnos bien.

En vuestra propuesta se nota que apostáis por vuestra tierra. Teresa, tu set para la Boiler empezó con un tema de Mercedes Peón. Muchas otras personas están recuperando esa herencia cultural popular desde distintos estilos (caso de Rodrigo Cuevas, Baiuca, o Mondra aquí por el norte; mirando al sur, Califato 3/4, Le Parody o La Plazuela). ¿Por qué lo 'tradi' siempre vuelve?

Libertad: En nuestro caso, lo llevamos dentro, son nuestras raíces. Yo me siento súper vinculada a mi tierra, Asturias, y es inevitable.

Teresa: Yo creo que vuelve como respuesta a la globalización, a la hiper americanización que tenemos en todas partes. El movimiento ‘tradi’ viene a reivindicar no sólo las identidades diversas, lo queer, si no también esta diversidad cultural. Volver a la raíz es casi un ejercicio de memoria histórica, algo que en España, donde vivimos una dictadura, me parece también un acto político. Lo que hace Rodrigo Cuevas, por ejemplo. Creo que en cada una de sus decisiones artísticas hay mucho activismo. 

Decía vuestra 'sor' honorífica Cora Nóvoa en una entrevista en EL CORREO GALLEGO antes de la Boiler Room, que el apoyo institucional a la electrónica es una asignatura pendiente. ¿Qué le pediríais a las instituciones? Aprovechad, que seguro que alguien en San Caetano os lee.

Teresa: Hay muchos clichés sobre a electrónica y la vida nocturna, el hedonismo y tal. Pero la realidad es que, poniéndose en mentalidad capitalista, la electrónica mueven millones, y ahí estás ‘in’ o estás ‘out’. Si en lugar de Boiler fuera la Xunta la que llevara esta fiesta, cobrando entrada, relacionándose con patrocinadores, etc., pues revertiría a lo público. Y es evidente que esto también es cultura. Además, en pocos sitios se ve tanto activismo político como en los colectivos de música electrónica.

Hay que buscar espacios públicos donde la gente joven pueda reunirse, hacer fiestas, aprender a tocar un instrumento o a pinchar… porque si no, vas a tener a un montón de adolescentes en la calle ¿haciendo qué, exactamente?

Libertad: Yo estoy feliz en nuestro pequeño universo autogestionado. Pero bueno, estaría bien que no fuese tan complicado, si tuviésemos algún recurso más haríamos cosas bastante más guays. Yo a muerte con lo público, pero la realidad es que estamos tirando de marcas de alcohol y empresas así, que son quienes están dispuestos a dar dinero para lo que hacemos.

Teresa: Yo creo que el Estado debería pertenecernos, en ese sentido. Ese discurso de “ah, es que has ido ahí a pedir a la Xunta, pero nosotros somos muy anarquistas”... no me identifico. Yo quiero recuperar lo público porque es mío, ¿sabes? Pero si me sale algo con una marca de alcohol tampoco estoy en posición de elegir, sobre todo porque queremos traer a gente y darles buenas condiciones. ¿Nos gustaría que la realidad fuese otra? Pues también.

Ya tenéis un recorrido y os habrá pasado de todo. Pero queremos terminar con buen sabor de boca. ¿Cuál es ese momento como DJ que os hace soltar la 'lagrimilla de felicidad'?

Teresa: Para mí, son siempre esos momentos justo después de una fiesta, cuando se acerca el equipo, gente del público y las otras DJ a abrazarte y tal… ¡Es que me emociono sólo de contarlo! A mí lo que me mueve es esa comunidad, esa sensación de empoderamiento, de sentir que estás haciendo algo que es más grande que tú.

Libertad: Me pasa un poco lo mismo. Cuando aparece gente en tu vida con la que conectas. Y es una locura que esto pase alrededor de algo tan simple como una fiesta, algo tan sencillo como la música.