Dragados presenta la oferta económica más alta para la nueva depuradora de Santiago: 63 millones

Hasta nueve empresas pujan por ejecutar las obras, que no estarán finalizadas hasta el 2026

La UTE formada por Obrascón Huarte Lain, Aquambiente y Espina Obras Hidráulicas obtiene la mejor puntuación en la valoración técnica

En la imagen, las actuales instalaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de A Silvouta, en Santiago

En la imagen, las actuales instalaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de A Silvouta, en Santiago / Jesús Prieto

La sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (ACUAES) ha recibido la oferta de hasta nueve empresas para ejecutar las obras de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de A Silvouta, en Santiago, cuyo presupuesto de licitación es de 53.904.036 euros (IVA excluido). El plazo del contrato licitado es de 27,5 meses más un mes para la elaboración del plan integrado de gestión de obras.

Tras la publicación del informe de valoración técnica, la UTE formada por Obrascón Huarte Lain, S.A. (35%), Aquambiente Servicios para el Sector del Agua, S.A.U. (35%) y Espina Obras Hidráulicas S.A.U. (30%) ha obtenido la mayor puntuación de las nueve ofertas presentadas, logrando una valoración de 38,60 puntos de un máximo de 45. En segundo lugar se sitúa la propuesta técnica de la UTE que integran Copasa (70%) y Global Omnium Medioambiente, S.L. (30%), con una puntuación de 37,40. Mientras, la oferta de la UTE Ferrovial Agroman S.A. (36,72%)-Cadagua S.A. (63,28%) fue la tercera mejor valorada, con 36,80 puntos.

En cuanto a las cuantías económicas, Dragados S.A presenta la oferta más alta, 63.351.546,19 euros. Le siguen la UTE formada por GS Inima Environment S.A.U. y Constructora San José S.A., con 60.180.466,69 €, y la UTE FCC Construcción, S.A. y FCC Aqualia S.A., con 59.537.000,00 euros.

Con el fin de evitar más demoras en los plazos, después de que el pasado verano la empresa adjudicataria (la UTE Drace Infraestructuras S.A. y Vías y Construcciones S.A.) renunciase a asumir el proyecto por el incremento de costes sobre lo presupuestado inicialmente, Acuaes publicaba el pasado 31 de julio un nuevo anuncio previo de licitación de las obras en la Plataforma de Contratación del Estado a fin de que los contratistas interesados pudiesen conocer las características técnicas del proyecto, que se licitó el pasado 5 de septiembre. 

La intención de la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pasa por adjudicar cuanto antes el proyecto, “de manera que a principios de 2024 puedan iniciarse los trabajos y las obras estén finalizadas en mayo de 2026”, indicaron. El objetivo de esta actuación, añaden, es poner fin a los problemas de capacidad que tiene la actual depuradora y eliminar los vertidos contaminantes al río Sar.

Para ello se va a construir una nueva depuradora, que tratará un caudal medio de 52.000 m3/día, para 277.000 habitantes equivalentes, así como la conexión a la red de colectores existentes y la ejecución de una nueva acometida eléctrica compatible con las necesidades energéticas de la nueva instalación y dotada de un suministro eléctrico de respaldo. El contrato incorpora además la explotación de la actual EDAR un máximo de 19,5 meses durante la construcción, más seis meses durante la fase de puesta en marcha, por un importe de 12.523.935 euros, que será sufragado desde el inicio por el Concello. 

Está previsto que el proyecto sea cofinanciado por los fondos Next Generation de la Unión Europea, en virtud del convenio de colaboración que Acuaes, la Xunta y el Concello de Santiago firmaron el 5 de febrero de 2021 para la ejecución, financiación y explotación de la instalación.

La nueva infraestructura tendrá capacidad para tratar las aguas de una población de 277.000 habitantes

Una vez finalizadas las obras, la nueva depuradora de A Silvouta tendrá una capacidad de tratamiento futuro de 277.000 habitantes equivalentes y permitirá pretratar la totalidad del caudal que llega por el emisario del río Sar en época de tormenta, realizando un vertido compatible con la calidad ambiental del medio receptor. Además, contempla un pretratamiento con capacidad futura para 4,5 m3/sg, capaz de asumir las puntas de caudal que llegan por el emisario del río Sar en tiempo de lluvias.

Dispone un tratamiento primario y de agua de tormentas mediante decantación lamelar para un caudal de 2,25 m3/sg y un tratamiento biológico por fangos activos, con membranas de ultrafiltración, que obtiene un vertido con calidad superior a la exigida para zona sensible. Para el tratamiento de los lodos se incluye digestión anaerobia con hidrolisis térmica, que permitirá la generación de energía para autoconsumo y el empleo en la agricultura de los lodos deshidratados, indican desde Acuaes.  

La nueva depuradora dispondrá dentro del tratamiento biológico de un reactor de membranas MBR, una de las tecnologías de depuración más avanzadas, y que permitirá alcanzar una calidad del efluente compatible con lo exigido para el río Sar por la planificación hidrológica. Además, y apoyándose en su capacidad para la eliminación de virus y bacterias, esta tecnología permitirá la reutilización del agua tratada para los usos contemplados en la legislación vigente en esta materia.

Otra de sus principales ventajas es que se trata de un sistema de tratamiento muy compacto y que, por lo tanto, está especialmente indicada para lugares donde se cuenta con un espacio limitado y se requiere una alta calidad del vertido, como es el caso. Además, la nueva instalación cuenta con sistema de desodorización de última generación que permitirá una operación compatible con los usos que se desarrollan en su entorno. Con su puesta en marcha, Santiago cerrará un ciclo de casi 30 años de espera por una actuación clave en materia de infraestructuras, puesto que es un proyecto que se remonta a la década de los 90, cuando una directiva europea obligó a las localidades de más de 15.000 habitantes a tener un sistema de depuración de aguas residuales antes del año 2000. 

La capital gallega no cumplió con ella, además de otras 38 localidades españolas, provocando que España fuese sancionada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Durante este periodo, tras sondear la posibilidad de crear una nueva instalación –en O Souto–, se decidió ampliar la ya existente en A Silvouta.