La nueva depuradora de Santiago costará 58,9 millones y estará en funcionamiento en 2026

Acuaes ha adjudicado el contrato de ejecución de las obras y su puesta en marcha a la UTE formada por Obrascón Huarte Lain, Aquambiente y Espina Obras Hidráulicas

Los trabajos empezarán a comienzos del próximo año

Actual depuradora de aguas residuales de Santiago

Actual depuradora de aguas residuales de Santiago / Antonio Hernández

La nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Santiago, un proyecto cuyo punto de partida se remonta a la década de los 90, está, al fin, un paso más cerca, después de que ayer el Consejo de Administración de la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) adjudicase por 58.900.573 euros (IVA excluido) el contrato de ejecución de las obras y su puesta en marcha.

La actuación se beneficiará de los fondos Next Generation de la Unión Europea, en el marco del convenio de colaboración, firmado el 5 de febrero de 2021 para la ejecución, financiación y explotación de la actuación, entre Acuaes el Concello de Santiago y la Xunta, que aporta 10,8 millones de euros.

De entre las nueve ofertas presentadas, fue seleccionada la UTE formada por Obrascón Huarte Lain, Aquambiente Servicios para el Sector del Agua y Espina Obras Hidráulicas (con sede en Santiago), por un plazo de 27,5 meses para la ejecución de las obras, a lo que hay que sumar un mes para la redacción del Plan Integrado de Gestión de Obras (PIG).

En el marco de este contrato también se llevará a cabo la explotación de la actual EDAR durante un máximo de 19,5 meses durante la construcción, más seis meses durante la fase de puesta en marcha, que se pueden ampliar otros seis. Los correspondientes costes de explotación serán sufragados directamente por el Concello de Santiago, en atención a lo previsto en el convenio firmado en el año 2021, tal y como indicaron ayer desde Acuaes, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

Adjudicadas las obras, el objetivo es que los trabajos se inicien a comienzos de 2024, de manera que a mediados de 2026 la depuradora funcione a pleno rendimiento y preste servicio

Los trabajos consistirán en la construcción de una nueva depuradora en las mismas instalaciones que la actual, en A Silvouta, que tratará un caudal medio de 52.000 m3/día, así como la conexión a la red de colectores existentes y la ejecución de una nueva acometida eléctrica compatible con las necesidades energéticas de la nueva instalación y dotada de un suministro eléctrico de respaldo.

Asimismo, dispondrá de un tratamiento primario y de agua de tormentas mediante decantación lamelar y un tratamiento biológico por fangos activos, con membranas de ultrafiltración, que obtiene un vertido con calidad superior a la exigida para zona sensible. Para el tratamiento de los lodos se incluye digestión anaerobia con hidrólisis térmica, que permitirá la generación de energía para autoconsumo y el empleo en la agricultura de los lodos deshidratados.

Entre sus principales ventajas, destacan el sistema de desodorización de última generación que permitirá una operación compatible con su entorno. “Las obras permitirán solucionar los problemas de capacidad y obsolescencia técnica que presenta la actual depuradora y eliminar los vertidos contaminantes al río Sar. Una vez finalizadas, el Concello gestionará su explotación”, señalaron desde Acuaes. 

La adjudicación de las obras cierra el largo historial de contratiempos que ha envuelto el proyecto. El último, el pasado verano, cuando en el mes de agosto la anterior empresa adjudicataria (la UTE Drace Infraestructuras S.A. y Vías y Construcciones S.A.) renunciaba a asumir los trabajos por el incremento de costes sobre lo presupuestado inicialmente. Como consecuencia de ello, Acuaes publicaba un nuevo anuncio previo de licitación de las obras en la Plataforma de Contratación del Estado a fin de que los contratistas interesados pudiesen conocer las características técnicas del proyecto, que se licitó el pasado 5 de septiembre. Posteriormente, Acuaes recibía la oferta de hasta nueve empresas para ejecutar las obras de la nueva depuradora de Santiago. 

Con su puesta en marcha, prevista para mediados del 2026, la capital gallega cerrará un ciclo de casi 30 años de espera por una actuación clave en materia de infraestructuras, puesto que es un proyecto que se remonta a la década de los 90, cuando una directiva europea obligó a las localidades de más de 15.000 habitantes a tener un sistema de depuración de aguas residuales antes del año 2000.

A Silvouta

Santiago no cumplió con ella, además de otras 38 localidades españolas, provocando que España fuese sancionada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Durante este periodo, tras sondear la posibilidad de crear una nueva instalación –en O Souto–, se decidió ampliar la ya existente en A Silvouta. 

Una vez finalizadas las obras, la nueva depuradora tendrá una capacidad de tratamiento futuro de 277.000 habitantes equivalentes y permitirá pretratar la totalidad del caudal que llega por el emisario del río Sar en época de tormenta, realizando un vertido compatible con la calidad ambiental del medio receptor. Además, contempla un pretratamiento con capacidad futura para 4,5 m3/sg, capaz de asumir las puntas de caudal que llegan por el emisario del río Sar en tiempo de lluvias.