Entrevista | LOS ZIGARROS Grupo rock, han presentado en Capitol el disco ‘Acantilados’, producido por Leiva

“En Santiago tenéis una de las mejores tiendas de instrumentos”

Los Zigarros: Adrián Ribés, Nacho Tamarit, Ovidi Tormo y Álvaro Tormo

Los Zigarros: Adrián Ribés, Nacho Tamarit, Ovidi Tormo y Álvaro Tormo / CULTURA ROCK

Los Zigarros acaban de dar un concierto en la sala Capitol de Santiago para presentar su nuevo disco, Acantilados, eje de una gira que suma dos llenos recientes en la sala Moon de Valencia y que ya ha agotado entradas para el show del 20 de enero en el pabellón WiZink Center de Madrid. Y volverán a Galicia para tocar en el Río Verbena Fest 2024 de Pontevedra de los días 23 y 24 de agosto. Grupo de enérgico rock and roll que ha refrescado la escena española en la última década, ahora encaran terrenos nuevos, siendo menos vacilones y más románticos, quizá también más valientes. La repercusión al alza les da palmada de apoyo tras aliarse con Leiva, productor de ese álbum. Los Zigarros son un grupo valenciano formado por Adrián Ribés (batería), Nacho Tamarit (bajista), Ovidi Tormo (voz y guitarras) y Álvaro Tormo (guitarras), este último, atiende amable a EL CORREO GALLEGO.

¿Cómo nace el contacto para trabajar con Leiva como productor del nuevo disco tras hacer los anteriores con Carlos Raya?, ¿se ha enfadado el bueno de Carlos?’

(Sonriendo) No, que va, Carlos es buen amigo... Todo empezó con la canción 100.000 bolas de cristal, una de las composiciones de este nuevo disco. Fue la primera que le mandamos a Leiva cuando le propusimos que fuera el productor. Es una canción que teníamos desde hace ya un par de discos pero nunca encontramos el momento adecuado para publicarla hasta ahora y, al escucharla, Leiva nos dijo: ‘Me encanta, es un tema fresco’. Y añadió: ‘Si vamos a trabajar juntos en un disco estaría bien hacer algo semi-nuevo porque para hacer lo que estabais haciendo nadie mejor que Raya’.

Suena diferente, eso seguro pero encaja bien al escucharlo al lado de trabajos anteriores.

El plan era: vamos a intentar ir a otros terrenos, a disfrutar y luego las canciones fueron viniendo sin mucho pensar en nada, la verdad, porque nosotros cuando componemos tampoco estamos pensando en si queremos que suene más duro o menos duro o... qué. Simplemente hacemos veinte o treinta canciones y, al revisarlas, las diez u once que más nos gustan se quedan y se graban.

Es un disco donde hay más pianos y teclados.

Sí, hay más teclados en este disco. De hecho, hay muchos más de los que ha habido nunca en nuestros discos, y en esta gira los está tocando Ovidi en directo. Ahora lleva un piano eléctrico para, según que canción, tocar una cosa u otra, siempre ajenos a bases pregrabadas porque nosotros grabamos los discos en directo y luego retocamos cositas pero la esencia siempre somos nosotros tocando juntos en directo.

Soñemos, ¿a qué dos guitarristas de toda la historia invitarían Los Zigarros para dar un concierto especial soñado?

A Jimi Hendrix, que es mi referente de siempre en el rock, y a Paco de Lucía, aunque no sé si me atrevería a subir a tocar al escenario con ellos porque.... vaya presión.

¿Hay alguna relación más allá de los conciertos entre el grupo y Santiago? Esta reciente visita navideña no ha sido la primera.

Sí, porque en Santiago tenéis una de las mejores tiendas de instrumentos que hay en España, Studio 54, me he comprado un par de pedales, allí, conocemos al dueño porque hemos estado varias veces en la tienda y tiene un despliegue de poderío de marcas y de guitarras muy interesante. Asocio a Santiago esa tienda, disfrutar tocando, pasar frío en nuestras visitas por la zona histórica, que es una pasada de bonita, y... comer buenas tortillas de patata.

¿Hubo algún detalle y momento de la infancia o juventud clave para decidir que la música era el camino vital y profesional elegido?

En nuestra casa había un piano, mi madre era hippy y era fan de Pink Floyd y lo tocaba en casa y nuestro padre era fan del rock and roll de los años 50 tipo Elvis Presley, y eso influyó pero un momento que me marcó más fue ver con siete u ocho años el vídeo de la canción de Nirvana Smells like teen spirit, que descubrimos en un programa de los 40 Principales que daban en Canal Plus, eso me cambió la vida, esos cuatro acordes, ta tata tatatata tata.... y la energía del vídeo me llevaron a decir entonces... ‘Eso es lo que quiero hacer yo’. Nirvana me cambió la vida en aquel año 1991, la fecha de salida del Nevermind, el disco donde esta esa canción.