FIESTAS

Entroido: Santiago se viene arriba

Una tarde de clima benévolo ayudó a reunir más público que en el carnaval del pasado año, llenando las calles que recorrieron las comparsas protagonistas del desfile // Los premios a las mejores carrozas fueron para ‘Fiestas del Apóstol’ , ‘‘Mar de héroes’ y ‘Aspas en el país de las maravillas’

Desfile de carnaval en Santiago

Javier Rosende Novo

El desfile del Entroido sumó ayer dos ediciones consecutivas tras el ausente trienio pandémico, y probó que en Santiago hay ganas de venirse arriba. Marcó la senda festiva La Mekanika Rolling Band, de Negreira, septeto contratado para abrir la comitiva, “con temas propios y versiones de canciones de Mercedes Peón, Diplomáticos o Susana Seivane”, dijo a EL CORREO Aitor García. La fiesta empezó a las 17.30 horas desde la Avenida de Ferrol rumbo a la Plaza Roja, Horreo, Senra y Alameda. El jaleó comenzó con potencia sonora algo inferior a lo preciso, a decir de una integrante de Agasalle, la primera comparsa en desfilar, cuyo homenaje a la pintura ( Picasso, Lichtenstein, Rembrandt...) empezó en silencio porque la música festiva de la Mekanika quedaba lejos y la posterior furgoneta con altavoces aún no llegaba. Esa agrupación ligada al colegio La Salle salió coordinada por Natividad Martínez y Dani de las Heras, con ayudantes como los hermanos Fran y Carlos Alvite más Fernando Coucheiro, parte de una familia carnavalera de “120 niños y 80 adultos”, con ropa de lunares multicolor y marcos de cuadro por collar.

El desfile tuvo mucho público, cientos y cientos de personas (más que en 2023, en día más inhóspito) animadas por el buen clima, en un evento con “quince” integrantes de la organización ordenando el paso, y el respaldo policial y de Cruz Roja (“dos ambulancias y un vehículo de intervención, con 20 personas”, dijeron a este medio Miguel Vázquez y Daniel Gavira, sitos en la Plaza Roja y llegados de Vigo como refuerzo). El colegio de la Inmaculada montó para la ocasión una alegre romería, “incluyendo al santo, banda municipal, orquesta... con trajes hechos entre el alumnado y las familias, la parte del proceso del carnaval más bonita”, aseguraron Sara Pérez, Jefa de Estudios de Infantil, e Irma García, profesora de Primaria, explicándose mientras de fondo latía música de Shakira.

Roubin de corazóns en Figueiras temos a montóns”. Esa lema en una pancarta en forma de cuore, fue parte de la comparsa de los centros socioculturales compostelanos, “con cerca de 200” almas, algunas debutantes, caso de Rubén Viqueira: “Este año estoy de monitor en el centro del Ensanche y me animé a desfilar. Se trata de pasarlo bien”, soltó dando voz a una idea coral, sobre todo vista lo benévola que se quedó la tarde. Más. El Exoplaneta, temática de la agrupación de Conxo, que optó por un montaje negro futurista tras ganar en la votación interna a opciones como “ir de jipis o de Mad Max”, juntó a unas “87 o 90” personas, según Cristina Agrelo, incluyendo un vehículo al estilo Madmaxiano. En la comparsa Dando la nota, Ana Costa y Leyre Cardero resumieron la imaginación de este clan de Ordes al desfilar convertidas en un acordeón gigante gracias a la pericia en el atrezzo de Noelia Pedrouzo: “Es nuestra primera vez en Santiago, y hay buen ambiente”, apuntó ella.A su vera, se repartían aplausos hacia los guiños al mundo de Lewis Carroll en la propuesta de Aspas (Asociación de Padres de Personas con Discapacidad Intelectual)

El grupo Bugallido Circus, desde Ames, juntó a 130 componentes en su debut en este pasacalles compostelano: “Hay desde una nena de quince días a adultos de todas las edades”, aclaró Esther Castromán, disfrazada de domadora de leones ante una jaula rodante repleta de cativada felina (¿el sueño inconfeso de algunas madres y padres? Quien sabe). Y todo esto salpicado por valientes como una pareja convertida en carruaje/caja de zapatos, el dinosaurio con ruedas hecho con latas de Coca Cola donde iba metido Daniel Campos (“Del barrio de San Pedro”, indicó apurado pero orgulloso) y el bullanguero son de Os Conformistas de Conxo. Más protagonistas picheleiros: Alejandro Martínez Rosende, jugador de las categorías de formación del Fátima , dio ejemplo de espíritu jaranero al desfilar en muletas como parte de la comparsa 14, representativa de Marrozos y Santa Lucía, con disfraces de cavernícola. “¿De que iban a ir estos? De otra cosa imposible”, terció con guasa una mujer del grupo señalando a la rapazada, situada junto a un troncomóvil que ya quisieran Pedro y Pablo Picapiedra. En la parte final del desfile también brillaba la energía de Rocío Pérez, “la jefa”, según integrantes de la Asociación Cultural Mar de Fondo, una familia festiva con heroínas y héroes del mar, parte de un colorido despliegue “con 60 personas”, luciendo trabajados detalles.

Como de toda mofa bebe un buen carnaval, aquí no faltó ni un edificio catedralicio rodante, norias, arañas, bailarinas igual de verde flúor que de chándal rosa, paraguas arco iris, ratones, cartas de póker, partícipes de un desfile donde la comparsa A Rulina de Laraño también llevó mimado vestuario “enseñando el proceso del vino, desde las hojas de parra, a la fermentación, la pipeta...”, relató María Rodríguez, que apostilló: “Fíjate que los farolillos son tetrabriks reciclados”. Lo dicho, fiesta y carnaval sí, respeto al planeta... ¡también! Al rato, a las 21 h., en la sala Capitol se falló el concurso municipal: Premio a las mejores carrozas: Fiestas del Apóstol (25 puntos; 2.500 euros; Mar de héroes (23 p.; 1.500 € ), Aspas en el país de las maravillas (20 p.; 1.000 €). Disfraz individual: El regreso de los dinosaurios (24 p.; 300 euros), Begoña Moreira España (19; 200 €) y Alegría (14; 100 €). Grupos: Dando la nota (25 p.; 700 euros), Las arañas de Monte Pío (22 p.; 400 €) y Nuestro mar (18; 200 €). Comparsas: Fiestas del Apóstol (24 p.; 2.000 euros); Exoplaneta (24 p.; 1.500 €) y Escuelas de La Inmaculada (24 p; 1.000 €), repartidos tras segunda votación al empatar . Comparsas de parroquias y barrios: Aspas... (21 p.; 1.200 euros), A ruliña de Laraño (20 p.; 600 €) y Troglofesta (17 p.; 400 €). Mejor pareja: Recuerdos de mi infancia para mi nieta (23 p., 300 €).