Conxo despide por todo lo alto el carnaval de Compostela

Cientos de personas disfrutaron este sábado de música, comida y disfraces en el animado Entroido del barrio de Conxo que puso fin al carnaval en Santiago. Después de que el pasado martes desfilaran por la ciudad múltiples carrozas, comparsas, e incluso parejas o personas por individual llamando la atención de un público que abarrotó las calles desde el principio hasta el fin, y de que el miércoles se procediera, como habitualmente, a la quema del Meco en la plaza Roxa, este sábado Conxo desmostró su espíritu 'entroideiro' en una jornada marcada por el buen tiempo.

La Coordinadora de las Festas Tradicionais del barrio y la comparsa Os Conformistas organizaron la fiesta en el Sábado de Piñata con actividades que arrancaron a las 12.00 horas. “O clima axudou moito e contamos con un público familiar, de todas as idades”, aseguró en conversación con este medio Eva Armental, coordinadora de las fiestas tradicionales de Conxo.

Sábado de Piñata, festa rachada en Conxo co sombreiro como protagonista

Los Xenerais da Ulla desfilaron acompañados de comparsas por varias calles del barrio llamando la atención de los vecinos. La sesión vermut en el Campo de Conxo con Brassica Rapa fue el punto de encuentro de muchos que decidieron participar en el xantar popular. “Houbo moita xente que trouxo a comida da casa e outros optaron por coller na polbeira racións de polbo e churrasco”, señala Eva.

La tarde, además de la foliada de música tradicional, el concurso de orejas y filloas y el juego de piñata, estuvo marcada por el desfile de disfraces de sombreros en el que participaron alrededor de unas 100 personas. Algunas lo hicieron en grupos. Ya que la temática de esta edición se centró en la música, se pudieron ver sombreros con notas, partituras o instrumentos, entre otros elementos.

A mayores, con motivo de celebrar el Sábado de Piñata el centro de la ciudad acogió el desfile de Xeneraliñas da Semente cun un itinerario que partió de Santa Clara y recorrió las calles de San Roque y Algalia de Arriba hasta llegar a la plaza de Cervantes. A posteriori, en esa última ubicación el público allí presente pudo disfrutar de los tradicionales Vivas e atranques.

Con todas estas celebraciones, Santiago despidió ocho días de Entroido marcados por el color y la ilusión de jóvenes y no tan jóvenes.