Entrevista | Yolanda Prezado Nueva investigadora principal en el Cimus de la USC

“España estará en la ‘pole position’ en investigación en protonterapia”

La investigadora Yolanda Prezado, experta en radioterapia y protonterapia

La investigadora Yolanda Prezado, experta en radioterapia y protonterapia / Cedida

Yolanda Prezado (Verín, 1977) regresa desde París a su Galicia natal para incorporarse como investigadora principal en el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus) de la Universidade de Santiago, en la que estudió la carrera de Física. Un viaje de vuelta en un momento en el que “España tiene una gran oportunidad en el campo de la protonterapia”, donde esta científica experta en radioterapia lleva inmersa más de una década y es todo un referente en Francia. Fundó su equipo en 2013 en el Centro Nacional para la Investigación Científica francés y se integró en 2019 en el Institut Curie como líder de grupo en radiobiología traslacional.

Deja el Institut Curie para impulsar desde el Cimus la investigación en protonterapia. ¿Qué le ha movido a dar este paso?

Ha habido una mezcla de razones de tipo familiar y personal, pero sobre todo a nivel científico porque España tiene una gran oportunidad en el campo de la protonterapia, ya que con la donación para diez centros de Amancio Ortega, los dos privados que funcionan en Madrid y el de Santander, España se va a situar en la pole position en protonterapia, con más líneas de investigación por habitante que ningún otro país.

¿Cuánto tiempo lleva investigando en protonterapia?

Es una de mis ramas de investigación principales. Mi trabajo se centra en el campo de la radioterapia en general desde hace dos décadas y nuestros principales proyectos ahora mismo y desde hace ya unos diez años se sitúan en el ámbito de la protonterapia. 

¿En qué consisten esos proyectos científicos? 

Estamos desarrollando nuevas técnicas para mejorar la protonterapia per se, porque aunque sí que es verdad que reduce efectos secundarios en determinados tumores, sigue habiendo secuelas, tampoco es un milagro. Lo que hacemos es desarrollar nuevas técnicas, por ejemplo la radioterapia con combinación de protones que reduce de manera muy radical todos estos efectos secundarios, y con la que hemos visto un aumento del control tumoral en cánceres tan agresivos como pueden ser los mielomas, que hoy en día no tienen curación. Es algo que hemos hecho en preclínicos, con animales. 

¿Piensa continuar con las líneas en las que trabajaba en París?

Sí, la idea es continuar, y en el caso de la radioterapia con mini-haces de protones, es una línea que recibió financiación de la Unión Europea, una RC Consolidator Grant que me dieron en 2018, y también recibimos un premio de la Academia de Ciencias francesa por estos trabajos en protonterapia. Y esto unido a que en España se presenta ahora una gran oportunidad para avanzar en este ámbito, creo que es una buena ocasión para intentar contribuir en este contexto tan esperanzador. 

¿Mantiene todavía esa vía de financiación?

Está en la fase final, pero aún está en vigor. Con el covid, que nos impactó a todos, la Unión Europea nos permitió a los investigadores pedir una prolongación. Y ahora lo que se trata es de intentar optar a nuevas contrataciones y demás. 

¿Ya tiene configurado su equipo para el Cimus?

Estoy prácticamente aterrizando porque llegué el 1 de febrero, pero la idea es montar aquí un equipo que sea muy internacional. Mi interés está en guardar todos los contactos que yo tenía a nivel internacional y que el equipo pueda beneficiarse de estos vínculos con mi anterior instituto. Formar un equipo en Santiago no quiere decir que nos vamos a quedar aquí localmente, es importante esa visión más global. 

¿Qué papel ha tenido el futuro Centro de Protonterapia de Galicia en su decisión de venir a Santiago?

Si al final hay la opción de hacer investigación, pues es una buena noticia. Lo es primero para los pacientes de la comunidad y de las limítrofes, que se van a poder beneficiar de ello, y si el centro se abre, evidentemente para mí y para otros posibles investigadores que puedan venir de fuera es también una buena noticia. 

¿Qué es la protonterapia?

La convencional, la que se hace hoy en día en los centros, utiliza protones frente a la radioterapia más clásica, que emplea fotones. Los protones tienen unas propiedades físicas que van a ser diferentes porque son tipos de partículas distintas. Lo que hacen estos protones es depositar de manera un poco más selectiva la dosis en profundidad; es decir, se puede jugar con la energía de los protones para que depositen una buena parte de esa energía en la zona del tumor. No obstante, eso no quiere decir que no se deposite nada en los tejidos sanos cuando entran, pero sí permite jugar con estas características físicas para que esa disposición de dosis sea un poquito más selectiva, se pueda conformar mejor la dosis en el tumor con respecto a los tejidos sanos. Al final, puedes tener unas distribuciones de las dosis más centradas en el tumor con menos en los tejidos sanos, pero su presencia ahí no es inexistente. 

¿Cómo repercute esa distribución de las dosis?

Se reducen un poco las toxicidades en algunos casos, y hasta ahora lo que se está aplicando en clínica en los centros que hay son estas ventajas físicas de los protones. Y lo que va a aportar el hecho de que pueda haber más centros para investigar, es que hay indicios de que los protones tienen una radiología un poco diferente a los fotones, y estos efectos radiológicos se pueden explotar en un futuro para mejorar aún más los tratamientos.

Es considerada una experta en radioterapia flash, ¿qué significa?

Llevamos tiempo trabajando en ello y tenemos varios artículos publicados sobre este tipo de radioterapia, que lo que hace es suministrar la dosis de manera muy rápida, en menos de milisegundos. Es una terapia que pese a tener mucho brillo por ahí, para mí no está tan clara. Tiene potencial, pero no es tan blanco y negro como otras técnicas de las que hablaba, como puede ser la radioterapia con mini-haces de protones. En lo último que hemos publicado, hemos visto que en determinadas condiciones puede ser incluso más perjudicial que la radioterapia convencional. Es una técnica prometedora, intrigante, que induce mecanismos radiológicos que hay que seguir investigando para ver cuáles son las condiciones óptimas y seguras en las que usarla. 

¿Qué futuro le augura a la radioterapia?

La radioterapia en general ya hoy en día, y esto es algo de lo que que la gente igual no es muy consciente, pero es ya uno de los pilares del tratamiento frente al cáncer. El 50% de los pacientes con cáncer reciben radioterapia, funciona, es curativa en muchos casos y ayuda a otros tratamientos. Con todo lo que se está investigando, yo creo que se va a utilizar cada vez más porque la inmunoterapia sola no es eficaz para los tumores fríos, necesita muchas veces de la radioterapia para ayudar a calentar esos tumores. Yo creo que la radioterapia va a ser cada vez más eficaz y con menos efectos secundarios, y ahora mismo a nivel tecnológico ya está muy sofisticada. Está viviendo un cambio de paradigma, en la práctica clínica, encaminada a dar dosis más altas en menos días, lo que puede dar lugar a una mejor respuesta y a una reducción de los costes económicos.