Los testigos aseguran que un acusado neutralizó a Gregory Furcal mientras el otro lo acuchillaba

Víctor Delgado Olguín declaró que la víctima empezó la pelea y que tuvo que auxiliar a su hermano porque Roa salió del local con un cuchillo y “lo pinchó”

“Nunca quise acabar con la vida de esa persona”, manifestó

Imagen del juicio por la muerte de Gregory Furcal

Imagen del juicio por la muerte de Gregory Furcal / ECG

Versiones enfrentadas las que se han podido escuchar este martes en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, en Santiago, durante la segunda sesión del juicio por el asesinato de Gregory Furcal el 2 de enero de 2023 en la rúa Santiago de Chile, en Compostela. Por un lado, prestaron declaración los hermanos Michael y Víctor Delgado Olguín, acusados de acabar con la vida del joven de origen dominicano; y por otro, Víctor Manuel Roa, quien supuestamente asistió a la víctima, aunque también está acusado —solo por la defensa de los hermanos Delgado— de un delito de tentativa de homicidio. Además, comparecieron otros cuatro testigos que presenciaron los hechos: la hija de Víctor Roa, dos varones que se encontraban la noche del suceso en el pub La Garota; y el dueño este establecimiento.

Tanto Michael como Víctor Delgago aseguraron en sus declaraciones ante el tribunal del jurado que la madrugada del 2 de enero de 2023 acudieron al pub La Grandota al filo de las 06.40 horas para recoger a sus parejas, que se encontraban en el interior del local. Víctor, al que en su entorno conocen como La Bibi, indicó que aquella noche se había drogado con éxtasis y MDMA. No entró en el establecimiento porque, según dijo y confirmó el dueño del pub, tenía prohibido el acceso a raíz de una trifulca con un grupo de ciudadanos dominicanos que se había producido en octubre de 2020. En su versión, La Bibi indicó que la pelea con Furcal se originó en la puerta del pub cuando este le profirió insultos y le golpeó. “Cuando sale el chico de la discoteca me empezó a insultar, me dio un puñetazo y empezamos a pelear”, dijo.

Señaló que en ese momento su hermano estaba hablando con una persona que vendía comida colombiana en las inmediaciones del local, y fue en ese momento, según el testimonio de ambos acusados, cuando aparece Víctor Manuel Roa, en el escenario de los hechos. “Salió del local con un cuchillo y pinchó a mi hermano”, señaló La Bibi, para apuntar que en cuanto se produjo este apuñalamiento se abalanzó sobre Roa consiguiendo desarmarlo. Luego, al ver que Gregory portaba una botella en la mano y que estaba enzarzado en una pelea con Michael, lo atacó con el arma que le arrebató a Roa. “Nunca quise acabar con la vida de esa persona”, señaló La Bibi.

Los argumentos expuestos por su hermano Michael han sido muy similares. Incidió en que recibió una puñalada por parte de Roa y que cuando se percató de que estaba herido se apartó de la pelea. “Cuando voy a defender a mi hermano y entro en la pelea siento que me pinchan”, defendió, antes de reconocer ante el tribunal que él portaba en ese momento un arma en la chaqueta de la que hizo uso, aunque añadió que “la saqué solo para intimidar, pero no le pinché”. Relató que “Gregory se abalanzó sobre mí con la botella, yo tenía la navaja en la mano pero en ningún momento le pincho, lo único que hago es proteger mi vida”.

La defensa de los hermanos Delgado Olguín sostiene que Michael no llegó a acuchillar a Gregory Furcal en ningún momento, pese a que se le ve en un vídeo grabado por la cámara de seguridad de un gimnasio cercano a La Grandota cómo agrede a la víctima con la mano en la que porta el arma. Estas imágenes se pudieron ver este martes durante el juicio, aunque a simple vista no arrojan demasiada luz sobre los detalles de lo ocurrido. La defensa argumenta que el acusado solo estaba golpeando a la víctima pero que no lo estaba apuñalando. En cambio, sí admite que Víctor Delgado, La Bibi, acuchilló al fallecido, aunque lo habría hecho con el arma con que Víctor Manuel Roa salió de la discoteca.

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Captura del vídeo que se proyectó en el juicio en el que se recoge la agresión / cedida

Hasta aquí la versión de los hermanos Delgado y su defensa, que no solo se contradice con la de Víctor Manuel Roa, sino con la de los cuatro testigos que prestaron este martes declaración. Roa relató que aquella madrugada del 2 de enero de 2023 acudió al pub La Grandota acompañado por su hija Patricia y Gregory. “Estuvimos en la discoteca hasta las siete y algo, primero salieron mi hija y Gregory, porque yo me quedé despidiéndome de una gente; y cuando salgo ya veo que los dos asesinos le estaban dando puñaladas: uno, el de verde (por Michael), lo tenía neutralizado”, indicó, antes de dar más detalles. “Michael lo tenía agarrado por el cuello en el suelo. Mientras sujetaba a Gregory, Víctor (La Bibi) le asestaba cuchilladas desde arriba. Gregory les dijo: no me mates, no me mates, que tengo un hijo; y pedía auxilio”, manifestó Roa, que también aseguró que fue el propio La Bibi quien hirió a su hermano durante la agresión, propinándole una puñalada en el costado que le afectó al hígado y al pulmón.

También comentó que cuando vio esta escena se abalanzó sobre ellos pero recibió por parte de Víctor Delgado una cuchillada en la mano. “Vi dos cuchillos: el de Víctor era un cuchillo más grande y Michael tenía una navaja”, declaró ante las preguntas de la representante del Ministerio Fiscal, para luego asegurar que Gregory “en ningún momento se pudo defender”. Con rotundidad, Roa afirmó ante el jurado que los hermanos Delgado “no tenían piedad, son dos criminales que saben cómo matar”; y al tiempo apuntó que “tenían planificado todo lo que iban a hacer”.

Su hija, Patricia, que declaró como testigo, ratificó la versión de Roa, aunque aportó nuevos detalles, puesto que ella salió del pub antes que su padre. Admitió que salió del local unos instantes antes que Gregory y que cuando este lo hizo habló unos segundos con La Bibi y luego comenzó la pelea. “Yo me meto en el medio de los dos y La Bibi sacó una navaja. Fue justo delante de La Grandota, pero luego la pelea se desplazó hacia la puerta del gimnasio. Entonces aparece Michael, que también llevaba una navaja, con actitud de matar a Gregory”, indicó Patricia.

Sobre la agresión, detalló que Michael “lo agarró por el cuello, lo tiró al suelo y luego le clavó la navaja en la pierna”. Al mismo tiempo, “La Bibi lo apuñala desde arriba mientras yo intento agarrarle por la camiseta”. Fue en ese momento “cuando apareció mi padre que le dio un golpe con el brazo, pero no llevaba ningún cuchillo en la mano”. Sobre la botella que portaba Gregory Furcal, dijo que la había comprado en el local y que se la llevó porque tenía contenido. “La alza en un momento, pero no pudo llegar a utilizarla”, afirmó la testigo.

Esta versión fue ratificada por otros dos testigos que aquella noche acudieron a La Grandota. Lo hicieron juntos, pues son amigos, y pudieron presenciar el suceso. Además, declararon, a preguntas de la acusación particular, que durante las horas que estuvieron en el local, entre las 03.00 y las 07.00, aproximadamente, salieron en dos ocasiones a fumar al exterior, y las dos veces, así como en el momento del cierre, comprobaron que Víctor Delgado Olguín (La Bibi) estaba en la puerta del establecimiento charlando con el portero; un dato que contradice la versión de los acusados. Ambos también manifestaron que Gregory “no tuvo posibilidad de defenderse”; y que durante la pelea uno de los agresores indicaba al otro “que lo pinchara más abajo”, como haciendo referencia a la zona de pierna, donde se produjo el navajazo que seccionó la femoral y provocó que la víctima se desangrase, ocasionando su muerte dos días después en el hospital. Los tres últimos manifestaron que Roa no portó un arma en ningún momento.

Por último, testificó el propietario de La Grandota, que admitió que los dos acusados tenían prohibida la entrada a los tres locales que regenta en Santiago, principalmente a raíz de un incidente que se produjo en octubre de 2022. “La Bibi emprendió a golpes con su mujer porque ella estaba en La Grandota con un grupo de dominicanos. Al salir del local los dominicanos le siguieron hasta el portal de su casa y le dieron una paliza”. Indicó que a raíz de este suceso “me amenazaron con que me iban a reventar el local y a los dominicanos”. También relató el momento en que la madrugada del 2 de enero salió a la calle tras alertarle el portero de lo que estaba sucediendo fuera y se encontró de frente con La Bibi con un arma en la mano y a Furcal acuchillado, al que calificó como “un cielo de persona”.