Prevenir y mejorar patologías modificando la nutrición desde Atención Primaria

INICIATIVA Destacado éxito en el Concepción Arenal de un programa piloto con charlas a pacientes que pretenden mantener y exportar a otros centros del área sanitaria

La nutricionista del Concepción Arenal Liseth Medina, de pie con bata, con los participantes en la charla sobre prediabetes esta semana

La nutricionista del Concepción Arenal Liseth Medina, de pie con bata, con los participantes en la charla sobre prediabetes esta semana / Jesús Prieto

Desde que a finales de 2022 se creó la categoría de dietista-nutricionista dentro del Servizo Galego de Saúde (Sergas), y que en el Área Sanitaria de Santiago y Barbanza supuso la incorporación de dieciséis profesionales de esta especialidad, la demanda por parte de los usuarios de la sanidad pública gallega no ha hecho sino aumentar considerablemente, hasta el punto de que en el caso de la Atención Primaria sus agendas acostumbran a estar llenas.

Así lo corrobora en conversación con EL CORREO GALLEGO Liseth Medina, nutricionista del centro de salud compostelano de Concepción Arenal y organizadora en colaboración con sus otros tres compañeros de un programa piloto con charlas sobre diferentes patologías que está teniendo un notable éxito de participación.

Explica que en el ambulatorio “tenemos tantísima gente que a veces nos resulta complicado ver uno a uno, por lo que pensamos que con las charlas podríamos llegar a muchos más usuarios, con la ventaja además de que podemos aportarles mucha más información en una hora de encuentro que en quince minutos de consulta, durante el que ellos también pueden consultarnos las dudas que tengan relacionadas con la nutrición”. Fue así como surgió una iniciativa a través de la que desde febrero y hasta el próximo 26 de abril se abordan desde el punto de vista de la dieta y los hábitos de vida saludables enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el papel de la microbiota y la salud intestinal.

Con una media de en torno a una veintena de personas y que en algunos casos ha llegado ya incluso a superarse, subraya que el objetivo de esta propuesta consiste en “prestar mayor importancia a la nutrición y los estilos de vida como factores preventivos de patologías que acaban siendo crónicas y complicadas”.

Para Liseth Medina, es importante “poder resolverles aquellas cuestiones relacionadas con la nutrición que no tengan claras, pero sobre todo animarles a hacer cambios significativos en este aspecto que contribuyan a mejorar determinadas enfermedades”.

Añade que estas charlas las considera también fundamentales para “que pierdan el miedo a la nutrición porque muchas veces nos vienen con la preocupación de que les vamos a poner a dieta, de que les vamos a prohibir que ingieran algunos productos, pero lo que hacemos es incidir mucho en el estilo de vida”.

Recalca que “la mayoría de los pacientes salen comiendo más porque nosotros lo que hacemos es introducirles alimentos que habían dejado de lado”, e incide en que “estamos teniendo muy buenos resultados transmitiendo esta información, desterrando el mito de las dietas restrictivas y de que si uno tiene diabetes no puede ni probar un trocito de dulce; pero en cambio sí insistimos en que si tienen prediabetes o diabetes tipo dos, en algunos casos van a poder revertir esa patología prácticamente por completo modificando algunos estilos de vida”.

Pone como ejemplo en estas dos dolencias el papel que juega “el consumo de fibra, la verdura y la fruta son muy importantes para una persona que tiene problemas con el control de la glucosa, y debe evitar alimentos muy ricos en almidones y de fácil absorción para evitar esos picos”; algo que “se puede conseguir sin necesidad de dejar de consumir alimentos, simplemente reorganizando las comidas”.

La nutricionista del Concepción Arenal detaca que “la dieta es mucho de organización, de organizar qué vas a comer, cómo, cuándo y con qué, y a mayores también hay que tener en cuenta el estilo de vida, prestando atención al descanso, la actividad física y la hidratación”.

Gratamente sorprendida por la buena aceptación que está teniendo este programa piloto, a cuyas charlas los pacientes del centro de atención primaria se pueden apuntar a través de su enfermera o en la consulta de nutrición del ambulatorio, la previsión es mantener esta actividad a lo largo de todo el año. 

De hecho, y tal y como explica, la idea es “una vez terminada la programación actual, analizar entre todos lo que ha funcionado bien y lo que se puede mejorar, los tiempos de convocatoria porque pensamos que igual a la gente no le da tiempo a apuntarse al haber solo una semana”, y con todo eso resuelto, “empezar con la siguiente ronda en mayo porque queremos que sea una iniciativa continua”.

Será a partir de entonces cuando se propondrán trasladar este proyecto a otros centros de salud del área sanitaria, “al menos al de Conxo, que es satélite nuestro, e intentar animar a otros compañeros a que pongan en marcha esta iniciativa en sus respectivos centros de salud”.

Con un perfil de asistentes muy variado, asegura que hasta la fecha la mayoría de participantes “han sido sobre todo personas a partir de los cuarenta años, y quizás un poco más mujeres que hombres, interesados sobre todo por las charlas de hipertensión, diabetes y sobrepeso”.