Las carmelitas ponen rumbo a Jerusalén, León y Jaén: abandonan Compostela después de tres siglos

Siete hermanos contemplativos colombianos toman el relevo este sábado en el monasterio compostelano 

Cuidarán la liturgia y continuarán elaborando formas eucarísticas y recortes

Dos carmelitas descalzas en el jardín del monasterio del Carmen de Santiago

Dos carmelitas descalzas en el jardín del monasterio del Carmen de Santiago / ARCHICOMPOSTELA

Las carmelitas descalzas se despiden este sábado de Compostela y pondrán rumbo a sus nuevos destinos: dos irán a Jerusalén, otras dos a León, y la quinta, a un monasterio en Jaén. Con una misa en la iglesia del Carmen, a las 16.00 horas, la comunidad religiosa dirá adiós a la ciudad a la que llegó en 1748 y dará la bienvenida a los Hermanos Carmelitas Contemplativos, que vienen de Colombia. La nueva comunidad estará formada por siete monjes de “edades jóvenes”, que llegan a Santiago para continuar la vida monástica en el convento del Carmen. 

En una entrevista concedida a la Cadena Cope, la madre Ana, superiora del monasterio, señala que la partida de Santiago se trata de una decisión “dolorosa y fuerte” que se ha tomado con un discernimiento previo. “Las circunstancias nos han ido conduciendo a este desenlace: han disminuido mucho las vocaciones, la comunidad se ha ido reduciendo y en este momento solo somos cinco, con lo cual, el monasterio, que es precioso pero muy grande, necesita un cuidado y mantenimiento que nos cuesta mucho ofrecer”, indica la religiosa. Al ser tan pocas, apunta la madre Ana, la liturgia “tampoco puede ser cuidada como se debe, que es nuestra principal ocupación”. Comenta que la comunidad ha pedido refuerzos, “pero no los hemos conseguido, con lo cual vivimos una tensión tan fuerte que... Durante una temporada una sí se estira, pero no se puede estirar durante muchos años, porque nos agotamos”, remarca.

La religiosa comenta que la mayor preocupación de la comunidad estaba en que pudiese cerrarse el monasterio. “No queríamos cerrar la iglesia del Carmen de Santiago ni tampoco que faltase una presencia orante”, manifiesta, al tiempo que recuerda que “hemos conseguido una congregación carmelitana nueva de Colombia que vino a conocer esto y, tras un proceso de discernimiento, aceptó tomar el relevo. Entonces, no va a estar cerrado el monasterio ni un solo día, ni una hora, es un relevo”, dice. 

“Muchos son jóvenes y casi todos están dotados del carisma de la música, con lo cual celebran una liturgia muy bella y cuidada”

Madre Ana

— Superiora del monasterio

Llegan los Hermanos Carmelitas Contemplativos

La madre Ana detalla que este sábado llegan a Santiago “siete hermanos que pertenecen a la congregación de los Hermanos Carmelitas Contemplativos”, los cuales, “tienen un carisma muy monástico: se dedican también al cuidado de la liturgia, muchos son jóvenes y casi todos están dotados del carisma de la música, con lo cual celebran una liturgia muy bella y cuidada”. Además, destaca que también tienen como carisma “la consolación”. Al respecto, comenta que “a sus monasterios les llaman hospitales del alma, porque atienden a la gente que necesita escucha, atención”. 

En cuanto al destino de las cinco monjas que parten de Compostela, la superiora explica que “estamos en buena edad, entonces nos vamos a fortalecer otras comunidades. Dos hermanas se van al monasterio del Carmelo de León, otra hermana al Carmelo de Jaén; y dos hermanas nos vamos a Tierra Santa”, detalla.

La religiosa afirma que “desde el principio hemos intentado tener una luz de esperanza para no decir ‘esto ha sido un fracaso, aquí morimos’. Nos da mucha pena irnos porque el monasterio fue fundado por la madre María Antonia de Jesús, cuya causa de canonización está abierta. Esta casa hasta ahora ha tenido hijas, y a partir de ahora va a tener hijos. Eso para nosotras es un consuelo grande. Nuestra muerte da vida, y nosotras también sentimos que el Señor nos da la oportunidad de renacer a una vida nueva. Nos abre un horizonte y vamos a empezar otra etapa nueva de la vida”, comparte.  

“El monasterio necesita un cuidado que a nosotras ahora nos costaba mucho ofrecer”

Madre Ana

— Superiora del monasterio

Sobre los orígenes de la comunidad de las carmelitas descalzas en Santiago, que se remontan al siglo XVIII, comenta que al principio se dedicaba a la oración, al trabajo manual, que principalmente consistía en hilar. “Y una vez que entramos en época moderna, la comunidad también cultivaba la huerta, vendía los productos, tenía gallinero... Pero después empezamos a hacer el trabajo de las formas para la Eucaristía”.

“Se empezó con una tacita de masa para el seminario, que fueron los primeros en venir a buscar aquí las formas. Y después pues ya se convirtió en el trabajo de la comunidad, que es famosa porque vienen los niños a comprar los recortes de las formas. Los hermanos van a continuar. Es decir, el relevo es en todo. Ellos también necesitan comer, entonces continúan haciendo las formas”.